Microdancing: Emanuel Parga x Felipe Ramusio

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Emanuel y Felipe, dos almas gemelas unidas por una amistad que resistía el paso del tiempo, decidieron aventurarse en una noche mágica en el boliche de moda en Buenos Aires.

- ¿Estás listo para esta noche épica, Ema?- preguntó Felipe con una sonrisa emocionada mientras se dirigían hacia el lugar.

-¡si, amigo! esta noche se pica - respondió Emanuel con entusiasmo, devolviendo la sonrisa.

La atmósfera estaba cargada de expectación y emoción mientras entraban al lugar, sumergiéndose en un mar de luces parpadeantes y ritmos envolventes.

Una vez en la pista de baile, se encontraron entre la multitud, perdidos en la música que llenaba el aire y los hacía sentir vivos.

-¡Este lugar es increíble! - exclamó Emanuel, asombrado por la energía del lugar.

-te tengo que sacar más seguido- respondió Felipe, riendo ante el entusiasmo ajeno

Los roces accidentales de sus manos mientras se movían al ritmo de la música enviaban corrientes eléctricas a través de sus cuerpos, despertando sensaciones que hasta entonces habían permanecido dormidas.

Con cada mirada furtiva, intercambiaban sonrisas cómplices que hablaban más que mil palabras.

- ¿te sentis bien? - preguntó Emanuel, notando la expresión de felicidad en el rostro de su amigo.

-nunca mejor, esta noche es perfecta - respondió Felipe, con una chispa de emoción en los ojos.

Y entonces, en un instante de pura magia, sus labios se encontraron en un beso que trascendía el tiempo y el espacio.

Felipe se sintió extraño y curioso,no podía decir que nunca lo había pensado, en tantos años de amistad muchas veces de sintió algo confundido.

-no puedo creer que esto esté pasando- exclamó Emanuel, sorprendido pero emocionado.

-yo tampoco, pero no quiero que termine, me gustas hace un montón-admitió Felipe, con una mirada llena de ternura.

Después de ese momento de éxtasis compartido, Emanuel y Felipe se separaron solo lo suficiente para mirarse a los ojos, perdidos en el brillo del amor reflejado en ellos.

- ¿sabes que esto cambia todo, no?-dijo Emanuel, con una sonrisa tímida pero sincera.

- Lo sé, pero no me quejo para nada - respondió Felipe, apretando suavemente la mano de su amigo.

Y así, mientras la noche llegaba a su fin y el boliche se vaciaba lentamente, Emanuel y Felipe se tomaron de la mano, listos para enfrentar juntos lo que el futuro les deparaba, con la certeza de que su amor sería su guía en este nuevo capítulo de sus vidas.

Un puñado de papel con palabras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora