prólogo

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Zoro entrenaba día y noche sin parar, no le importaba lo más mínimo, el hambre o dolor que sentía.

En eso se basaban los meses después de la muerte de Kuina.

Entrenamiento, entrenamiento, entrenamiento, días sin descanso.

Comía lo mínimo y solo lo hacía por la insistencia de su maestro.

Tenía varias heridas de su entrenamiento, pero eso no le importaba.

Debía ser el más fuerte espadachín, tenía que cumplir su promesa...

Por eso se dedicaba a entrenar día y noche.

Tenía unas anchas ojeras negras bajo sus ojos y estaba al borde del colapso, pero eso no lo haría rendirse.

Tenía unas anchas ojeras negras bajo sus ojos y estaba al borde del colapso, pero eso no lo haría rendirse

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¿En qué momento se había metido en este problema?

Estaba atado en el mástil de un barco mientras unos piratas se burlaban de él

Habían intentado atacar a algunos ciudadanos enfrente de Zoro por lo que este decidió actuar

Mostró su superioridad en combate a pesar de ser un niño, con su katana wado bien empuñada y su habilidad al máximo

Hasta que entendió por qué su maestro insistía tanto en la alimentación como en el descanso y tratamiento de sus heridas

Un mareo lo abordo de repente lo que aprovecharon esos piratas para atacar dándole un golpe que lo dejo en el suelo

Y despertó ahí atado al mástil, no sabía exactamente que iban a hacer con él solo, buscaba la forma de liberarse forcejeando sus muñecas atadas

"Deja de forcejear mocoso, te cortaras las muñecas y no te compraran muerto"

Zoro hizo caso omiso y forcejeo aún más

"No importa si muere, aun así nos pagarán bien por esta katana"

Un pirata tenía en sus manos a wado mientras Zoro le daba una mirada de muerte

"¡No sé atrevan a venderla!"

La cuerda quemaba sus muñecas y ardían

"¿Y como lo piensas evitar mocoso?"

Los demás se burlaron, no duró mucho, ya que el barco se empezó a mover con violencia, lo que altero a todos

Uno se asomó a la cubierta y empezó a gritar

"¡Es Mihawk!"

Todos se horrorizaron y empezaron a gritar

"¡¿Qué rayos hace el aquí?!"

Grito uno corriendo, el barco se movió con más fuerza, y Zoro pudo observar como era cortado a la mitad

De repente sintió sus manos libres, sin pensar en el porqué se levantó como pudo

El pirata que tenía a wado estaba cayendo al agua, corrió como pudo para alcanzar a wado, estuvo a centímetros de tomarla pero no fue suficiente

Callo en el suelo sosteniéndose, el barco se hundía rápido, pero aun así seguía intentando alcanzar a wado

De la nada pudo ver un pequeño bote en el cual una persona logró atrapar a wado

A pesar de la dificultad, logró pararse en la cubierta, la cual se estaba hundiendo

"¡Devuélvemela!"

El hombre lo volteo a ver mientras sostenía la katana

"¿Te pertenece?"

Zoro asintió intentando alcanzarla pero no lo lograba

"Aunque te la devuelva, ¿Cómo piensas llegar a tierra con ella?"

"¡Ese no es tu problema!"

Estaba a punto de sostenerla, pero cayó al agua, ya no había una superficie en la cual pararse, solo quedaba nadar

Pero se sentía muy débil, no sabía cuánto tiempo había estado en ese barco, pero no parecían ser pocas horas

Nado tanto como pudo al barco hasta que su vista se nubló

"No otra vez"

Sus pensamientos solo lo bombardeaban con recuerdos

"No por favor... Kuina"

Y por fin cerró los ojos

Y por fin cerró los ojos

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"Kuina..."

Zoro estaba en una cama dormido murmurando ese nombre una y otra vez.

El hombre que estaba a su lado puso un paño húmedo en su frente.

"Moverse con tanta fiebre siendo un niño, es admirable"

En la esquina de la cama estaba reclinada wado

La puerta se abrió y entro una niña pelirosa de unos 10 años

"¿Quién es él?"

Se aferró a la pierna del mayor viendo al niño peliverde

"Se quedará aquí un tiempo, Perona podrás preguntarle su nombre cuando despierte"

Acaricio la cabeza de la niña para que dejara de preocuparse








































Me empiezan a gustar este tipo de historias tan tiernas

Zoro Necesita Atención Donde viven las historias. Descúbrelo ahora