Localizar al segundo experimento fue un poco más complicado, pero no imposible para Jaiden. Debía encontrar una casa de madera entre tanta maleza y grandes árboles secos, lo cual para un humano ordinario era difícil de ver a pie.
Jaiden extendió sus enormes alas azules una vez más y sonrió al ver su objetivo enseguida. Era una especie de granja, con enormes sembradíos y unos cuantos animales.
Y en ella estaba Phil. Un joven alto y rubio, vistiendo unas prendas largas como si se tratase de un kimono. A simple vista era una persona normal y pacífica, de no ser por su enorme ala negra y el trozo de una segunda. Él retrocedió en cuanto notó la presencia de Jaiden y tomó un rastrillo granjero como defensa.–Hey, tranquilo. Vengo en paz, no voy a atacarte.
–¿Cómo me encontraste? ¿Y por qué estabas volando? –Preguntó con un tono arisco.
–¿Qué, te atacaron de joven? –Ella señaló la ala faltante y el rubio hizo una mueca.
–Eso no te incumbe. Pregunté cómo me encontraste.
–Iré directo al grano. He venido a reclutarte para un proyecto, dudo que tengas conocimiento de éste viviendo tan apartado de la ciudad. Estamos trabajando en el área farmacéutica para tratar a niños enfermos y sin hogar, y de paso, darles un mejor estilo de vida a ti y tus compañeros híbridos. Esta medicina promete ser milagrosa.
–Qué bobería. –Jaiden soltó una ligera carcajada, y eso enojó más a Phil.– ¿Por qué no tomas tú la medicina esa?
–Oye, yo soy muy feliz como estoy. Tal parece que tú no.
Phil suspiró.– Vivo apartado para que no me llamen fenómeno o monstruo.
La vida para Phil había sido más complicada que la de Noah, ya que él no contaba con una "madre", o tan siquiera una persona, que cuidara de él.
Fue el único niño del grupo que no fue adoptado.Tras cerrar el orfanato y dejado completamente a su suerte, él decidió irse lejos al ver que era el último que quedaba de ellos. Difícilmente conseguía alimento al estar mendigando, por lo que irse de la ciudad fue su mejor opción, y todo esto a la edad de 6 años.
Fue así como llegó a esa vieja casa abandonada. Tuvo que aprender por su cuenta a sembrar y cosechar, a talar árboles para conseguir madera y crear sus utensilios; en pocas palabras, tuvo que aprender a cuidarse solo. Y estaba siendo una vida tranquila hasta que los cambios físicos aparecieron.
Las noches para Phil en ese entonces eran largas y llenas de agonía, y sin la ayuda de algún analgésico. Obviamente no los conocía. Fue un proceso largo, tortuoso. Sus omóplatos sobresalieron de su espalda, sentía picor, como si diminutas agujas atravesaran su piel cuando en realidad eran los cálamos de sus nuevas plumas creciendo. Esa extraña extensión en su espalda era grande, pesada y muy incómoda.
Sin embargo, no terminó de ser lo más doloroso que pasó en su corta vida.Fue una noche de otoño, un par de semanas antes a Halloween. El pequeño Phil era un adolescente de 17 años aún y seguía sin interactuar con otras personas desde entonces. Sus grandes alas se extendían antes las agradables oleadas de viento y él podía sentirse en paz por fin.
Nunca supo cómo devolverse a la normalidad si es que era posible, pero ya se acostumbró tanto a ese par de alas y jamás intentó volar, pues en su mente decía que era imposible que soportara el peso de un humano.Y no haber intentado eso mismo lo condenó. Porque esa tarde un grupo de personas se animaron a visitar esa vieja casa a las afueras con los planes de hacer una fiesta para Halloween, verían qué tanto decorar. Y grande fue su sorpresa no solo ver a alguien habitando el lugar, si no que era un monstruo alado. Rápido encendieron linternas apuntándole y listos para atacarlo, él solo negaba con la cabeza temeroso sin saber qué decir.
Phil solo creyó que lo regañarían por vivir ahí sin permiso, pero la primer pedrada atinándole al pecho le hizo entender que ellos no escucharían a sus explicaciones.
Debía correr o estaba perdido, pero sus piernas no respondían. Había gritos, amenazas, y pronto se vio en el suelo con uno de ellos tratando de "desplumarlo" y causándole demasiado dolor.Un escalofrío recorrió su cuerpo ante tal recuerdo.
–Quizá no me creas respecto a la medicina, pero ¿qué más tienes por perder? –Jaiden no se iría con las manos vacías. Era su deber convencerlos y reclutarlos.
–¿En serio es posible volver a la normalidad? ¿Deshacerme por fin de estas condenadas alas...?
Jaiden se encogió de hombros.– Creo que entre más personas se presten a ayudarnos, será más efectivo y rápido.
Phil miró hacia la casa, su hogar. Era verdad que no tenía nada más que perder.
La felicidad le había sido arrebatada esa sangrienta noche, por un grupo de horribles personas sin piedad que le arrancaron una parte de su ser.
Él no tenía culpa de nada.Él no pidió ser un monstruo.
ESTÁS LEYENDO
[HIATUS] ¡¿Y MI FAMILIA?! | Guapoduo/Cellboier
FanfictionSegunda temporada de "¡¿Y MI MASCOTA?!" Esta historia es completamente ficticia, empezada en otra noche de insomnio. ¡Espero que les guste!:D ❣️Cellbit x Roier (AU/Hybrid) ❣️Alert! +18 y mucho, mucho drama ❣️La imagen no me pertenece. Créditos en la...