Lleva tres semanas trabajando para romina, agostina ya se había acostumbrado a esa rutina, su traje gris impecable que combinaba a la perfección con su reloj de pulsera, su cabello rubio recogido perfectamente en una cola alta era su forma de vestir todos los dias, nunca estaba desalineada, era algo que siempre se encarga de cuidar...
Había dejado de maquillarse sus tatuajes del rostro, para ser sincera le había ganado la vagancia así que prefirió revelarlos, pero solamente esos, aún no mostraba los que tenía por todo su cuerpo, le había comentado la morocha sobre la existencia de estos, pero jamás se los mostró....
La confianza y relación entre ambas había fluido como si se conocieran de años.
Prácticamente tenían los mismos gustos, desde el musical hasta su forma de pensar...
No va a olvidar nunca cuando descubrió que tenían al mismo cantante favorito, una mañana un poco melancólica había decidido escucharlo, cuando la morocha se subió lo saco de inmediato ganándose un regaño de su parte...
Recuerda intacto el ¿Qué haces agostina?¿Por qué lo sacaste?-es mi cantante favorito...Con una pequeña sonrisa le reveló que tambien era el de ella...
Romina cantaba a todo pulmón en el asiento trasero mientras ella solo tarareaba y con sus pulgares golpeaba el volante al ritmo.La morocha siempre la buscaba, a veces pensaba que la quería tener pegada a ella todo el día, tanto para tomar mates, para charlar,para contarle cualquier cosa nueva que hacía o que descubría.
A veces le tocaba a ella poner distancia,se alejaba cuando la veía acercarse, le contestaba cortante o no aceptaba sus mates o sus deliciosas comidas, al fin y al cabo ella solo iba a cumplir su labor...
Pero en realidad lo hacia para no confundirse aún más, las coincidencia, lo parecidas que eran, como había aprendido a interpretar sus miradas y entenderlas sin que tenga que pronunciar ni una sola palabra la asustaba...
Mucho Más allá de tener que cuidarle las espaldas, la observaba sin que ella se diera cuenta,sus movimientos, como se comportaba, lo amable y buena que era con todos.
Sin dudas ella era perfecta, era una mujer perfecta pero lamentablemente era prohibida y además ni siquiera le gustaba las mujeres.
Eso había ocasionado un gran problema para ella, ¿como alguien puede tener tanta conexión con una persona que conoce hace menos de un mes?- esa pregunta rondaba siempre en su cabeza.
Obviamente la culpa la invadía tener esos pensamientos hacia otra persona cuando ella tenía pareja y la quería no estaban bien,encima ella había insistido en avanzar como para que ahora las dudas se hagan presentes...
Ese finde semana tenía libre, ya que la familia tenia planeado irse a la casa de la costa, así que se lo dedicaría completamente a su pareja, tal vez todas esas dudas eran porque no la veía hace varios días...
○
Su pareja para su total sorpresa la había sorprendido con una reserva en un hermoso y caro restaurante ubicado en capital, la rubia se había vestido elegante para la ocasión, llevaba un vestido negro pegado al cuerpo, con unas botas y blaizer a juego, su cabello recogido en una media cola y su maquillaje sutil, sin dudas estaba más linda de lo normal...
Bajaron y caminaron juntas a la entrada, estaba algo nerviosa, no era mucho de su agrado salir,prefería mil veces el plan de quedarse en casa...
El lugar estaba casi lleno de gente, el encargado las guio hasta su mesa, en el transcurso pudo notar varias miradas sobre ellas...
Pero distinguió una que hizo que su corazón se acelere...
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Yo te cuido
General Fictionla oficial Spinelli quien esta en pareja y tiene una hija adolescente, cumpliendo su labor y por curiosidades del destino se convierte en la guardaespaldas de Romina quien está casada con un intendente y tiene 3 hijas. la cercanía entre ambas ocasio...