Harry con genes empalmados

capitulo12

Bip-bip ... bip-bip ... bip-bip ... bip-bip ... bip-bip ... bip-bip...


Volviendo a la plena conciencia, Tonks miró a su alrededor, confundida, hasta que encontró la fuente del agudo pitido que la había despertado; un pequeño despertador que parpadea '5:55 am'. Maldijo en voz baja, saliendo del agua humeante y con aroma a rosas del baño, presionando el botón de "alarma" del despertador y arrancando una toalla esponjosa del estante. Un par de minutos más tarde, se secó su cuerpo que ya no era rojo langosta y se puso unas bragas limpias, luego un par de pantalones cortos de algodón gris pálido y una camiseta holgada a juego.


Con unos buenos dos minutos de sobra, colgó su toalla húmeda, sacó su varita del mostrador y huyó del baño por la seguridad de... bueno, prácticamente cualquier otro lugar del apartamento que no incluyera la habitación de su compañera de casa. dormitorio, el baño y el tramo de pasillo entre esas dos habitaciones. Al entrar al salón, Tonks se detuvo y parpadeó, sorprendida por la presencia inesperada, pero no desagradable, de- "¿Harry?"


Alejándose del televisor y sus bucles de frutas, el adolescente alado saludó alegremente. "¡Buenos días Tonks!"


Encogiéndose de hombros después de su breve momento de sorpresa, la Auror saltó y se dejó caer descuidadamente en el sofá, sirviéndose un tazón de cereal multicolor de los suministros en la mesa de café. "No esperaba verte por aquí a estas horas de la mañana."


"Tenía ganas de asaltar tu alacena para desayunar; incluso con los poderes del fénix, creo que demasiados desayunos tradicionales ingleses me engordarán demasiado para volar". Harry esperó a que las risas se calmaran antes de hablar de nuevo. "¿Cómo estuvieron tus turnos de noche?"


Tonks frunció el ceño sombríamente cuando los nudillos de la mano que sostenía la cuchara se pusieron blancos. "Fudge, con toda su 'sabiduría', ha decidido que la actividad Oscura en Inglaterra está en su punto más bajo, por lo que el Escuadrón Mágico de Aplicación de la Ley se ve obligado a manejar todos los casos mientras los Aurores estamos atrapados sentados en nuestras oficinas. haciendo toda esa mierda, sólo han pasado un par de días y ya estamos tan desesperados por tener algo que hacer cuando hayamos agotado nuestro tiempo de entrenamiento que algunos de nosotros estamos BUSCANDO activamente papeleo sin terminar".


Harry hizo una mueca de simpatía, luego parpadeó cuando los sonidos amortiguados de un despertador emanaron de otra parte del apartamento. Tanto la bruja como el mago guardaron silencio y escucharon que la alarma se detenía repentinamente, seguida segundos más tarde por una puerta que se abría de golpe. Harry y Tonks observaron en silencio cómo una Fleur desaliñada caminaba por el pasillo hacia el baño, un chorro abrasador de blasfemias parisinas brotando de su boca gruñona y contaminando el aire hasta que fue cortado por otro portazo.


"...¿A que se debió todo eso?"


Tonks se rió un poco nerviosa. "No te preocupes, ella siempre es así justo después de despertarse. Estará bien cuando salga de la ducha".


Frunciendo el ceño, Harry señaló una pequeña discrepancia en su explicación. "Ella no estaba así después de la fiesta de inauguración que tuvimos".


El metamorfo parpadeó, recordando vagamente los detalles más finos de la mañana en cuestión. "... eh, creo que tienes razón." Ella sonrió con picardía. "Tal vez deberías intentar acostarte con ella otra vez en algún momento; ver si puedes domesticar a la bestia salvaje".


Harry se sonrojó levemente ante la sugerencia, pero replicó. "Si no recuerdo mal, tú también te acostabas con ella. Tal vez eres tú quien evita que se vuelva loca".


Tonks lo reflexionó un momento. "Tienes razón. Sin embargo, no creo que intente despertarla; evitarla durante diez minutos es probablemente la opción más segura. En cualquier caso, sé que solo ha pasado un día más o menos, pero ¿Ya pasó algo interesante en Hogwarts?" Se metió una cucharada de frutas en la boca mientras esperaba la respuesta.


"Ayer tuve mi primera lección con Umbridge". Harry hizo una pausa por un segundo mientras Tonks gruñía alrededor de su comida. "Sí, ella tampoco me impresionó exactamente. Por otro lado, me divertí mucho en la clase de Pociones cuando el Profesor Slughorn repartió viales de poción multijugos".


"Ah, la diversión que se puede tener cuando te pareces a otra persona". Tonks puntualizó su declaración arrugando su rostro en concentración, y unos diez segundos después, una bella imagen de Fleur Delacour estaba sentada junto a Harry y volviendo a saborear su desayuno.


"Presume. También me disculpé con los gemelos Patil por ser una mala cita durante el Baile de Navidad del año pasado..." Se aclaró la garganta un poco incómodo. "...uh, aceptaron mis disculpas, pero tengo que invitarlos a ambos a una cita".


