Alan va a la guerra

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Todo empezó a desmoronarse cuando llegó esa carta pidiendo de que fuera a la guerra, realmente me quedé en chock cuando leímos esa carta.
Todo iba tan bien, todos estabamos muy felices, con nuestra hermosa niña.

Llega Alan a la habitación y me dice con un nudo en la garganta:

-Las amo mucho a mis dos princesas, se cuidan mucho, las Extrañaré demasiado.
-Nosotras también te extrañarémos como no tienes una idea, ¿Cuando te irás?
-Mañana mismo.
-Te cuidas mucho Alan.
-Si.

En la mañana siguiente estaba ahí parado con una mirada triste y lágrimas de tristeza en sus ojos azules con verde, jamás olvidaré ese momento tan triste.

Al momento de irse, le doy una cadena donde traía la foto de nosotros tres, yo sólo no paraba de llorar, el me abraza tan fuerte y se despide con un tierno beso, cuando subió al avión voltee a mi alrededor sólo podía ver muchas familias con varios hijos, novias y amigos también.

Todo era tan triste, llegué a casa, y sólo le pedía a dios que lo regresara bien a casa, nada era igual sin el, la casa se sentía sola sin su presencia.

Ana iba a visitarme todos los fines de semana si falta, Jesús venía a mi casa para ayudarme a hacer comida y a cuidarme a la bebe.

Terminamos súper cansados Jesús y yo después de limpier toda la casa, cuidar a la niña y hacer comida, nos sentamos en el sillón a ver la televisión, quedé rendida, me recargue mi cabeza en su hombro y el me acaricia la cara y el cabello, estaba tan agosto que me quedé dormida.

A la mañana siguiente amanecí acostada en la cama, Jesús ya se había ido, supongo que me cargó hasta mi cama.

Me llega un mensaje de Jesús diciendo:
-¿Como amaneciste?
-Bien, me quedé dormida ¿No es así?
-Si, te llevé a tu cuarto, espero y no te haigas enojado.
-No claro que no, al contrario, gracias por todo.
-No hay nada que agradecer.

Ya había pasado un mes desde que Alan se fue a la guerra, lo extraño demasiado.

Este fin de semana Ana nos llevó al centro comercial, la bebé estaba muy feliz.
En la tarde llegó Jesús a ayudarme, me he acostumbrado a que el venga a casa, es muy bueno con mi hija, se nota que la quiere mucho, eso me hace sentir bien y agradecida con el.

Estas últimas semanas he estado esperando a que llegara una carta de Alan, pero no ha llegado nada, esperó y se encuentre bien, me es tan difícil sólo el pensar que algo malo le pasara.

Llevé a mi hija a la cafetería donde solíamos ir yo y Alan de jóvenes, le compre una rebanada de pastel, sólo comió un poco.
En ese instante empezé a recordar todos los momentos que había pasado con Alan de jóvenes hasta ahora, es de esos momentos en los que de repente te llegan los recuerdos a la mente, me imaginé que el ya estaba aquí con nosotras sus "princesas" diría el, solo quiera sentir su presencia, el calor de su cuerpo cuando me abraza con sus grandes brazos.

Llegamos a casa y revisé el buzón y había una carta de el, no lo podía creer, la habrí y decía:

Toda una vida junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora