NUEVE

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A este punto, Namjoon estaba a nada de tomar los papeles de divorcio y aventarse por la ventana no si antes dejarlos firmados en la mesa de su casa.

Los últimos días había estado tratando de que Yoongi supiera de una buena forma el que un bebé está creciendo en su vientre, las ideas que escogió de Internet se agotaron y si buscaba otras páginas le ofrecían las mismas.

Se encontraba en su sillón favorito, comiendo un poco de helado que compró a un señor que pasó por su casa y tuvo que correr detrás de él ya que no lo escuchó a la primera.

Había desperdiciado más de un mes en su obsesión por ideas bonitas y construir un hermoso recuerdo de el momento en que Yoon se entere que es padre que se olvidó de muchas cosas que quería hacer.

Canceló una cita con el estilista para tintar su cabello en un color anaranjado que compró personalmente, se suponía que iba a invitar a Jimin a almorzar.

No, no es tu culpa pequeño pensó echando la cabeza hacia atrás y observando el techo color crema Es mía, creo que me emocioné demasiado.

Suspiró posando una de sus manos sobre su vientre para moverla ligeramente en una caricia con cariño, imaginó por primera vez como sería su vida con la llegada de el bebé.

Sin duda, amaría mimarlo, darle de comer lo que más le guste, ayudarlo en sus tares y hacerlas cuando no entendiera, vestirlo cada mañana que salga a la escuela, pelearse con las madres que se atrevan a hablar de él de forma maliciosa, también se pelearía con los otros niños que pudieran hacerle algo, salir los domingos con los dos amores de su vida al parque que fue testigo de el día en que Yoon se arrodilló para pedirle matrimonio, si tiene novia o novio le daría una plática exhaustiva de lo que está bien y lo que no.

Soltó una risa al verse sumergido en una historia en base a sus ilusiones para el futuro, siempre había sido muy soñador.

Como a la vez que durante un viaje escolar, se soñó audicionando para ser un Idol y que su grupo sería el mejor del mundo pero al despertar negó ante la idea. No cumplía con los estándares de un Idol, quizás su esposo si, pero el prefiere una vida tranquila.

La noche cayó, comenzó a preocuparse porque su esposo normalmente llegaba a las seis de la tarde y el reloj de pared marcaba las nueve.

Tomó su celular dispuesto a llamarlo, buscando el número en la lista de contactos pero antes de presionar el botón de ''llamar'' la puerta fue abierta.

Yoongi entró a la casa con su maletín en un mano y en la otra cargaba una bolsa pequeña que seguro cabría en su bolsillo del pantalón pero decidió llevarla así hasta su hogar.

-Llegué-anunció al pisar la sala- te traje algo-

Extendió la bolsa hacia su esposo quien la tomó, de su interior sacó una cajita pequeña la cual abrió encontrando un precioso collar con un sol sonriente.

-Mi jefe me pagó el doble por mi desempeño en este mes, y vi esto en una joyería cerca de la oficina así que decidí comprarlo para ti-dijo jugando con sus manos-  espero te guste-

-Es hermoso, eres el mejor esposo del mundo-besó su mejilla con entusiasmo

Se dio la vuelta para que pudiera abrocharlo a su cuello, lo cual el más alto hizo con una sonrisa satisfecha. La cadena se ajustaba perfectamente.

Namjoon pensó que era un buen momento, para ser sincero y dejarse de bobadas.

-Yoon, debo decirte algo-dijo









































HYUNG! I'M PREGNANT~~YOONNAM------[ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora