Capitulo 5

3 0 0
                                    

Yo seguí ahí con mi mala cara tratando de que con ella Julián no se detuviera a buscarme conversación.
Ví que me abuela venía saliendo y me prepare para ignorarlo e ir con ella, pero la señora siguió donde el a saludarle.

Me sentí traicionada.

_Buenos días._Dijo el en primer lugar.

_Eran... Pero ahora lo dudo.

Buenos días a ti también mi bella Margarita._ Dijo el enérgicamente. _ Veo que consiguió quien la acompañe._ Dijo viendo a mi abuela.

_ Creo que solo por hoy y por suerte que ya estaba despierta.

_ Buena suerte supongo._ le gire los ojos para enseñarle mi desagrado y lo lejos que lo quería._ ¿Que tal dormiste?

_Mal._ Dijo mi abuela antes de que pudiera decir algo._ Está mañana cundo fui a su habitación estaba haciendo un calor del mismísimo infierno.

_Exageras, apenas sentí calor.

_ Pues hoy es tu día de suerte, yo sé reparar los aire._ Dijo el con una sonrisa sinica.

_ Pero no traje dinero como para pagar eso.

_Yo lo puedo....

_No no no... ¿Cómo se le ocurre? Yo lo reviso en la tarde y vemos que tiene._. Si sonrisa sinica no se borraba. Era linda..._ por lo viejos tiempos lo dejaremos así, y tal vez podamos comer algo.

_¿Y tú prometida que va a pensar de eso? _Pregunte enseguida.

_ Eres nuestra amiga, como va a mal pensar de una comida y de un favor.

¿En qué lío me había metido?
...

En toda la clase de baile estuve perdida y al borde de un infarto.
Mi madre tenía razón, era más probable que yo sufriera un paro cardíaco que todas estas mujeres mayores de aquí.

Más de una vez tuve que retirarme a respirar y me volvía a incorporar super perdida.

_Tendrás que venir más seguido si quieres mejorar._ Me dijo la entrenadora, una mujer de piel clara y cabello color caoba, a pesar de estar sudada olía a vainilla y no se había despeinado, yo era un desastre y olia a todo lo que no habia sudado en mi vida.

_Pues a partir de hoy solo quiero que no me dé un infarto cuando vuelva a ir a una discoteca._ Elle se rio un poco.

_Aqui no hay discotecas, Pero sin duda hay lugares donde puedes bailar.

_Este pueblo no ha evolucionado nada._ Dije entre risas.

Era cierto en este pueblo no hay ni una sola discoteca de verdad, solo eran lugares donde vendían licor y ponían música, pero no eran discotecas. Cosas de pueblo.

_Pues si no ha salido de aquí no sabes lo que es ir a bailar de verdad.

_¿ Y tu si?_ Asentí._ Pues yo lo siento mucho, pero es difícil de creerte. Perdiste el paso más de una vez.

_ Eso no vale. _ Me rei un poco con su comentario sarcastico._ En primer lugar esa música quien la baila en una discoteca.

_ Es bailoterapia, hasta una persona con dos pies izquierdo la baila._ La ví tomar una buena bocanada de aire. _Pero tienes suerte te puedo dar mi número y quizás me digas a donde vas a bailar y seré yo quien te siga el paso.

_ Seguro te llamaré._ Dije luego de que anotara su número y nombre en mi agenda.

_ Espero sea pronto._ Comento antes de despedirse.

Asentí, aunque me sintiera rara. No sabía si estaba siendo amable o si estaba intentado tener mi número, pero eso era el menor de mis problemas, debía volver a casa y alejar a Julián lo más posible.

_¿Todo bien?_Pregunto mi abuela haciendo que saltará del susto.

_Si. Hay que volver, si Julián repara mi aire quiero que sea lo más rápido posible

_Que incomodo debió ser para ti esa cena.

_¿Por qué lo dices?_ Pregunté, aunque tuviera razón.

