Inmortales

Capítulo 4

Inmortales, capítulo 4: Misterios

-Chica elfo- Dijo mientras la sacudía ligeramente -Tu amigo me mandó a despertarte-.

Roxanne poco a poco se levantó mientras se frotaba los ojos -Al menos tú sí eres amable- Dijo para luego comenzar a recoger sus cosas.

Al salir de la casa, el chico ya los estaba esperando y luego de despedirse de los elfos finalmente se fueron.

-¿Te dijeron exactamente que tan lejos vive esa familia?- Preguntó la chica.

-Sólo dijeron que estaba a un par de horas, no fueron muy específicos- Dijo con tranquilidad -Pero al menos sabemos que está en la costa, si seguimos la orilla deberíamos llegar eventualmente- Dijo mientras le daba unas palmadas a Albert y entraba al carro con sus compañeros.

-Amigo, ¿Es seguro que no lo guíe nadie?- Preguntó con cierta preocupación.

-Es prácticamente una línea recta, estaremos bien- Dijo para tranquilizarlo.

Roxanne miró al pelirrojo un momento, había algo que quería preguntarle pero dudaba bastante, ya que, seguramente, fuese un asunto bastante personal.

-Si no te molesta quiero hacerte una pregunta- Dijo algo intranquila.

-Pregunta lo que gustes chica elfo- Dijo dándole un poco más de confianza.

Aún con la respuesta positiva, Roxanne seguía dudando un poco, pero finalmente habló -¿Qué le pasó a tu cola?-.

La expresión del chico mostraba que claramente no se esperaba esa pregunta -Hasta donde sé los semi humanos siempre tienen las orejas y la cola de su animal-.

Le tomó un momento más al chico terminar de procesar la pregunta -Es una historia graciosa- Dijo con una risa nerviosa -Yo solía pelear en el Coliseo de Ilet, incluso fuí campeón una vez...-.

Hizo una ligera pausa -En la categoría infantil- Dijo con una mezcla de orgullo y nostalgia -En cuanto cumplí la edad mínima entré a la categoría de adultos, tuve una buena carrera pero terminé por retirarme sólo un año después-

Tanto Helio como Roxanne notaron que el semblante de su rostro cambió a uno algo más triste, pero antes de poder hablar el chico continuo hablando.

-Me dieron una golpiza, perdí la cola y por poco también la vida, sólo me salvé porque se había terminado el tiempo de la pelea-.

No pudo seguir hablando ya que Helio le puso una mano en el hombro -Mejor no recuerdes esas cosas-.

El tono con el que dijo aquello hacía parecer que comprendía perfectamente su situación, cosa que le resultó extraña a Roxanne, pero decidió no preguntar nada más y disculparse con el pelirrojo.

Tras viajar aproximadamente dos horas y media Albert se detuvo, habían llegado a la casa.

Esta tenía un tamaño moderado y se veía en buenas condiciones y, tal como se les había dicho, había un pequeño puerto con un barco pesquero atracado. El trío decidió bajar del carro y acercarse para llamar a la puerta. Sin embargo, apenas Axel la tocó esta se abrió.

Al grupo le pareció bastante extraño que estuvise abierto, así que decidieron entrar a investigar.

El interior era completamente lo contrario del exterior, parecía que alguien había entrado con la intención de robar todo lo valioso.

Por un lado algunos muebles estaban destrozados y por otro había todo tipo de cosas esparcidas por el suelo.

-¿Qué pasó aquí?- Preguntó el pelirrojo sorprendido mientras recogía lo que parecía ser un trozo de una vasija.