Capítulo 4

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-Oye. ¿Está bien si reparto estas cartas en algún momento esta noche? -Floriana nos espetó con su actitud de siempre.

-Bueno, espera. Tú eres la que quería que Melissa enseñara sus bragas a todos -le lancé de vuelta. Era verdad, por supuesto, solo que había salido mal. El resto de nosotros nos había gustado lo que habíamos visto, y por lo tanto su objetivo de humillar a la pobre Melissa no se había cumplido

-Bueno, ¿quién te ha preguntado, Katie?

Arqueé una ceja. -Tú, en realidad.

Finalmente, Melissa ganó una, para disgusto de Floriana. Puede que la haya ayudado un poco, tenía un doble par y estaba en camino a un posible full house cuando me retiré. Chyler y ______ también tiraron sus cartas antes de que se repartiera la séptima carta -abierta-, aunque no puedo decir si sus motivaciones eran las mismas que las mías. Un color muy bueno superó a las tres ases de Floriana, y la virtud de Melissa estaba a salvo. Por ahora.

______ recogió las cartas en una pila y comenzó a barajar. Anunció el siguiente juego: -Bitch. - Por un momento, realmente pensé que estaba lanzando una maldición a nuestra némesis al otro lado de la mesa. Miré por allí, y Floriana respondió con una risa desagradable.

-Drop de tres cartas,- continuó ______. Agarró las dos cartas restantes en la caja de Bicycle Playing Cards y las cortó en la baraja. -Los comodines son comodines.-

-¿Sólo tres cartas?- Pregunté. Chyler y ______ me lo explicaron brevemente.

Sí, a cada uno se nos repartiría una mano de tres cartas, con las que formaríamos la mejor mano de póker posible. Las clasificaciones también eran un poco diferentes: un color y trío eran las manos mejor clasificadas, seguidas de una escalera, luego un color, y una pareja.-Genial. Entendido.- Mi mente trabajó fervientemente para memorizar esta información mientras ______ repartía.

Me tocó un rey, un seis y un dos. De entrada, no tenía idea de cuán buena podría ser esta mano, o cuáles eran las probabilidades de obtener una mano mejor, pero solo había diez fichas en el bote en este punto.

-Uno, dos, tres, drop,- ______ llamó. Yo sostuve mis cartas. Todos los demás también. Chyler tenía uno de los comodines, lo que le dio un par de nueves, venciendo al resto de nosotros. Recogió sus diez dólares, y el resto de nosotros tuvimos que igualar, llevando el bote a cuarenta.

Esta ronda de -Perra- duró más que la anterior. En consecuencia, el bote continuó creciendo, y, por el contrario, las fichas delante de cada jugador comenzaron a menguar. Especialmente ______ y Chyler, que estaban reteniendo las cartas casi todas las veces. La cosa se puso intensa cuando Chyler se quedó sin fichas y tuvo que hacer una ofrenda, en este caso, metió la mano bajo su chaqueta para quitarse habilidosamente el sujetador. Arriba, su modestia ahora consistía en un solo botón sobre su pecho.

Y se puso más caliente aun cuando el par de ases de ______ perdió ante el color de diamantes de Floriana. Con un suave -uh oh- acompañado de su sonrisa encantadora, señaló que se había quedado sin fichas. -Parece que tendré que estar más cómoda entonces -susurró. Fijándome directamente con su mirada fría, empezó a desabotonar deliberadamente la camisa de uniforme azul.

-Umm. Para proteger y servir -bromeó Chyler.

-Lo sabes -nuestra amiga susurró. Se quitó la camisa, revelando el sostén azul marino de encaje, que apenas contenía sus hermosos pechos. Tuve que recordarme a mí misma que cerrara la boca y no mirara fijamente, casi logrando ambas cosas. Estaba segura de que estaba a punto de ser burlada por mirar fijamente como algún adolescente, pero nadie dijo nada. Ni siquiera la omnipresente Floriana. Arriesgando un vistazo alrededor de la mesa, vi la razón: todos los demás estaban tan absortos como yo. ______ disfrutó de la atención por un momento, luego chasqueó los dedos.

Jugando Al Límite || Katie McGrath Y Tú (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora