Capitulo 7: ECOS DEL PASADO

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Aclaración: Las imágenes como personajes de Pokémon no me pertenecen a sus respectivos creadores quienes son: Nintendo, Game Freak Inc. y Creatures Inc.
Lo único que me pertenece es la historia.

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Narrador: Durante dos largos meses, ambos bandos se habían mantenido en constante movimiento, siempre al borde del conflicto. Los cielos se oscurecen con el vuelo de los dragones, y las tierras bajo sus sombras temblaban de incertidumbre. V y el Rey Dragón no se permitían el lujo de bajar la guardia, siempre atentos a cualquier señal leve de cambio en el viento que pudiera revelar los planes del otro. Sus ejércitos, tensos y en alerta, aguardan el momento en que la delgada línea entre la estrategia y la batalla se rompiera. Ambos sabían que en ese delicado juego, un solo paso en falso podría condenarlos.

Al mismo tiempo, había un temor latente: "¿Y si el enemigo ya estaba un paso adelante? ¿Y si, a pesar de sus mejores esfuerzos, ya habían sido descubiertos?

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Cubierto por una túnica negra que ocultaba su género y apariencia, V se encontraba en una montaña mirando el horizonte. Donde deberían estar sus ojos, la mirada permanecía fija hacia adelante. El aire cargado de humedad hacía cada respiración densa, como si la atmósfera misma anticipará la tormenta inminente.

El batir de las alas de los dragones retumba en la lejanía, su poderoso aleteo transmitiendo su presencia a quienes los escuchaban. El susurro del viento traía el aroma salado de un mar lejano.

El tiempo avanzaba y V observaba un reloj de bolsillo roto pero funcional. El vago recuerdo de aquella noche lo acechaba: una casa en llamas, su propia voz pidiendo ayuda en un mar de llamas junto con el olor de las cenizas quemando la madera. Cerró la mano con fuerza alrededor del artefacto, la rabia visible pero fugas.


???: Mi señor, es tiempo de movernos. Me informan que los dragones que patrullan cerca pronto llegarán a nuestra posición.


V: Gracias por la información. Diles a todos los que se pudieron infiltrar en el reino vecino que estén atentos a nuevas órdenes y prepárense para cuando se necesiten.


???: Entendido, señor.

-Una reverencia por parte del seguidor mostrando su respeto-.


Ambos se alejaban de aquel lugar rumbo a su guarida, una de las múltiples que habían creado con el tiempo transcurrido para poder tener todo listo para el siguiente paso.


[Ciudad Luminalia - castillo del Rey Dragón]


El gobernante se encontraba en su estudio, sentado sobre su silla, recibiendo mensajes que reportaban la misma noticia: de momento no se encontraba nada. Un pesado suspiro causaba que el aire acumulado en sus pulmones se libera lentamente. Cerró los ojos para abrirlos nuevamente estando muy cansado por el tema de esas personas más especificar de "El".


El clima nublado captaba su mirada; las nubes grises como si una tormenta se aproximaba, demasiado pronto para sus pensamientos: (¿Dónde estará ese malnacido?... Es como si supiera cada paso que doy para buscarlo... Es tan frustrante todo esto...).


???: Suspira

Creo que me tomaré un descanso y mandaré un mensaje para que los reyes de otros reinos vengan... Espero haber tomado la mejor decisión para mi pueblo.


La mirada del gobernante se apartó lentamente de la ventana. Se enfocó en los documentos y comenzó a escribir una carta para avisar a los demás gobernantes sobre lo que estaba pasando. La pluma rasgaba el papel, un recordatorio de la urgencia de la situación.


La puerta de su estudio se comenzaba abrir con un sonido chirriante. Dando su atención miraba al mensajero que había entradas, inclinándose respetuosamente.


Mensajero: Señor, la búsqueda continúa, pero hasta ahora no ha habido nada.


???: Asintiendo en entendimiento, aun así el cansancio era muy evidente en su rostro por la fatiga.


Se que no hubo nada por los mensajes que me trajiste hace unas horas atrás, te agradezco que de igual manera hayas vuelto a venir para informarme. Informa a los demás que sigan monitoreando; no podemos permitirnos bajar la guardia en estos momentos.


El mensajero salió, dejando al gobernante solo con sus pensamientos. Observando la ventana, se permitió otro suspiro.


El adulto de cabello blanco continuaba con la carta, la pluma rasgando el papel nuevamente pero su letra era elegante demostrando práctica en su forma de escribir donde nadie podría falsificar su autoría usando su firma.


Luego de varios minutos terminaba la carta, llamando a su asistente dándole una orden, la carta estaba hecha de un fino papel blanco, donde en el centro había un sello imperial de color rojizo pero demostrando quien lo mandaba.


???: Lleva esto a los reyes de los otros reinos inmediatamente. Diles que su presencia es crucial.


El gobernante miró a su asistente alejarse, su mente aún atrapada en la tormenta inminente tanto dentro como fuera de su castillo.

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⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

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