Tonks arqueó una fina ceja y tragó saliva para despejar el camino para hablar. "No al mismo tiempo, ¿verdad?"


"¡Por supuesto que no! Parvati en la primera visita a Hogsmeade, Padma en la segunda."


El Auror fuera de servicio se rió entre dientes. "Je, pensé que no. Quiero decir, eres lindo, no me malinterpretes,pero nadie es TAN lindo. Al menos no en una primera cita..."


Harry miró al metamorfo con cautela. "Entonces... ¿no tienes ningún problema con que yo tenga citas con los Patil?"


Tonks suspiró melodramáticamente. "Harry, Harry, Harry; aún no soy tu novia, ¿recuerdas? Mientras no seas un completo imbécil al respecto, creo que es genial que salgas con otras chicas; es una buena experiencia. Siéntete libre de venir con Fleur y conmigo si necesitas algunos consejos".


Las cejas negras se alzaron. "¿Consejos? ¿Cómo qué?"


"Bueno, para empezar, los armarios de las escobas son lugares horribles para tener una cita. Son clichés, oscuros, estrechos, mal ventilados y llenos de artículos de limpieza viejos, sucios y malolientes. Las brujas están mucho más impresionadas y excitadas por un mago que puede arreglar cualquier vieja habitación abandonada con unos pocos movimientos de su varita."


Harry guardó el consejo para más tarde. "¿Y qué hacen las brujas para impresionar y 'excitar' a los magos?"


La bruja se encogió de hombros. "Depende, de verdad. Si el mago tiene mucha suerte, transformaremos nuestras bragas en un colchón". Ignorando el interés claramente forzado e informal en el rostro de Harry, Tonks se metió otra cucharada de cereal en la boca y lo masticó lentamente. Cuando se lo tragó, continuó justo donde lo dejó. "No es una tarea fácil de transfiguración, convertir un pequeño par de bragas en el colchón perfecto, pero después de un par de semanas de práctica en mi sexto año finalmente lo logré: cómodo, con apoyo y lo suficientemente elástico para ser agradable y saltarín. ".


Durante un largo minuto, Harry se quedó mirando a la metamorfomaga mientras ella comía, sus palabras habían evocado ciertas imágenes que incluso ahora se estaban quemando permanentemente en su cerebro. Eventualmente- "Tendrás que mostrarme ese hechizo en algún momento. Parece que podría ser útil".


La rubia sonrió. "Quizás el próximo verano, si eres un buen chico". Inclinándose hacia adelante y depositando su tazón ahora vacío sobre la mesa de café, Tonks se sentó y se inclinó hacia atrás, arqueando su cuerpo núbil y bostezando mientras varias articulaciones crujían y explotaban. Ella permaneció estirada hacia atrás mientras hacía una mueca, su carne cambiando de su forma de Fleur a la estándar Tonks de cabello rosado. Bostezó de nuevo mientras se desplomaba hacia adelante. "Hombre, necesito dormir un poco." Antes de que Harry pudiera comentar, un aleteo en la ventana llamó su atención y la de Tonks hacia una lechuza que portaba un periódico. "¿Puedes coger eso? Hay algo de cambio en ese frasco al lado de la ventana".


"Seguro." El mago empalmado hizo lo que Tonks le pidió, levantándose del sofá y cruzando la habitación, dejando caer algunos Knuts en la bolsa alrededor de la pata de la lechuza y luego recuperando el periódico que el pájaro solo soltó una vez que había pagado. Desenrolló El Profeta y miró la portada. '¡El Ministerio nombra a la Bruja Oscura como Alta Inquisidora de Hogwarts!' Él sonrió. "Parece que la misión de Sirius fue un completo éxito." Se giró para mirar a su amigo Auror. "Probablemente debería regresar a Hogwarts antes que Umbridge... hmm".


Nymphadora estaba de espaldas a él y aparentemente no estaba escuchando. Parecía que había aprovechado la ausencia de Harry para apoderarse de su lugar en el sofá, su cuerpo tonificado ahora ocupaba todo el largo de ese mueble en particular. A juzgar por sus suaves ronquidos, también estaba muy dormida.


"...Entonces supongo que te veré más tarde." Dejando el periódico sobre la mesa, Harry se dirigió a la cocina. Una vez que estuvo lo suficientemente lejos como para estar seguro de no despertar a la bruja dormida, estalló en llamas y luego desapareció del apartamento de dos habitaciones.





El destino elegido por Harry era un viejo y polvoriento salón de clases no lejos de la Torre de Gryffindor. Dicha habitación se encontraba en un corto tramo de pasillo que rara vez era transitado por vivos o muertos, por el simple hecho de que no había pasadizos secretos entrando o saliendo del área, ni cuadros, y solo unas pocas aulas abandonadas ante un callejón sin salida.


En otras palabras, muy aburrido.


