Malos hábitos.

II : ❝Mujeriego.❞

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Por fin había terminado de entrenar con Lisa-Lisa, así que me dispuse a ducharme y después me preparé para una cita con una mujer que conocí hace unos días.

Se trata de una damisela castaña, ojos color miel, una piel ligeramente tostada y labios de un color rojo vivo.

Una vez que me terminé de colocarme mi atuendo más presentable, salí de mi habitación y caminé por el pasillo de la mansión.

Mis pensamientos divagaron un poco, así que no noté la presencia de cierta chica que acabó chocando contra mi pecho. Bajé un poco la mirada y la ví; tan torpe como siempre.

—Cuidado con mi camisa, está recién planchada. —Dije, algo enojado y acomodando mi prenda superior de forma meticulosa.

—Me sorprende que esa camisa siga en perfecto estado. —Me respondió Randy, con el ceño ligeramente fruncido y rodando los ojos.

—¿A qué te refieres con eso? —Pregunté con extrañez, manteniendo el contacto visual en todo momento.

Corregi un poco mi postura, quedando con la espalda recta, ya que detesto verme mal. La diferencia de altura comparada con la de mi compañera de entrenamiento es mucha, pese a que ella me llega más o menos a la mandíbula.

—Me refiero a que siempre vas a citas y por eso me sorprende que tus camisas sigan viéndose casi nuevas. —Eso golpeó todo mi ego de playboy.

—Deberías tener más respeto conmigo, no es mi culpa que estés celosa. ¿Acaso también quieres tener una cita conmigo, principessa?

—Ni en mis pesadillas.

Nunca comprendí a Randy... Es decir, soy muy atractivo y todas las mujeres que conozco (y he conocido) han caído rendidas a mis pies... a excepción de Lisa-Lisa, por motivos muy obvios.

Pese a que esta chica es menor que yo por 4 años, admito que he coqueteado con ella... pero nunca obtuve ninguna reacción positiva.

Es decir, sé lo que es el consentimiento, pero esta mocosa nunca ha sonreído por ninguno de mis piropos, ni siquiera cuando le regalo cosas caras para intentar obtener algún favor por su parte.

—¿Por qué eres tan amargada? —Pregunté sin pensar, arrepintiendome un poco sobre la rudeza de mis palabras.

Ella me miró algo asombrada, tal vez porque usualmente no soy tan rudo con ella... aún así, volvió a fruncir el ceño y soltó un suspiro.

—No soy amargada, tú eres una persona desagradable. En serio, ¿No te importan los sentimientos de esas chicas? ¿O acaso simplemente todas las italianas son así? —Honestamente pensé eso miles de veces... pero nunca me importó, al menos no tanto.

—Mhm, no, no me importan sus sentimientos. Sólo son aventuras. —Contesté con desinterés, a lo que Randy rodo los ojos con desagrado.— A todo esto, ¿Por qué nunca sonríes con mis piropos? Digo, a veces no lo hago con intenciones de coqueteo, sólo me gusta decirte que te ves bien y...

—De por sí me caes mal, —Me interrumpió.— así que suelo ignorar tus piropos. Además, ya tengo mis ojos puestos en alguien. ¿Contento?

¿A ella le gusta alguien?

—Pobre tipo. —Respondí con una sonrisa burlona, pero claro, el sentimiento no fue mutuo.

—Pobre de tu cita, mejor dicho.

Esa mocosa continuó con su camino, pude divisar que iba al baño... en fin, adolescentes. Salí de la mansión de Lisa Lisa al cabo de dos minutos (considerando lo enorme que es) y me dispuse a caminar hacia el restaurante donde me encontraría con mi cita.

Y aún así... no dejé de pensar en sus iris moradas. Randy me miró con molestia, frustración, desagrado.

Me gusta hacerla enojar... porque sé que siempre voy a salir ganando. Ella sólo es una payasa y ambos lo sabemos.

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【🦋】Hell yeah, regresó su esquizofrénico favorito~. /hj

Espero de corazón que les haya gustado este segundo capítulo (extremadamente tarde lol), lamento si tiene algún error gramatical y reitero; si les da cringe, no importa, en unos años esta mierda también me dará cringe pero, ¡Hey! Elijo ser feliz jjj

No sé cuando putas subiré el tercer episodio (spoiler: 5 años más), así que... eso.

Att: Randysito <3