Need-(changin)

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Jeongin comenzó horriblemente mal el tercer trimestre del embarazo. Los cambios de humor eran su debilidad y el verdadero peligro.

Changbin escuchó unos sollozos y despertó. Observó al rubio, que estaba llorando.

Talló sus ojos, luego se acercó a la camilla frente a él.

-Cielo, ¿Por qué lloras?...

Tocó su carita y seco un par de lágrimas.

-E-es que...

-¿Qué pasa?

-E-el doctor me dijo que... Sunoo tiene riesgo de ser prematuro, y sí es así, posiblemente m-muera...

Los ojos de Jeongin volvieron a cristalizarse.

Oh... Ésto es grave, lo suficiente para darle ganas de llorar a Changbin.

-N-no te preocupes, mi amor. Ya verás de que todo va a estar bien, estoy seguro que sunoo no será prematuro ni mucho menos va a morir. Te lo prometo...

Jeongin lo miró y solo lo abrazó. Sus hijos eran la debilidad de ambos.

Jeongin volvió a hablar.

-P-pero tengo miedo...

-No tienes porqué tenerlo, cielo. Siempre estaré contigo y te protegeré. Lo llevo diciendo desde que nos casamos, cariño. Confía en mí.

-S-sí confío en ti, bin. Pero en estos casos solo puedes traerme al hospital, por eso tengo miedo...

-No importa de la manera que sea. Siempre estaré contigo... Ya verás que cuando Nazca sunito va a estar muy sano...

-¿T-tú creés...?

-Yo no lo creo, yo lo sé, mi vida.

Jeongin se secó las lágrimas y sonrió.

-Gracias por todo, bin. Te amo mucho...

-Yo también, corazón.

Changbin tomó su mentón para que lo mirará. y después agarró sus sonrojadas mejillitas, para después darle un bonito beso.

Jeongin estaba agradecido con todo lo que recibía. Inclusive, ni siquiera le importaría sí Changbin le rompía la cara a golpes, lo seguiría amando.

Changbin pusó sus manos en el vientre ya abultado de Jeongin, lo acarició y le dió muchos besitos.

Sunoo comenzó a sentirse cálido y acariciado por las manos de su papá. Por lo que empezó a moverse ligeramente. Marcando sus piecitos en el vientre.

Changbin sonrió al sentir al cachorrito. Era una experiencia que se podía vivir muy pocas veces.

-Se está moviendo...

Dijo Changbin. Con una hermosa sonrisa en su rostro.

Jeongin también sonrío. Soltó una risita tierna al ver a Changbin encantado.

-¿No te duele, verdad?

Jeongin negó.

-A veces me duele, pero ahora no.

Changbin asintió.

(···)

-A veces me arrepiento de haber pedido un hermano.

Dijo Danielle, con angustia.

-Agradece que te están cumpliendo uno de tus caprichos, danielle.

-Tú también querías, no te hagas la víctima.

-No me estoy haciendo la víctima, pero es que literalmente tú lo pediste y ahora te quejas.

-Es que... El problema no es sunoo. Sino que... Ya casi no nos dan atención... Y aparte, siempre nos están regañando.