-Entre las sombras del perdón-

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—El Gran Comedor de Hogwarts estaba envuelto en un silencio tenso mientras Hermione Granger, Ron Weasley y Harry Potter ocupaban su lugar en la mesa de Gryffindor. Sin embargo, la atmósfera estaba cargada de una energía palpable, llena de resentimiento y dolor que parecía emerger de las sombras de los años pasados.—

—Hermione se sentía como si estuviera atrapada en una pesadilla interminable, donde los recuerdos dolorosos de su primer y segundo año en Hogwarts se arremolinaban a su alrededor como sombras oscuras. Recordaba vívidamente los días en que Draco Malfoy, con su cruel sonrisa y su mirada despectiva, había hecho de su vida un infierno en la tierra.—

—Ron, por su parte, miraba a Hermione con preocupación, sintiendo un nudo en el estómago al ver el tormento que ella parecía estar experimentando. A pesar de sus mejores esfuerzos por consolarla, no podía evitar sentir una punzada de celos cada vez que veía a Karl Malfoy, el hermano menor de Draco, mirándola de lejos.—

—Harry, por otro lado, estaba más preocupado por los peligros que acechaban en los oscuros pasillos de Hogwarts que por los problemas personales de sus amigos. Sin embargo, no podía ignorar la tensión palpable entre Hermione y Karl, y se preguntaba si había algo que pudiera hacer para ayudarlos a reconciliarse.—

—La oportunidad de resolver sus diferencias llegó durante una clase de Encantamientos, cuando el profesor anunció que los estudiantes serían emparejados para practicar hechizos avanzados. Con un suspiro resignado, Hermione se encontró mirando a Karl, quien la observaba con una mezcla de esperanza y ansiedad.—

—Hermione, necesitamos hablar, aunque sé que me odias con tu alma. Pero de verdad quiero estar bien contigo.—dijo Karl, con voz temblorosa—. Siento mucho haberme ido sin decirte nada el año pasado. No fue mi intención lastimarte.

—Hermione lo miró con incredulidad, sintiendo un nudo en la garganta mientras luchaba por contener las lágrimas que amenazaban con brotar. A pesar de sus palabras de disculpa, no podía evitar recordar las noches solitarias y los días oscuros que había pasado preguntándose qué había hecho mal.—

—¿Y qué hay de Draco? —susurró Hermione, con la voz entrecortada por la emoción—. ¿Te olvidaste de él también?, o ¿también olvidaste todo lo que él hizo el año pasado?.

—Karl bajó la mirada, sintiendo un peso en el pecho al recordar las crueldades que su hermano había infligido a Hermione y a sus amigos el año anterior, ya que él no estaba y se sentía muy mal al enterarse de lo que había ocurrido. A pesar de su lealtad familiar, no podía ignorar el dolor que Draco había causado, ni el papel que él mismo había jugado al no intervenir.—

—Lo siento, Hermione, de verdad lo lamento mucho—murmuró Karl, con la voz ahogada por el remordimiento—. No supe cómo enfrentar lo que estaba sucediendo en casa, y cuando me enteré de todo lo que sucedió, ya era demasiado tarde.

—Hermione lo miró con ojos enrojecidos por las lágrimas, sintiendo una mezcla de ira y compasión hacia él. A pesar de todo lo que había pasado entre ellos, no podía negar que todavía lo consideraba su amigo, y que la idea de perderlo para siempre la llenaba de un profundo pesar.—

—Mientras tanto, Ron observaba la escena desde la distancia, sintiendo un nudo en el estómago al ver a Hermione tan vulnerable frente a Karl. A pesar de sus propios sentimientos confusos, sabía que tenía que hacer algo para protegerla, aunque eso significara enfrentarse a sus propios miedos y dudas.—

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