— Ah... ¡Ah! — Gimoteaba el pelinegro, luffy, mientras sentía como manoseaban todo su ser. Sus muslos, aquellos regordetes muslos que el poseía sentía como eran amasados por unas manos expertas, bastante expertas a decir verdad y sobretodo grandes. Sus pezones, una lengua juguetona succionaba un de ellos y el otro, ya había recibido atención, por lo que estaba todo rojo aquel botón de color marrón con toque rojizo, y lleno de baba, mordidas, chupetones y en su estómago, una gran polla que no era suya descansaba encima, palpitando de ves en cuando, era roja, grande y gruesa, díos uno que otro bello la acompañaba. — Ah... ¡Espera! Ah... Aún no quiero ve... Venirme..! — Decía, aquella persona que lo tenía como gata en celo había comenzado a rozar su miembro con el suyo, de forma lenta, después rápida, siguientemente brusca y después con delicadeza, lo estaba volviendo loco ¿Cómo era posible que lo iba a hacer correr tan rápido? Bueno, esa pregunta no importa, el azabache ya se había corrido, y su semen cayo en toda su cara... Ese chico hacia que su resistencia se vaya a la mierda. Pero quería correrse cien veces más. Comenzó a intentar detenerlo, necesitaba todo más lento o sentía que iba a llorar de exitacion ante todo eso, pero el contrario no hizo caso, solo gruño y se atrevio a decir: — Cállate... No me gusta el escándalo, ni el desorden así que... Se un buen chico y quédate quieto — Dijo un chico pelirosa, se veía molesto, más bien, irritado ante tanto movimiento y queja por parte del azabache, quería que siguiera sus órdenes, se notaba con la mirada penetrante que le estaba dando al monito.
— Ah... — Gimoteaba el monito, de la nada sintió un intruso en su pequeña y sobretodo estrecha entrada, aunque para otros está más que abierta, sentía como era pequeña para la lengua de su contrario, le daba cosa, pues... Por ahí hacia sus necesidades, pero estaba bien lavado obviamente, algunos tenían esa costumbre, esa rara costumbre. Aquella invasora se movía bastante bien, se movía en círculos grandes y a veces levantaba sus paredes, por lo que soltaba un grito ahogado en esas ocasiones, después de un rato, abrió las piernas del moreno y comenzó a mover su lengua, sacándola y metiendo la de nuevo, se sentía tan bien aquella simulación de estocadas. De pronto sintió unos dedos junto a la lengua, eran jodidamente largos y algo gruesos, la lengua se retiró dejando paso de estos, comenzaron a atacar su entrada apenas entraron por completo, entraban y salían con una velocidad impresionante ¿Cómo era posible? Le estaba rompiendo el culo literalmente con solo la mano.
— Porfavor... Métela de una vez... — Suplico el monito que no aguantaba más, necesitaba aquella verga dentro suyo de una vez por todas, incluso juraba que media más de 20, queria mamarla, comerla entera, y no solo de boca, quería que su culo la trague como si no hubiera mañana, y que se frote contra sus pezones, cabe de aclarar que sus pezones eran bastante grandes
— Eso quieres? Ruega por qué la meta, que te haga llorar, que quieres que te folle hasta que no sientas las piernas, Luffy-San. — Dijo su opuesto con una sonrisa pícara, mientras simulaba embestidas con su gran amigo en la entrada de Luffy, Era tan... Erótico.
— Ah... Coby. — Por alguna razón conocía aquel nombre, pero a la vez no ¿Quien es Coby? No le suena, pero sabe que el que lo iba a follar se llama Coby. — Porfavor dame tu polla, métela dentro mío...—
— A tus órdenes. — Dicho esto, entro de una dentro del monito, y comenzó a embestirlo, aquel chico parecía que quería matarlo a vergazos, literalmente. Nuestro monito apenas entró se aferró al pelirosa, mientras gemía como loco, sus gritos en forma de gemido se escuchaban seguro por toda la universidad, espera ¿Universidad? Entre tanto pensamiento no se dió cuenta que habían pasado más de 20 minutos y cuando se dió cuenta, sintió un liquido en su interior, junto a el eyaculando. Iba a subir la mirada para ver a su acompañante en aquella escena tan erótica que tuvieron, pero cuando iba a lograrlo, desperto.
— ¡Ah! ¿Eh? Un... Sueño?— Se pregunto así mismo, al parecer estaba en lo correcto, pero ese sueño... Le dejo un gran problemita, y un buen charco en sus pantalones.
— LUFFY VAS A LLEGAR TARDE! — Escucho la voz de su abuela Dadan, al menos adoptiva, quien cuidaba de el y Ace, quien era su hermano mayor, le pasaba 3 años.
— ¡Ya voy vieja! — Dijo para alistarse, un pantalón que resaltaba su muslos, bueno, le quedaba apretado porqué se equivocó de talla, y una camisa de color rojo y un saco negro, sin falta, su sombrero de paja de la suerte es lo que se habia puesto.
Momentos más tarde, llegó a la universidad justo a tiempo.
— ¡Chicooos! Necesito su ayuda. — Menciono el monito como si fuera una misión súper importante, mirándolo muy seriamente, y sin falta alguna, llegó como un niño lleno de energía y golpeó la mesa en la que estaban sentados todos; Zoro, Nami, Ussop, Sanji, Chopper, Robin, Franky, Brook y por último, Jimbei.
— ¿Ahora que? — Dijieron al uniso, el azabache era de pedir muchos favores, a veces o la mayoría del tiempo eran egoístas.
— ¿Alguno sabe quién es "Coby"? — Dijo con un tono rojizo en sus mejillas, se veía nervioso ante la pregunta dada, se notaba por si expresión, que mordía su labio inferior y sus ojos decían todo, y sus manos y piernas se movían de forma compulsiva.
— Es nuevo, de primer grado, por lo que tengo entendido — Dijo Zoro, que se juntaba de vez en cuando con los de primero, era inevitable que no lo conociera. — ¿Por qué la pregunta? — Interrogó al menor.
— Por nada... — Obviamente recibió una mala mirada por parte de sus compañeros y tuvo que decir: —Bueno soñé con el — Dijo de forma rápida, y avergonzada sobre todo, mientras apartaba la mirada.
— Lo conoces? — Otra vez preguntaron, al mismo tiempo.
— No... Solo soñé con el y ya, pero... Creo haberlo visto... — Dijo algo no tan decidido, era notorio que no estaba del todo seguro.
— Bien, entonces ¿Y si lo conoces? Tal vez te ayude. — ¿En qué? Era la pregunta del millón, solo empeoraría las noches de sueño seguramente. Lastimosamente todos estuvieron de acuerdo y justo en 4 días se iba a hacer una fiesta tonta de disfraces, y todos los grados estaban invitados.... Esto no estaba nada bien.
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Por otro lado.
— ¿No crees que tú hermano está un poco... ¿Ya sabes? Me está preocupando. — Dijo Sabo, mientras miraba a Ace, su mejor amigo, y tambien el dueño de sus ojos. Estuvo hablando con Ace, pero al parecer no se podría hacer nada ante la situación, solo quedaba que a luffy no le dé sida o algo parecido.
Este chico no tuvo el coraje para decirle al de pecas que le gustaba mucho.
