epilogue

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Han pasado tres meses y el viento soplaba lentamente mientras las nubes poco a poco tapaban al sol, los tenis morados de Duxo presionaba contra el pasto mientras giraba levemente su pie.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Duxo, el aire frío las secaba en sus ojos, asegurándose de que no cayeran, el frío rozaba en su rostro mientras sus mejillas se ponían rojas.

Helado hasta los huesos, Duxo se ajustó más su abrigo lila con la esperanza de rodearse de su reconfortante calidez, pero dicha calidez nunca llego y menos lo conseguiría con un abrigo.

A menudo se frotaba las manos con la esperanza de restaurar calor entre ellas, pero nuevamente no tuvo éxito en sus intentos, sintiendo más frío de lo esperado, miro de reojo al cielo y vio como leves gotas caían en su rostro, rápidamente comenzó a caminar más rápido.

Duxo casi había llegado a su destino y podía sentir el dolor y el anhelo, la culpa innegable que se había acumulado en su corazón durante estos meses, aunque muchos le dijeron que no era su culpa, pero porque no puede sentir esa paz.

Ya no podía soportar el peso de sus sentimientos, las lágrimas que se secaron en los ojos del pelinegro finalmente empezaron a brotar, casi de inmediato fueron secando en su rostro, pero al instante comenzaron a salir más.

De un momento a otro Duxo cayó al suelo mientras leves sollozos salían de sus sentimientos ocultos, de pronto miles de recuerdos se hicieron presente, intentaba calmar aquel dolor, pero no podía tranquilizarse.

Había perdido a la persona que amaba.

Y solo lo termino por su simple estupidez.

A pesar de que tenía una relación con otra persona, jamás dejo de amar a su querido Aquino.

Recuerda perfectamente como fue que se enteró sobre la muerte de Aquino.

Se encontraba saliendo de clase mientras que Natalan el mejor amigo de Aquino se acercaba hacía a él, había notado algo extraño era que tenía el rostro demacrado y con unas ojeras.

El pelinegro se preguntaba qué había pasado, el azabache al estar enfrente de él y simplemente saco algo de su mochila, para después entregarle siete cartas.

Aquino quería que tuvieras esto.

Duxo al ver esto las tomo y miro confundido al azabache mientras este sonreía con una sonrisa melancólica y leves lágrimas soltaba produciendo unas simples palabras

Aquino ha muerto...

El pelinegro al escuchar esto sintió como su corazón se rompía en mil pedazos y su culpa aumentaba al ver el error que había cometido, sabía que Aquino tenía depresión, pero jamás pensó que su diagnóstico era demasiado algo.

Duxo se levantó del suelo mientras caminaba hacia el cementerio, al caminar no pudo contener las lágrimas al ver con tal dolor en su corazón, se detuvo y miro detenidamente el lugar, deteniéndose por un momento a cierta tumba.

Te encontré

Pensó el pelinegro sonriendo melancólicamente y sus lágrimas escurrían por su rostro volteo a su lado, lo cual se encontraba la tumba de Aquino, la persona que tanto amo.

Sentía una calidez al ver a la persona que amo, muchos recuerdos aparecieron en su mente, momentos en donde ambos eran felices, amaba aquellos recuerdos, quería regresas aquellos momentos.

Deseaba que Aquino estuviera a su lado de nuevo.

Anhelaba que su deseo se cumpliera de verdad

Pero sabía perfectamente que eso jamás pasaría, ya que Aquino estaba muerto y sabía la razón por lo cual murió.

Y era una cruel realidad...

El pelinegro prometió estar con él, pero su miedo al fallarle a su amado castaño fue lo que ocasionó que terminara la relación...

A pesar de que Duxo tenía una relación con Estailus, su corazón aún seguía amando a Aquino, sin poder olvidarlo por completo y recordando cada recuerdo que pasó junto con su amado castaño.

Poco a poco después el amor entre ambos se fue marchitando y tanto Estailus como Duxo decidieron terminar la relación.

Siendo solamente amigos...

Camino lentamente sintiendo que sus piernas pronto dejarían de funcionar, al estar cerca de la tumba se agachó mientras quitaba aquellos raises que tenían aferrada aquella tumba, dejando a la vista el nombre de quien descansaba en aquel lugar.

Diego Aquino

2 de mayo de 2002 - 15 de octubre de 2022

El pelinegro sonrió al ver a su amado de nuevo, tal vez no en persona, pero sabía que él lo cuidaba.

Duxo: Aquino - susurro con tristeza - tengo muchas cosas que contarte, perdón por no haber venido antes. - exclamo - perdón por alejarme de ti, sé que prometí que, aunque no estuviéramos juntos, siempre estaría ahí para ti

Sabía que su amado estaba con él en aquel momento, recordando aquella frase.

"No fuiste ni antes ni después, fuiste a tiempo, a tiempo para que me enamorara de ti..."

"Él fue la razón por la que Aquino lucho por seguir viviendo."

Y por lo cual Duxo está dispuesto hacer, vivir una vida la cual Aquino siempre quiso para él...

Aceptando vivir con la realidad de que su amado estaba descansando en un lugar mejor...

Aceptando vivir con la realidad de que su amado estaba descansando en un lugar mejor

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Espero que les haya gustado la adaptación de esta pequeña historia...

Cabe aclarar que al no ser una historia propia fue más rápido terminarla

me siento contento de haber terminado de modificar en menos de un día UwU

pero tuve que acomodarlo en varios días

espero no se molesten

creditos a @izzana123 por el fanfic original luckity y quacbur :D

𝕻𝖊𝖗𝖋𝖚𝖒𝖊. // (duxino.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora