¿Puede el amor nacer del odio? Daniela Avilés acaba de vivir una tragedia, Alice la causo, ¿podrá una espía enamorarse de una mafiosa?
No creas que un inicio romántico te garantiza una historia linda, a fin de cuentas esto es un Thriller.
Contenido...
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¿Matar a Frank Wharthingthon? No había pasado ni dos meses desde la misión en la boda de Samantha Avilés. Empezaba a creer que Kristen estaba emocionada por acabar con un pez gordo de la mafia. Los recuerdos de esa noche todavía estaban frescos en mi mente: el caos, el peligro y, sobre todo, la sangre derramada. Ahora, la tarea de ir tras Wharthingthon añadía una nueva capa de tensión.
Kristen me miró fijamente, su expresión imperturbable.
—No ahora, pero debes ir a Londres a recolectar información sobre los Wharthingthon. Sabes mejor que nadie que la información que se tiene sobre las familias mafiosas nunca llega ni al 50% de la realidad. Necesito que observes sus movimientos, los vigiles y, cuando tengas la oportunidad, te infiltres en su casa.
Respiré hondo, procesando la magnitud de la misión. Londres era un territorio nuevo, desconocido y lleno de peligros. Sin embargo, no podía permitir que el miedo me dominara. Tenía que mantener la calma y la concentración.
—Está bien, jefa. ¿Iré sola? —pregunté con mi típica seriedad.
Kristen sacudió la cabeza.
—No, Silvana te va a ayudar. Los demás ya tienen una misión —comentó con calma, pero con un brillo en los ojos que indicaba lo crucial de la tarea.
La presencia de Silvana era un alivio. Su habilidad para la infiltración y su ingenio serían invaluables. Además, su energía y entusiasmo a menudo complementaban mi propia reserva y seriedad.
—De acuerdo, le estaré informando de todo, jefa. ¿Algo más que deba saber?
Kristen asintió, tomando un documento de su escritorio.
—Ustedes dos serán dos universitarias que van a estudiar de intercambio. Les he rentado un departamento cerca del centro de la ciudad. Aquí están sus nuevas identidades y la documentación necesaria. Serán estudiantes de criminología, lo que debería darles una excusa válida para merodear y hacer preguntas sin levantar sospechas.
Tomé los documentos, observando los detalles. Nuevos nombres, nuevas vidas. Sería un reto, pero uno que estábamos entrenadas para enfrentar.
—Una cosa más —añadió Kristen, deteniéndose un momento—. Los Wharthingthon son extremadamente cautelosos. Han sobrevivido en el mundo de la mafia durante décadas por una razón. No subestimes a Frank ni a su familia. Tienen ojos y oídos en todas partes. Quizás sin Samantha Avilés sean la mayor amenaza en Europa.
Asentí, comprendiendo la gravedad de sus palabras. Cada movimiento debía ser calculado, cada palabra medida. No habría margen de error.
—Entendido, jefa. Silvana y yo nos aseguraremos de estar a la altura.
Salí de la oficina con una mezcla de anticipación y determinación. La misión en Londres sería una prueba de nuestras habilidades y nuestra lealtad. Tenía que dejar de lado cualquier distracción y centrarme en el objetivo.