Dos desconocidos con una personalidad muy parecida y una persona en común, destinados a enamorarse de la misma forma pero diferente tiempo. O eso creía ella, hasta que el 47 de Boca le confiesa la verdad.
Empezada: 24 de mayo de 2024
Terminada: SIN...
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—Hola.—Dije saludándolo a Jabes con un beso para después correrme hacia un lado de la puerta para hacerlo pasar.
—Por fin conozco tu casa Lay.—Sonrió entrando.—Permiso, traje helado.
—Te estaba jodiendo con lo de venir, no pensé que te lo tomarías en serio.—Hablé ya que estaba lloviendo y no estaba muy lindo como para venir.
—Si me llamas vengo.—Respondió.—¿Estas sola?—Pregunto.
—No, mi hermana está en su habitación, no fue al colegio.—Dije.—Y mi mamá está trabajando.
—¿Donde dejó el helado?—Pregunto.
—Y en el freezer supongo.—Dije algo obvia haciéndolo sonreír.
—No es mi casa esta nena, toma. Guárdalo vos.—Dijo dándomelo.
—Anda arriba vos y llévate el helado, agarro dos cucharas y subo.—Hable haciendo que el asienta y se dirija a las escaleras con el helado.
Agarre dos cucharas y subí para después abrir la puerta de mi habitación encontrándolo viendo unas fotos mías de cuando era chiquita que estaban en el escritorio.
—¿Sos vos?—Se rio.
—Si.—Dije cerrando la puerta para después sentarme en la cama.
—Que linda.—Dijo haciéndome sonreír.—¿Y por que me llamaste?—Pregunto dejando el cuadro en el escritorio para después sentarse a mi lado.
—Por nada, estaba aburrida y quería una compañía.—Hable abriendo el pote de helado para después darle una cuchara.
—Que raro me llamaste a mi y no a tu amigo, no los veo más juntos ¿Se pelearon?—Pregunto el colorado solo por el simple hecho de invitarlo a mi casa.
—No...—Dije metiéndome una cucharada en la boca.—Estamos distanciados nomás y no se si seguimos siendo amigos.
Y si, estamos distanciados. Pensé que después de ese beso que me dio las cosas estaban bien entre nosotros, o al menos eso me hizo pensar con esa despedida, pero no.
Me viene evitando hace semanas, le mando mensajes y no me contesta pero se la pasa en línea, me lo cruzo y se hace el pelotudo bajando la mirada. Me están pegando la ghosteada de mi vida y lo peor es que viene de un "amigo"
—¿Por que?—Pregunto haciendo que yo lo mire y baje la mirada con un poco de vergüenza.
—No, por nada.—Dije.
—Soy tu amigo ¿No?—Pregunto mientras se metía la cuchara con el helado a la boca.
—Si, somos.—Hable haciéndolo sonreír.
—Entonces podes confiar en mi Lay.
—El día de mi cumpleaños, ¿Viste que salimos al boliche?—Pregunte.
