enemies - rodrivan

19- Te odio.

La puerta principal se escuchó a las seis de la mañana del día siguiente.

Rodrigo estaba durmiendo en el sillón del salón principal, junto al gato, cuando el ruido de la puerta cerrándose lo despertó.

—¿A vos te parece?—preguntó Carrera adormilado, observando a Iván.

—¿Qué cosa?

—Desaparecer así.

—¿Te tengo que avisar a dónde voy, Carrera? tengo veinticuatro años y sé bien qué hago y que no—el viejo Spreen parecía haber vuelto y eso a Rodrigo no le gustaba para nada.

—¿Qué te pasa?—preguntó ofendido.

—Nada me pasa.

Rió sarcástico—¿nunca te dijeron que sos egoísta?

—¿Egoísta? ¿por qué? el único que tenía que saber dónde estaba era José y él lo sabía.

—¿Y no pensas en Valdo? ¿tampoco pensás en mí? nos estábamos empezando a llevar bien y me haces esto.

Iván se replanteó mentalmente todo antes de hablar. Si las cosas seguían así, no sabía de qué era capaz. Todos pensaban que él no podía sentir dolor, pero lo que estaba apunto de decir, en cierto punto causaba algo en su corazón;—¿Llevarnos bien? Carrera no sé que película te comiste, pero...—“perdón” pensó—yo te odio.

Los ojos verdes se cristalizaron, no quiso caer en esa mentira;—No mientas.

—¿Qué?

—¡No mientas! ¿me odias? ¿en serio me odias? ¿¡por qué me cuidaste cuando estaba enfermo!? ¿¡por qué dormiste conmigo!? ¿¡por qué me besaste!?—se acercó a él con un par de lágrimas recorriendo sus mejillas.

—Carrera, por favor.

—¿Por favor? al final, tenía razón. No sos capaz de cambiar, nunca fuiste capaz de cambiar, ¿cómo fui tan mogolico de no haberme dado cuenta? ¿por qué dejaste que te dé una segunda oportunidad?

—¿Se supone que es mi culpa que vos seas tan ingenuo? por eso nunca vas a estar a mi nivel—se odiaba tanto a sí mismo en ese momento. ¿Por qué no podía dejar de ser cruel? ¿por qué no aceptar sus sentimientos? ¿por qué lastimar a una persona que ahora quería?

Rodrigo no podía parar de sollozar, sintió que su corazón dejo de latir por unos milisegundos, algo se había roto en él.
Se sintió tan culpable de haberse dejado llevar por todo, a pesar de que antes no quería, a pesar de que se lo negaba a él mismo, ¿desde cuándo que Spreen le había comenzado a atraer y él no se había dado cuenta? ahora todo se desmoronó para él.

—Me voy—dijo secando sus lágrimas.

—¿Qué?

—Me voy, no quiero estar cerca tuyo. Sos cruel, sos muy cruel. ¿Cuándo vas a madurar? en serio, fui un pelotudo—lentamente subió la escalera, aún sollozando de por medio.

Iván lo observaba a lo lejos y ahora todo estaba perdido para ambos.

[...]

—¡Iván Raúl Buhajeruk Fernández!—gritó José desde fuera de su habitación.

—¡Andate José!

—¡Abrime ya mismo la puerta!—exclamó enojado.

—¡No quiero!—tenía los ojos hinchados después de estar llorando por horas.

Su manager abrió rápidamente la puerta, pues la contraseña no era tan complicada.

—¿Me podés explicar que mierda pasó? Matías me está volviendo loco con eso de que Rodrigo quiere irse.