Solo en mis sueños

Subconsciente

Creí que cuándo te volviera a ver sabría exactamente que hacer, que podría controlar mi sueño y hacer exactamente lo que yo quisiera.

–Hola. –dijiste de la manera más tranquila que pudiera imaginar y eso pareció alterarme aún más.

–Hola. –respondí en apenas un susurro.

–Te ves muy bonita hoy, Alana.

–Sabes mi nombre. –te mire a los ojos y una sonrisa se formaba en tu rostro a medida que hablaba –¿Cómo es que sabes mi nombre?

Te reíste en mi cara y en ese momento podía sentir la desesperación latir en mi corazón. "Respóndeme, por favor" Mi subconsciente hablaba pero en mi sueño yo únicamente te miraba.

–Claro que sé tu nombre, Alana. –tomaste mi mano y mis ojos únicamente te miraban, parecía congelada, no me movía por miedo a despertar, lo que me parece curioso es que eso era lo único que podía controlar –Solo lo sé, Alana.

–Alana... Me llamo Alana –realmente no sé lo que trataba de lograr repitiendo mi nombre, pero en el momento que te tuve frente a mí, deje de tener el control de la situación.

–Muy bonito nombre a mi parecer.

Te acercaste a mi hasta que la distancia entre nosotros era casi inexistente, mis ojos estaban fijos en los tuyos. Insisto, me pierdo en la intensidad del verde que tienen.

Una de tus manos se poso dulcemente en mi mejilla mientras la otra acariciaba el cabello sobre mis hombros.

–¿Te quedarás más tiempo hoy?

¿Que? Eso no era lo que quería preguntar ¿O si?

No claro que no ¿Por qué mi subconsciente me traicionó?

Tu solo sonreíste mientras acariciabas mi mejilla, no podía dejar de mirarte cuando la realidad es que quería preguntar. Preguntarte tu nombre y si es que eres real, porque, si yo soy consciente de que esto es un sueño, quizás también tú sepas que está no es la realidad.

Me gustaría que mi corazón se hubiera desacelerado, que verte no me causara emoción, pero esa misma reacción fue la que me trajo a mi realidad sin respuesta alguna que me ayudara a saciar. Saciar esta duda que me consume y que día con día me hace desear la noche, para así tener la posibilidad de volverte a encontrar.