𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉𝓈•𝒫𝒶𝓌 𝓅𝒶𝓉𝓇𝑜𝓁

II

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—¡¿Pero que mierda ha pasado?!— Exclamó la cockapoo en su modo alarma, sus ojos se abrieron en angustia.

Todos la voltearon a ver, una fracción de segundo sus miradas se posaron en Chase, algunas estaban molestas mientras que otras decepcionadas, la única diferente fue la de Marshall, sus ojos azules solo expresaban tristeza y una pizca de rencor, claramente nadie no habían olvidado el ''accidente''.

—Incendio. Tiroteo. Escuela— Respondió el mestizo con voz gélida, sus brazos se cruzaron en su pecho, su ceño estaba fruncido, no muy alegre de ver al perro policía—. Nada serio.

—¡¿Como que nada serio?!— Bramo Marshall con cierto tono de disgusto—. Es una puta escuela la que esta en llamas y encima paso por un tiroteo, ¿Me estas jodiendo?

—Marshall, cálmate— Dijo el colombiano en un tono dócil y tenue mientras se ponía a lado del Dálmata.

Rocky rodo los ojos mientras chasqueaba la lengua, raramente el perro de ojos azules se molestaba pero le daba igual, siempre era lo mismo.

—Lo que sea—.Musito para luego devolverse hacia lo otros dos—.Igualmente, ¿Se quedaran ahí parados? Digo, no es como si alguien además de nosotros fuera a rescatar a esos miserable niños.

La chica asintió inmediatamente y se fue a su habitación a cambiarse rápidamente su ropa, en cuanto a Chase, se quedo helado unos momentos en su sitio, sintiendo como todos lo miraban fijamente con molestia y decepción, y una de rencor y dolor, se sentía incomodo y nervioso, como si estuviera desnudo en frente de todos aunque no lo estuviera.

En un intento de escapar de las observaciones, se fue corriendo devuelta a su cuarto, casi golpeándose con la puerta mientras la cerraba, se recostó en ella con un desagradable sentimiento de culpa, no tenia la intención de dejar a Marshall morir por ese hombre en ese momento, pero no quería dejar que el hombre se saliera con la suya con todo  el daño que había echo.

—Tengo unas ganas de...

—No le haga caso a ese güevon, es un pinche egoísta—. Interrumpió Zuma con tono de disgusto.

—Pero igualmente, Marshall no se merecía eso—.Volvió a hablar Rocky—.Marshall no merece a Chase.

Todo esto lo escucho el policía detrás de la puerta, aguantando las ganas de llorar, todo el mundo lo veía mal desde ese entonces, quiere arreglar las cosas, pero no sabe ni por donde empezar.

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En cuestión de minutos ya se hallaban en el lugar, apenas tuvieron tiempo de cambiarse las ropas de dormir por la urgencia. Las balas estaban esparcidas por el suelo mientras que las llamas se encontraban en todo el edificio, los gritos resonaban por las calles y y la desesperación se notaba en el ambiente.

Los canes se bajaron de sus carros, se dirigían hacia la escena mientras Chase hablaba por el comunicador:

—Skye, aleja a las personas del edificio—Le mencionada asintió e hizo lo que se le dijo—. Zuma, Rocky, vigilen que no hayan heridos. Rubble y Marshall— Pronunció el nombre del dálmata con algo de dificultad, no podía decir su nombre con normalidad después de todo lo que ha sucedió entre los dos—. Traten de apagar el fuego, yo me encargo de sacar a las personas de la escuela.

Los demás solo hicieron lo que se les dijo, las personas se alejaban del edificio unos un o dos metros, el bulldog y el dálmata sacaban las mangueras y proceder a tratar de apagar las llamas, mientras que Chase se adentraba a la escuela con un trapo en la nariz impidiendo que el humo entrara en sus pulmones.