Aun así, las aulas abandonadas eran justo lo que Harry necesitaba para realizar excursiones no programadas y desapercibidas lejos de la vida escolar. Al abrir el cajón superior del escritorio del profesor, Harry encontró la bata escolar cuidadosamente doblada exactamente donde la dejó. Asimismo, su mochila estaba en el segundo cajón de abajo. Una vez vestido y equipado adecuadamente para el día, Harry colocó su insignia de Prefecto en su lugar, se arregló la túnica y se dispuso a salir de la habitación.


Se detuvo brevemente en la puerta, antes de girarse y barrer su varita de un extremo a otro de la habitación, pronunciando un hechizo que había usado a menudo durante su tiempo bajo las protecciones Fidelius de Grimmauld Place. " ¡Azotar! " Deslizando el foco mágico nuevamente en su bolsillo, Harry frunció el ceño ante los resultados de su no tan pequeño hechizo de limpieza. El suelo estaba fregado en un semicírculo que se extendía a unos diez metros de distancia del mago adolescente, más allá del cual todavía había una espesa capa de polvo. Del mismo modo, el escritorio del profesor y el pizarrón estaban tan limpios como nuevos, mientras que los escritorios apilados en el fondo del salón todavía lucían tan sucios como el cabello de Snape. El mago se pasó la mano por el pelo pensativamente. "... bueno, es un comienzo." Retrocediendo por la puerta, Harry cerró la vieja y pesada puerta y luego se dirigió al Gran Comedor.


Cinco minutos después...


Caminando a través de las puertas gigantes hacia el Gran Comedor, el Prefecto de Gryffindor miró a los pocos estudiantes dispersos que estaban despiertos a esta hora de la mañana. Aproximadamente una docena de Slytherin, un par de Hufflepuff, un mayor número de Ravenclaws y un pequeño grupo disperso de Gryffindors estaban todos sentados en sus respectivas mesas. Cuando Harry se acercó a la mesa ubicada debajo de los carteles rojos y dorados, vio a cierto par de hermanos indios sentados juntos y mirándolo atentamente. Las dos bellezas se separaron un par de pies y lo saludaron con la mano, y Harry tenía toda la intención de aceptar su invitación cuando una voz severa lo atrapó a mitad de camino.


"Señor Potter, al director le gustaría vernos en su oficina."


Maldiciendo coloridamente (en su cabeza, claro está), Harry se volvió hacia el Jefe de Casa. "¿Supongo que esto tiene algo que ver con la portada del periódico de hoy?"


McGonagall asintió bruscamente. "Adivinas correctamente, Potter." El leve ceño fruncido en el rostro de la educadora se profundizó ligeramente, aunque era claramente una expresión de preocupación por su estudiante más que cualquier tipo de enojo. "El Ministro Fudge y la Profesora Umbridge ya están allí, así que le recomiendo que se comporte lo mejor posible y piense con mucho cuidado antes de hablar; por muy tonto que sea, el Ministro también es un político con algunos asesores muy tortuosos y cuestionables".


"Debidamente anotado. Supongo que el lado positivo de esa pequeña nube de tormenta es que el peor de los asesores de Fudge ha desaparecido misteriosamente."


La respuesta del animago felino fue inusualmente suave. "Sí... misterioso. Deberíamos seguir nuestro camino, Sr. Potter; el Ministro Fudge no es un hombre paciente."


"Está bien, sólo tardaré un segundo". Se volvió hacia los gemelos Patil que observaban con curiosidad y se encogió de hombros con impotencia, sacudiendo la cabeza. Las chicas hicieron un puchero y Harry sacó su varita y escribió '¿almuerzo?' en el aire antes de darle la vuelta a la palabra. Cuando los gemelos sonrieron y asintieron, Harry se despidió con la mano y enfrentó a la maestra que esperaba. "Estoy lista cuando tu lo estes."


Minerva lo estaba mirando extrañada. "¿Ambos, Sr. Potter?"


Los ojos verdes se pusieron en blanco. "Debería escribir esto para no tener que repetirlo. Vamos, caminemos y hablemos".


Después de mucho hablar y caminar por los silenciosos pasillos de Hogwarts, el dúo de Gryffindor pronto se encontró de pie junto a la gárgola que custodiaba la puerta de la Torre del Director, la anciana bruja de la pareja parecía claramente tranquila.


"Perdóneme Sr. Potter, por un momento tuve miedo de que hubiera tomado una página del libro de su Padrino. Él es un buen hombre, nunca piense lo contrario, pero como adolescente... bueno... .él 'salió' con muchas brujas."


Harry entendió lo suficientemente rápido y se rió entre dientes. "Playboy, ¿eh?"


McGonagall resopló, no tan divertida como el adolescente alado. "Eso es decirlo suavemente. Gotas de limon."


La gárgola saltó a un lado obedientemente y los dos usuarios de la magia subieron a la escalera mecánica. Menos de un minuto después llegaron a su destino y, al escuchar gritos ahogados a través de la puerta de roble pulido, Harry tomó la iniciativa y empujó la puerta para abrirla, sin molestarse en usar la aldaba.


Inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho cuando encontró una bola de fuego ardiente rugiendo hacia su cara.