Un mal recuerdo

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Todo era destrucción, no quedaba nada. Emerald miró alrededor, su nave estaba hecha pedazos, en un planeta totalmente desconocido para ella y apenas logró salir sin ninguna herida.

Estaba tan nerviosa, pasó sus dedos por la superficie de su gema, temiendo que tenga alguna grieta. Para su fortuna, no encontró ningún daño, lo que la calmó un poco.

Observó a sus alrededores, esperando encontrar a las demás gemas que fueron enviadas junto con ella en la misma misión. Esperaba que alguien también se levantara de los escombros, pero todo era silencio, comenzó a sospechar lo peor...

Comenzó a llamar los nombres de sus acompañantes, "¿Citrine?", esperó unos segundos una respuesta, pero nadie le respondió.

"¿.. Amatistas?" Siguió preguntando, está vez más fuerte, buscando con la mirada que al menos alguna alma le responda a sus llamados de algún modo u otro.

"¡Rubíes! ¡Jaspers! ¿Peridots...?"

Su preocupación aumentaba cada segundo de silencio.

No fue hasta que miró abajo, que vio los fragmentos de distintos colores, pertenecientes a las gemas que ella debía liderar en esta peligrosa misión.

Sabía que no debería sentirse sorprendida por eso, su labor en la sociedad gema era liderar a distintos grupos de gemas para aventurarse en peligrosas misiones, era normal que no todos puedan volver a Homeworld vivos.

Sin embargo, se estaría mintiendo a si misma si dijera que lo que estaba viendo no la había hecho sentir increíblemente culpable de lo que había pasado; todas esas gemas fueron destruidas bajo su liderazgo, y lo que lo hacía peor, posiblemente algunas hayan fallecido intentando protegerla a ella, ya que fueron entrenadas para poner la vida de las gemas de alto nivel antes que sus propia vida.

Se sentía tan frustrada consigo misma, también porque sabía que no debería sentirse así por unas gemas inferiores, ese tipo de sentimientos no eran más que un defecto para la sociedad gema.

Tenía recuerdos de hablar con otras Esmeraldas y gemas de alto rango sobre esos sentimientos, cómo odiaba perder a sus gemas en sus misiones y cómo eso la hacía sentir de una manera que, para entonces, era indescriptible para ella, pues no sabía que era la "tristeza", "compasión" y "culpa".

Las respuestas que le daban sus compañeras siempre eran las mismas; o se reían de ella o le daban un sermón sobre cómo debería trabajar en bloquear esos pensamientos porque no hacían más que entorpecer su trabajo.

Las palabras eran casi siempre las mismas, con mínimas variaciones:

"¿Por qué te pondrían tan mal por la perdida de gemas inferiores? Siempre podrán crear más, es ridículo preocuparse por seres tan remplazables. Lo único que debería preocuparte sería cumplir las órdenes de tus diamantes, sin importar lo que cueste".

Incluso algunas llegaron a acusar a Emerald de ser una gema defectuosa, porque no es normal que una gema de tan alto nivel le preocupen las vidas de las otras gemas, mucho menos las más remplazables.

Sabía que no debía, pero en serio le preocupó la vida de esas gemas, y ver lo que eran esencialmente sus cadáveres repartidos por toda la zona la hizo sentir tan frustrada con sigo misma.

De verdad tenía ganas de gritar del coraje y maldecir, pero esas ganas se desvanecieron en seguida cuando sintió une extraño temblor.

Quedó paralizada, teniendo una horrible sospecha de la situación la que estaba.

Observó frente a ella, y para su mala suerte, sus sospechas eran correctas.

Frente a unos cuantos kilómetros de ella, había una monstruosa criatura gigantesca, de la que ella sabía que sí la intentaba atacar no tendría oportunidad de ganar.

Laremmy (Lars x Emerald, cosas random)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora