El gran inicio

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Eran las 07:58 pm.

El sol se había escondido dejando que la luna empezara a alumbrar poco a poco la noche. Las luces de los hoteles y grandes estructuras comenzaban a encenderse y era la hora perfecta para la ciudad que nunca duerme.

Música a todo volumen, apuestas, baile y mucha diversión.

En el hotel privado y de lujos se escuchaba el retumbar de los pasos en un pequeño gran pasillo, igual de decorado y con increíbles estructuras como el resto del lugar. La prisa de los pasos aumentaba y se detuvieron delante de una puerta.

— Esperarán aquí por unos momentos hasta que el señor USA llegue. — La voz de uno de los guías los detuvo en seco.

Se refirió a ellos con una pequeña reverencia y abrió aquellas puertas, dando a luz un salón con una mesa en el centro y varios sillones. Al igual que los pasillos y el resto del hotel tenía unos lindos acabados.

— Más vale que no tarde demasiado... la impuntualidad es algo que no me agrada. — Reino Unido una vez más haciendo acto de presencia.

Las demás naciones entraron a la habitación, unas tomaron asiento y otras se quedaron parados como era el caso del Ruso. En la entrada había un mesero con unas cuantas copas de vino espumoso blanco , a lo cual el euro asiático tomó uno para beberlo.

— ha... por lo menos sirve para descansar un poco de estos tacones. — dijó la francesa soltando un leve suspiro de satisfacción.

Llevaba unos bonitos tacones con un lindo vestido azul con brillos. Se veía tan perfecta y tan linda.

— No aguantas nada. — Reino Unido mencionó con burla, a lo que la francesa reaccionó con indignación y enojo.

— DISCULPA no es mi problema que tu pequeño cerebro no entienda lo que una mujer debe de hacer para verse tan siquiera presentable. Pero claro que no lo harías, después de todo seguramente solo te echaste un poco de gel en tu miseria de cabello y te pusiste un traje todo básico que te heredó tu abuelo. No me sorprende que no hayas conseguido pareja con lo estúpido que eres.

La pequeña "burla" de coqueteo se convirtió en una apuñalada en el corazón y un golpe bajo en su ego.

La asiática comenzó a reírse al igual que Alemania. Rusia ignoraba totalmente su charla, o eso fue hasta que el británico alzó la vos.

— Por lo menos me pongo un traje y no vengo con un pantalón negro de mezclilla y una playera mal planchada y mal abotonada como Rusia. Eso si es muy vulgar.

El ruso volteó ante la mención de su nombre y los miro con rareza.

— ¿Por qué todos se arreglaron como si fuesen a una maldita gala?. Van a apostar y beber, no hay necesidad de ser tan formales. Ustedes son los raros no yo.

— ¿Y cómo se supone que vengamos? ¿Cómo si estuviésemos en un carnaval?

— Eso queda mucho mejor a un traje ajustado heredado por el abuelo.

— ¡No me lo heredó nadie maldito ignoran-

— Son las 8 con 9 minutos. ¿Dónde está USA?

El Aleman puso un alto a la pequeña pelea que estaba por empezar. Hizo un recordatorio demasiado importante.

Cada año desde 2015 se seleccionaba una distinta locación para llevar a cabo los juegos, este año era su noveno aniversario de apuestas secretas. En ese mismo año le tocaba a uno de los anfitriones más exigentes, Estados Unidos.

Estaban emocionados por ver que les prepararían en la semana de juego, pero esa emoción se acabó en cuanto vieron que el anfitrión aún no llegaba y eso era raro. Siempre le gustaba presumir de su posición y dudaban que perderá tiempo de poder alagarse a si mismo.

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⏰ Última actualización: Jun 04 ⏰

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