SOCIEDAD DE UNA VIDA•ENZO VOGRINCIC

16•YA NO TENEMOS 18 AÑOS

Narra Julia

Amo a los chicos pero ahora mismo quiero tirarles una maceta a la cabeza. Enzo y yo nos miramos una vez estamos solos y no podemos evitar reír.

Julia: ¿Es otra señal?

Enzo: Puede ser.

Me resulta inevitable acercarme lentamente y volver a besarle. Él baja su mano a mi espalda baja mientras nuestras lenguas inician una animada guerra mientras nos revolcamos por toda la cama. Pasa su otra mano por mi pelo y yo hago lo propio con el suyo. Me subo encima de él y tras unos minutos moviéndonos, besándonos y calentándonos mutuamente coloco su miembro en mi entrada dejando que entre en mi muy poco a poco.

Julia: Ahhh.

Enzo: Dios.

Empiezo a moverme acelerando progresivamente mis movimientos. Baja sus manos lentamente hasta mis caderas provocándome escalofríos. Aprieta estas controlando mis movimientos a su antojo. Yo me agarro de su abdomen para no perder el equilibrio mientras salto encima de él intentando no gritar demasiado. Que los chicos sepan que estamos follando no significa que tengan que oírlo por encima de la música.

Acelero más y más mis movimientos hasta que estamos a punto de corrernos. Y entonces me acuerdo.

El condón.

El pensamiento abandona mi mente rápidamente desesperada por alcanzar ese ansiado orgasmo con mi mejor amigo.

Enzo: ¡La puta madre!

Julia: Joder... Joder.

Caigo rendida a su lado y le observo detalladamente. Cómo su pecho sube y baja por su agitada respiración. Sus ojos cerrados asimilando lo que acabamos de hacer. Esa perfecta mandíbula aún tensa por las sensaciones del orgasmo. Sus labios perfectamente delineados que parecen esculpidos por los dioses del olimpo. Su preciosa melena que se pega a su cara por el sudor de su frente.

El tiempo que me tomo para analizarlo me sirve para darme cuenta de que llevo pensando todo eso toda mi vida. No es algo nuevo. No son las hormonas por acabar de follármele. Que acojone ¿no? ¿Siempre me ha gustado?

Él abre los ojos y gira su cabeza para mirarme. No puedo evitar sonreír.

Julia: ¿Por qué no hemos hecho esto antes?

Enzo: Vos sabrás.

¿Él quería?

Me limito a mirarle sonriente sin saber que decir.

Julia: Feliz cumpleaños.

Enzo: Muchas gracias, chiquita.

...

Cuando bajamos a desayunar todos, y cuando digo todos quiero decir absolutamente todos, están ya en la cocina. No sé que decir. No sé que hacer. No sé si los chicos lo saben. Obviamente Juani, Pipe y Parde si lo saben. Pero ¿y el resto?

¿Cuál es la estrategia? Hacer como si nada.

Julia: Buenos días.

Juan: Y tan buenos.

Dice con una sonrisa burlona a lo que Pipe, que está a su lado, le da un codazo.

Matías: Se levantaron re tarde boludos. ¿Que carajos hacían?

Enzo: Dormir pelotudo. ¿Que íbamos a hacer? Tuve pesadillas toda la noche después de verles a Male y a vos en el baño.

A Male casi se le sale en café por la nariz cuando se ríe.

Pardella: Si, si. Yo también tuve pesadillas anoche cuando...

Pipe le pone un trapo en la boca a Agustín para que no siga hablando. Ok. Parece que no dijeron nada.

Simón: ¿Que carajos hablan?¿Qué me perdí?

Pipe: ¡Ay no! No pregunten. No quieren saber.

Juan: Bueno, capaz Simón quiere saber.

Dice abriendo los ojos como platos.

Simón: Obvio quiero saber.

Julia: No, no quieres saber... te lo digo yo.

Digo intentando terminar la conversación.

Simón: Ay, cariño. Necesitás relajarte, wachita.

Añade empezando a masajear mis hombros. Yo intento no reírme por las ironías de la vida. Yo lo consigo aunque Juani no lo consigue ni de cerca. Y es que a este chico le ha tocado el gordo. La habitación de al lado de la de Simón en Los Ángeles, interrumpir el casi beso de Enzo y yo y después pillarnos follando. Pobrecito.

De alguna forma consiguo escapar de esta pesadilla de conversación durante el desayuno y me voy con las chicas a los asientos del jardín.

Paula: ¿A nosotras tampoco nos vas a contar?

Julia: Ay, es que...

Malena: Ay, no te hagas. Soltálo ya.

Julia:¿Por qué no me contáis vosotras? ¿Qué tal con Della y con Mati?

Paula: Yo genial.

Malena: Yo a Mati hace tiempo que no le veía. El resto es gente que no importa.

¿Cómo gente que no importa?

Julia: ¿Qué? Pero ¿tú y Mati no...

Malena: Tenemos una relación abierta.

Con razón en los juegos estaban tan sueltos los dos. Todo lo contrario a Della y Pauli.

Julia: Ah, joder. Me había asustado por un momento.

Malena: Ahora dale. Decinos. ¿Qué pasó anoche?

Julia: ¿A parte de tú y Mati en el baño?

Pauli estalla en una enorme carcajada.

Malena: No cambiés de tema.

Julia: Enzo y yo... Acabamos follando.

Malena: Ay, la concha de mi madre.

Paula: Con razón no le querían decir a Simón.

Malena: ¿Pero vos y Enzo están en algo?

Julia: No. No.

Malena: ¿Y a que esperan?

Julia: No se, quizás esto no da para más. Por mi estamos bien así.

Paula: Ay no, pero es obvio que él quiere algo más.

Julia: No se. Ni siquiera se lo que quiero. Mi vida es muy... está llena de imprevistos ahora y él es... tan cuadriculado. No sé si funcionaría.

Malena: Ya tienen una edad, tendrían que estar pensando en niños no en estás pelotudeces.

Julia: Te recuerdo que eres más mayor que Enzo y que yo.

Malena: Ya pero Mati está chiquito. ¿Qué le hago?

Julia: Eso te pasa por ser una asaltacunas. Además yo no quiero niños.

Paula: Ay, Enzo sería re buen padre.

Julia: Por eso no salimos. Él quiere niños. Y yo no voy a dárselos. Él tiene que hacer su vida. Ya no tenemos dieciocho años. Tiene que buscar a alguien con quien vea un futuro y una familia. Yo no puedo darle el futuro que él quiere.

Malena: Y no has pensado que igual eso a él no le importa. Creo que él puede opinar aquí. Antes de que vos le apartes, preguntále. Hablá con él.

Paula: Quizá prefiere un futuro con vos que una familia con otra persona. Enzo No parece una persona caprichosa. Y vos le gustás mucho. Yo pongo la mano en el fuego a que a él no le importa.

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Nuevo capítulo por aquí!! Espero que os guste. Porfin! Porfin pasaron más que cosas entre Enzo y Julia. ¿Alguien más salta de emoción?