_Julian fue... El amor de tu infancia y de tu adolescencia. Siempre suspiraste por el y anoche fue con su familia a nuestra casa a cenar. Además de que estaba su prometida. Tu mejor amiga.

_ Y con todo eso dejaste que se ofreciera a entrar a mi habitación y repara mi aire.

_ Son pruebas que la vida nos pone en el camino._ Dijo mi abuela._ Si el no sabe comportarse y respetarte a ti, tu decisión y sobre todo su compromiso, creeme que no es un hombre que quisiera para ti.

Aquello se quedó en mi cabeza hasta que llegamos a casa.
Cuando llegamos lo ví sentado en el porche con mi hermanita jugando cartas.

_Maggi..._ Dijo ella apenas llegamos._ Si quieres puedes dormir conmigo._ Ella si entendía lo incomodo que podía ser.

_No..._ Dijo Julián._ Creo que ella puede tener su espacio por los meses que estará aquí.

Sonreí falsamente mientras entramos a la casa.

Mi abuela se quedó en la cocina, solo era ella, mi hermana, yo y Julián.
Un día de semana donde mis padres estaban en el trabajo.

_ Creo que te puedo dejar solo mientras me doy un baño._Dije tratando de evadirlo a toda costa.

_No te da miedo que revise tus cosas.

_ No. Vives al lado. Sería muy fácil de recuperar algo que te robes._ El soltó una risa mientras entrabamos al cuarto, si que se sentía el calor.

_Con lo oportuno que fuiste. Voy a pensar que tú  hiciste esto._Dije cruzada de brazos.

_ Este aire tiene más de 2 años sin uso. Sin mantenimiento ni nada._ dije el bajandolo de su lugar y caminando al la terraza de la habitación._Está atorado de polvo es todo.

Solté una risa pensado en que nadie usaría mi habitación.

_Pero piensa lo que quieras. Dime algo._ me miró a los ojos._Siempre estás lista para atacar.

_Estudio Leyes en New york._ Dije.
_ Suele ser una ciudad fría y despiadada si no sabes defenderte.

_Ya veo._ Comento._ por eso es que no has conseguido novio.

_¿Disculpa?.

_Una mujer que solo pelea, ataca, se hace la inteligente, no es fácil que consiga un buen partido.

_Ya veo._ Dije en voz baja._ ¿Y que hace tú prometida?.

_Ella es decoradora de interiores y trabaja en una  inmobiliaria.

_Mmm. ¿Y ahora donde está?.

_Posiblemente comprando cosas para la boda y eligiendo cosas para nuestra casa en la ciudad.

_ Y ella te va a recibir todas las noches en su casa con la comida caliente, siendo una mujer sumisa con la cara estirada por siempre sonreír por el perfecto marido que tiene mientras que tú eres un cretino._Dije en un tono muy suave.

_Siento que me atacas de forma muy pasiva.

_ Te odio Julia.
Me di la vuelta para salir de ahí. No quería estar cerca de el. No quería verlo ni siquiera.

Pero el fue tras de mi tomándome de la cintura.
Mi corazón latia, de la rabia y de las emociones adolescente de todas las veces que soñé por esto.

_No me puedes decir que me odias._ Dijo en pegandose a mi cuerpo. _ Tu siempre estuviste enamorada de mi...¿y ahora me odias?

_ Te odio porque te vas a casar, sabes que estuve enamorada de ti, cuánto te ame. Y no eres capas de respetar mi duelo por la noticia, respeta este odio que siento alejandote._ Dije con rabia._ Pero tú no...en lugar eso esta aqui haciendote el coqueto, machista y burlandote de todo lo que una vez sentí y faltandole a tu futura mujer.

Sentí como sus labios se venian ante mi, pero en mi reacción fue soltar una bofetada, aunque me moria por sentir esos labios por solo una vez.

_Termina lo que empezaste y lárgate de mi casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MargarethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora