Francisco removía la sopa dentro de la olla para que no se pegará. Suelta un suspiro alto tocando la parte baja de su espalda. Apenas tiene cuatro meses de embarazo pero no es eso lo que le lastima la espalda. Hoy después de clases tuvo que volver a pie desde la preparatoria, que esta en el centro y el vive en una pequeña casa en el norte .
Niega con la cabeza echandole un poquito de agua a la mezcla. Recuerda como era su vida hace tres semanas, antes de venirse a vivir con alfa que gracias y sabe su nombre. Cuando vivía con sus padres todo era diferentes. No eran ricos, Pero vivían bien, pero como era hijo unico, todos los regalos iban para el. Cuando le dijo a su madre-beta que estaba en espera, ella dijo que estaba bien, que el tenía la última decisión sobre quedarse o irse con el alfa responsable.
Francisco estaba decidido a quedarse con sus padres y disfrutar de las comodidades que ellos le darían a el y a su bebe. Pero no, Esteban llegó una noche que el Omega — Ni siquiera recordaba su nombre — se iría con el porque el cachorro que llevaba dentro era suyo. Los padres de Francisco lo vieron confiable y dejaron a su hijo ir con el. El Omega nunca se quejo.
Ahora desea haberse quejado, Pero estaba tan aturdido que nada salió de sus labios, solo empacó su ropa en una pequeña maleta y con la misma bajo.
Francisco sabe que Esteban se lo trajo a su casa por una razón. Y no era por el bebé o que el sea su Omega, no, la simple razon porque Francisco esta aquí ahora, era porque si el alfa no lo hubiera hecho su ego de dominante hubiese sido dañado y se hubieran sentido humillado.
Vuelve a negar, no puede creer lo tonto que fue. Osea el cortejo de Esteban fue el más vergonzoso. Un día la puerta de la casa de sus padres fue tocada, Francisco abrió encontrándose con cierto alfa ahi parado, con la cara sería y mirada sin titubear.
— ¿Puedo ayudarte en algo? — Francisco había preguntado, con medio cuerpo escondido detrás de la puerta, solo viendo como el mayor asentía.
— Quiero que me ayudes en mi próximo celo — Dijo tendiendo una caja de chicles de menta. los ojos de Francisco brillaron, eran sus favoritos, el amaba los chicles.
— Está bien, creo ¿Cuando es? — Pregunto tomando la caja entre sus manos.
— El próximo sábado.— Y con eso se dió la vuelta y caminó lejos de casa.
Esteban era un alfa que estudiaba en la misma escuela que el. Compartían clases Pero Francisco nunca creyó que supiera de su existencia porque bueno, nunca volteaba a verlo, solo hablaba con sus amigos, Enzo-alfa y Matías-Beta. El era un alfa muy cerrado, solo con sus amigos cercanos se entendia bien. Ellos duermen en la misma cama, porque en realidad no hay otra. Hay días en que Esteban duerme en la sala o simplemente se queda lo más alejado de el.
Y, mierda, Francisco es un Omega embarazo, necesita el calor de un alfa mas que nunca, de su alfa. Ni siquiera sabía si Esteban era su alfa de verdad.
Cuando ve que la sopa está lista apaga la hornilla. Toma un cucharón y sirve un poco en una taza honda. Se siente en su silla y suspira. Está otra vez solo, Pero no se queja porque Esteban estaba trabajando. O al menos es lo que el le dijo.
ESTÁS LEYENDO
❀ Ven Aquí Y Ámame ❀「Estebɑn x Frɑncisco」
Fanfiction"A sus 19 años, Francisco debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar ropa de la temporada que ha llegado o estar juntando dinero para su graduación de secundaria. Pero no, a sus cortos - O largos - 19 inviernos...