Amame mas, poco a poco

De poco a poco te amare mas.

Finca Mariposa, después de la pelea final.

Para Kanao no era nuevo; más bien, para nadie lo era, todos sabían que luego de la derrota de Muzan ambos chicos habían puesto sus cabezas en la corriente.

No era extraño, llevaban unos años siendo novios, incluso siendo mencionados por Aoi como "Tórtolos en recuperación emocional y física".

Por suerte, había pasado casi que cinco años, pero seguían con las heridas y el peso de la muerte de pilares entregados a su valentía para salvar a la humanidad, claro que no era fácil, pero tenerse de apoyo el uno al otro los ayudó, desde ese día en el que ambos ojos ciegos se compartieron una cálida sonrisa bajo ese árbol de cerezos a quien Kanao le proclamó victoria.

Habían pasado, que, ¿muchos meses? Unos casi cinco años llenos de procesos difíciles de recuperación, sin embargo estar juntos no se los hacía tan difícil, y lo mejor, ¡era primavera!

Acercándose a la fuente frente a la entrada, Tanjiro sonría mientras tomaba agua de manera descarada.

Mientras tanto, Kanao estaba descansando con Aoi, viendo a las niñas jugar con el chico mayor, sus amigos y por supuesto, su hermanita, que apesar de las edades diferentes aun disfrutaban de un buen juego con las niñas.

—¡Toma! Exclamó Tanjiro tirándole un manotazo de agua a Inosuke.

—¡Estupido! Dijo el chico abalanzándose a él.

Kanao intentó levantarse, pero la mano de su amiga Aoi la llevo a sentarse de nuevo, pues ellas los observaban desde la casa.

Las niñas se reían de las acciones de los mayores, mientras que Nezuko y Zenitsu se reían de ambos también, mientras compartían unas pequeñas platicas.

—Me pregunto cuando Hashibira dejara de actuar de manera tan pesada con los chicos. Dijo Kanao, con un tono suave.

—El es así, con todos. Respondió su amiga, quien pelaba unas manzanas para compartir después.

—Sin embargo el té trata diferente, ¿te a dicho algo acorde a la propuesta de la ves pasada? Dijo Kanao, refiriéndose a la ves en la que el chico le pregunto a Aoi si se casaría con el por su deliciosa comida.

Aoi suspiro. —Le dije que me casaría con el cuando me construyera una casa hermosa cerca del río, lo malo es que ahí hay mosquitos.

Kanao sonrío. —Ah, supongo que por eso le estaba pidiendo ayuda a Tanjiro para hacer una "fortaleza secreta" cerca del Río para su futura esposa.

Aoi paro su cuchillo, volteando a ver a Kanao con curiosidad. —¿Que? Bromeas.

Kanao se abalanza un poco para atrás aun sentada, aun manteniendo su sonrisa. —Supongo que dejo de ser secreta cuando Tanjiro me lo contó. Dijo ella, buscando a su novio con la mirada mientras seguía sentada, mientras que de fondo escuchaba a Aoi tartamudear ante su repentina confesión, hablándole a Kanao, quien ya estaba distraída.

Al parecer estaba cansado, pero las niñas le gritaban en unión "¡Vamos!" para seguir con su juego, por supuesto que no se negó.

Se tomó un momento para verlo, muy sonriente como siempre, y apuesto, a pesar de que varias veces el le compartiera lo inseguro que se sentía por su ojo ciego, o la poca gracia que le daba ver su cuerpo desnudo al espejo y encontrar tantas cicatrices y heridas.

A pesar de todo eso, a Kanao siempre se le haría el hombre más lindo, y estaba segura que juzgando por la manera en la que los (ex)cazadores que llegaban a la finca lo miraban con tanto aprecio, el seguía siendo considerablemente apuesto.