Sesbian lex

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(Esto vendría a ocurrir después de la primera pelea contra Gabriel)


Gabriel se encontró caminando por los pasillos vacíos del limbo, sus pasos eran lentos pero lo suficientemente fuertes como para ser escuchados en toda la habitación. También tenía cuidado de no pisar ninguno de los cadáveres secos que yacían en el suelo. Podía volar, sí, pero por alguna razón que ni él sabía decidió caminar.

No pudo evitar sentir una mezcla entre ira y culpa al mirar lo arruinado que estaba ese lugar, ver toda esa sangre esparcida por el lugar. ¿Cómo pudo permitir que esto sucediera? ¿Cómo pudo él, la mano derecha del Padre, dejarse vencer por una máquina hecha por el hombre? Por un simple objeto.
Todos los pensamientos de Gabriel se desvanecieron cuando sus ojos lo vieron...


La máquina.


¿Qué estaba haciendo aquí? Ya vació toda la capa, ¿qué más podría estar buscando aquí si no era sangre?
Estaba picando el cadáver de un demonio con su pie, su pose comunicaba un sentimiento de curiosidad por la criatura muerta que yacía en el suelo.
La culpa de Gabriel comenzaba a desvanecerse, mientras que su ira no hacía más que aumentar. Esta vez no fallaría, iba a matarlo y asegurarse de que aquella humillación nunca vuelva a suceder, IBA A MATARLO Y RECUPERAR TANTO SU DIVINIDAD COMO SU HONOR COMO JUEZ DEL INFIERNO.
Rápidamente, sacó una de sus espadas y la apuntó a la máquina de guerra en posición ofensiva.

- MÁQUINA- Gritó el ángel con determinación, estaba completamente decidido a ganar la batalla esta vez.


La máquina saltó un poco del susto y al instante se giró para mirar a Gabriel. Ese fue el momento en que el arcángel se dio cuenta de algo.

Su óptica era de un azul claro...

Junto con sus alas... ¿Siempre tuvieron forma de rayos?

Todo su cuerpo también era de un azul mucho más claro, en comparación con la máquina que él había conocido...

Toda la ira de Gabriel fue reemplazada inmediatamente por un sentimiento de confusión. ¿Era esta... una máquina nueva y completamente diferente?
No sabía qué hacer, sentía que no podía moverse, parece que la máquina desconocida sentía lo mismo, confirmando que él, en realidad, no era la máquina sedienta de sangre que Gabriel conoció hasta hace unas horas.

- ¿Quién... quién eres?- preguntó bajando lentamente su espada, pero manteniéndose alerta en caso de que el contrario lo atacara.

La máquina no dijo nada, se tomó unos momentos para mirar al ángel frente a él. Lo miró de pies a cabeza, ¿lo estará escaneando o algo así?
Después de alrededor unos 7 segundos de un silencio incómodo, la máquina decidió comunicar algo.

Lo saludó con la mano.

Gabriel dio un paso atrás, no estaba seguro de como reaccionar al hecho de que la máquina lo estuviera saludando como si fueran buenos amigos.

- ¿Esto es algún tipo de broma?- Se dijo en voz baja, pero también lo suficientemente alta como para que la máquina lo oyera.

Parpadeó dos veces como reacción a su pregunta.

Hubo otro silencio extraño ahora, afortunadamente, este fue más corto. Fue interrumpido por la máquina, quien lentamente comenzó a caminar hacia Gabriel con curiosidad en su ojo.
Gabriel lo detuvo apuntándolo rápidamente con su espada nuevamente. Ahora que lo tenía a tan solo unos centímetros de él, decidió prestar más atención a su apariencia.
Es muy bajo comparándolo con el ángel, ¿1,70 metros tal vez? Tiene un símbolo de rayo a cada lado de su pecho, tiene otros dos similares a cada lado de la cabeza, pero estos son de un color más oscuro.

'Parece que tiene como tema la electricidad', pensó el ángel.

-¿Cuántas de ustedes, máquinas, existen?- Preguntó Gabriel, se le podía notar un leve disgusto al momento de decir la palabra "máquinas".

Se encogió de hombros y luego procedió a decir algo con sus manos. Primero se señaló a sí mismo y luego levantó cuatro dedos.

'Así que hay, al menos, cuatro de ellos... genial.' Pensó Gabriel. Pero para ser honesto, solo la primera máquina que encontró parece estar causando problemas, tal vez mató al resto de esas máquinas antes de entrar al infierno, excepto a la que estaba frente a él, por supuesto.

Gabriel bajó su espada una vez más.

- Mira... ¿Cuatro?- dio un suspiro antes de continuar. - Yo... necesito deshacerme de una máquina similar a la tuya. Y agradecería un poco de ayuda, si no te importa.-

Dios, se sentía patético. Pidiendo un objeto que le ayude a deshacerse de la máquina que le pateó el trasero hace unas horas. ¿Realmente había caído tan bajo?

V4, al parecer ese era el nombre de aquella máquina, hizo un gesto indicando que estaba pensando en la propuesta de alianza del ángel. Luego regresó su mirada a él y asintió.
No iba a mentir, le sorprendió un poco que aceptaran tan fácilmente, o más bien que haya aceptado en primer lugar.

- ¡Oh! Bueno... No nos debe de quedar mucho tiempo, deberíamos ponernos en marcha- dijo mientras extendía sus alas, listo para volar una vez más.

Gabriel se dio vuelta e hizo un gesto con la mano, indicándole a la máquina que lo siguiera.

En un instante sintió como algo pesado chocaba contra su espalda, se giró solo para ver a V4 subido a su espalda, abrazándolo con ambos brazos y piernas para no caerse.
Gabriel suspiró

- Bueno, vamos, supongo...- Dijo confundido por la acción del contrario, para luego emprender vuelo.




Mi fic de ultrakill pero en español lol xdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora