Destino Entrelazado | Minsung

Capitulo 4

• Caminos Entrelazados •

Los días pasaron y la relación entre Han Jisung y Lee Minho floreció en algo hermoso y profundo. Se apoyaban mutuamente en todo, compartiendo risas, sueños y momentos íntimos que fortalecían su vínculo cada día más.

Una tarde soleada, Jisung y Minho decidieron aventurarse juntos en una excursión por las montañas cercanas. Mientras caminaban por el sendero, el aire fresco y la vista panorámica les llenaban de energía y emoción.

"¡Esto es increíble!", exclamó Jisung, admirando el paisaje de abajo.

"Sí, definitivamente vale la pena la caminata", respondió Minho con una sonrisa, mirando a su alrededor con admiración.

A medida que avanzaban, la conversación fluyó entre ellos, desde temas ligeros hasta más profundos. Minho compartió sus planes de perseguir su pasión por la música, mientras que Jisung hablaba sobre sus ambiciones en la industria del entretenimiento.

De repente, el cielo se oscureció y comenzaron a escucharse truenos a lo lejos. Se dieron cuenta de que una tormenta se acercaba rápidamente.

"Deberíamos encontrar refugio antes de que empiece a llover", sugirió Jisung, mirando a su alrededor en busca de un lugar seguro.

Minho asintió, preocupado por la posibilidad de quedar atrapados en la tormenta. "¡Mira, hay una cueva por allí!"

Corrieron hacia la cueva y apenas entraron, comenzó a llover con fuerza. Se sentaron en el suelo, protegidos por el abrigo natural de la cueva, mientras la tormenta rugía afuera.

"¿Estás bien, Honnie?" preguntó Jisung, mirando a su amigo con preocupación.

Minho asintió, pero parecía inquieto. "Solo estoy un poco nervioso por la tormenta. No me gustan los truenos".

Jisung se acercó y lo abrazó suavemente. "Estaremos bien, Cariño. Estamos juntos y seguros aquí".

Minho se relajó lentamente en el abrazo de Jisung, sintiendo una oleada de calma y tranquilidad. Se quedaron en silencio, escuchando el sonido reconfortante de la lluvia afuera.

Después de un rato, la tormenta pasó y el sol comenzó a brillar nuevamente. Salieron de la cueva y continuaron su excursión, pero esta vez, con una sensación de conexión aún más profunda entre ellos.

Mientras descendían por la montaña, Jisung tomó la mano de Minho y lo miró con cariño. "Gracias por estar siempre a mi lado, Honnie. Eres mi refugio en la tormenta".

Minho sonrió, apretando la mano de Jisung con ternura. "Y tú eres el sol que ilumina mi vida, Sunggie. Estoy agradecido de tenerte a mi lado en cada paso del camino".

Así, con sus manos entrelazadas y sus corazones unidos, Jisung y Minho continuaron su camino juntos, enfrentando los desafíos y celebrando las alegrías de la vida con el amor y la fuerza que solo ellos podían brindarse mutuamente.

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