Una chica, atrapada en la rutina de su vida, recuerda cómo su felicidad se desmoronó al enamorarse de Julián, un chico perfecto a primera vista. Su relación, llena de promesas y sueños, se convirtió en una pesadilla de dudas y celos cuando Julián co...
Mi vida ahora es poco extraordinaria, he logrado vivir estos últimos 2 años dentro de cuatro paredes, ya acostumbrada a esta rutina tan repetida que vivo, pero es merecida. Antes de vivir esta parte de mi vida, era una chica alegre, me encantaba leer, escuchar música, convivir con mi familia y con mis amigos, no era una chica con calificaciones perfectas en la escuela, pero no me iba mal. Mi vida resumida era feliz y tranquila.
Un día en camino a mi preparatoria, vi al chico más guapo que había conocido en toda mi vida, pero eso duró unos cuantos minutos, ya que después de 3 paradas más, el bajó y ya no lo volví a ver. Me puso un poco triste eso, pero era algo obvio, sin tomar importancia de eso, seguí con mi vida como normalmente, hasta que por fin, después de 2 semanas, lo logré volver a ver, mis ganas de hablarle a ese chico eran inmensas, lo cual hizo que me acercara por fin., cerca de él, me atreví a hablarle, él estaba muy concentrado escuchando música y leyendo, al final le puede decir "hola", el chico respondió de una manera muy agradable y empezamos a hablar durante el viaje, tuvimos una gran conexión desde el primer momento, en ese pequeño momento en el que hablamos pude conocer su nombre, se llamaba "Julián" lo recuerdo y siento mariposas en el estómago, bueno, todo lo bonito comenzaba a acabar, se llegó la hora en la que Julián tenía que irse, pero él antes de irse me dió su número, yo feliz le guardé en mi teléfono.
Al final del día me atreví a enviar por fin un mensaje, después de enviarle el mensaje me sorprendió la forma en la que respondió, respondió de manera inmediata y en un mensaje que envió decía "hola, pensé que ya no me escribirías", ese mensaje me emocionó mucho y eso fue el comienzo de toda una historia. Los días pasaban y yo seguía hablando con Julián, durante esos días conocí muchas cosas de él, como en la escuela en la que iba, la música que le gustaba, los libros que le gustaban leer, definitivamente estaba conociendo cada parte de él., después de varias citas, en la cita número 10, él decidió pedirme como novia, que sin pensarlo le dije que sí, estaba profundamente enamorada de él, para mí Julián era el chico perfecto.
Pero creo que el "chico perfecto" empezaba a terminar, y era algo que me ponía demasiado triste, día y noche me comenzaba a cuestionar si yo era el problema, ya que Julián y yo, habíamos tenido problemas constantemente, en el que yo le reclamaba porqué en cada vez que salíamos el siempre se mantenía al tanto del teléfono, del porqué me evitaba cuando le decía que saliéramos, porqué se tardaba en responder mis mensajes, en la relación por mi parte había demasiadas preguntas., pero yo nunca logré a pensar en que Julián estuviera enamorado de otra persona, ya que el en un principio me había dicho que yo era la mujer perfecta para él, me había dicho tantas cosas lindas que no me hacían sospechar de nada.
Para mi empezar a investigarlo, era algo demasiado extremo, era como invadir su privacidad, cada vez me sentía como una desconocida para él, el ya no me contaba absolutamente nada de su vida diaria, poco a poco se tardaba más en responder, sus mensajes eran demasiado secos, se me quitaban las ganas de hablar con él., pero mi duda acerca de su cambió tan drástico seguía vivo. Hasta que llegó el grandioso día para mí, grandioso en el aspecto en que lo comencé a perseguir.
Era de esperarse, el iba de camino a la escuela, se veía tan lindo como el primer día que lo conocí, hasta que llegó un momento que en el autobús subió una chica, que por cierto, era muy linda, llegó abrazando a Julián, y Julián la recibía de la misma manera, se fueron juntos el resto del camino hasta llegar a su destino, que era su escuela, yo trate de esconderme en el autobús, y por suerte no me vio., al ver eso mi corazón se rompió en mil pedazos, ahora todo cobraba sentido en sus comportamientos, regresé a mi casa hecha mil pedazos, pensado del porqué nunca me mencionó que ya no sentía lo mismo por mí, ¿por qué seguía conmigo?. Sentía enojo por Julián y por la nueva chica con la que salía, que al final de cuentas el único culpable de todo era Julián, pero los celos me comían día por día.
Comencé por una leve obsesión con la chica, empecé a revisar sus redes sociales como rutina, día y noche, siempre en sus redes estaba Julián, siempre se mostraban juntos y felices, mi odio hacia ella era enorme, al verla tenía una furia que nadie la podría controlar.
Comencé a compararme con ella, en pensar que ella era más linda, tenía mejor pelo, era más delgada y si era más perfecta, siempre me cuestionaba, lloraba con enojo frente a sus fotos, ella me había quitado a Julián, al amor de mi vida, que por ella Julián me había dejado de amar. Mientras que Julián era más distinto que antes, yo me cansé de sus comportamientos. Por fin me atreví a hablar con Julián, sobre si había alguien más, le dije mis sospechas, pero todo lo que dije, lo justificó de una manera absurda. Eso aumento más mi odio, por Julián y por la chica.
Para mi todo llegó a su fin, hice algo que nadie se imaginaría que yo hiciera, yo sonreí solamente, pude pensar en que nunca me cayó bien ella, ¿celosa?, quizás, aunque nunca llegué a pensar que este momento ocurriría, digo, nadie se imagina a uno mismo enterrando un cadáver.
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