𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 001.

50 10 3
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE:

"𝐿𝑎𝑠 𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝐹𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐾𝑖𝑘𝑢"

Su mirada onix se mantenía sobre aquella mariposa posada en la flor roja entre los arbustos. Su cabello corto pero puntiagudo, estaba lleno de algunas ramas y hojas, su rostro cubierto con un poco de tierra al igual que su ropa.

El pequeño insecto, apenas sintió una ligera ventisca de viento fresco empezó a volar, dejando a la niña que solo la seguía con la mirada. Una ligera presión en su pecho se hizo presente apenas la mariposa desapareció de su rango de visión.

Soltó un suspiro y dió la vuelta para tomar un camino en específico. Pero fue detenida por una sombra que cubrió su pequeña figura, seguido de un jadeo de sorpresa.

- ¡Tsuki Sama! ¡Vea el estado en el que se encuentra! - Señaló una mujer de mayor edad tomándola del brazo para empezar a llevarla a rastras con ella a un camino despejado. - Le he dicho cientos de veces que no salga a las afueras del clan. ¡Por un momento creí que había sido raptada por un enemigo por qué no la había visto por toda la mañana! -

No decía nada, solo seguía observando a su alrededor, admirando alguna que otra planta y pájaros que iban volando sobre ellas.

Llegando al territorio Uchiha, fueron recibidas por unos guardias. Luego fueron a una vivienda de tamaño medio y la mujer mayor entró junto a la pequeña para llevarla al baño.

Preparó agua caliente y la ducho mientras recitaba una ligera melodía, una que calmaba y le daba tranquilidad a la más pequeña.

- ¿Cuándo regresará mi papá, Kiyoko? - Pregunta jugando con un poco de agua en sus manos. -

- Me temo que dentro de dos días, Tsuki Sama. - Dijo, llenando una cubeta de madera con agua caliente y dejarla caer sobre su cabello, retirando algo de jabón. -

Tsuki se mantuvo en silencio, aceptando la respuesta de Kiyoko. Terminando la ducha, Kiyoko le entregó ropa nueva y cómoda a Tsuki, que consistía en una yukata de colores rojos y amarillos.

Si bien la vestimenta no era tan de su agrado, debía de usarlo al ser una mujer en el clan.

Y habiendo mencionado al clan, ambas mujeres salieron de la casa para dar un pequeño paseo por el clan. Pero lamentablemente, a vista de Tsuki, podía ver cómo a algunos miembros se les veía apagados e incluso deprimidos.

La curiosidad se apoderó de la más joven, una pregunta que siempre había existido en su cabeza desde que tiene uso de razón; ¿La guerra tiene un final?

Reconoce que incluso antes de que ella naciera, el clan estuvo en guerra contra los Senju. Sabe de antemano que incluso a su edad su padre y madre debieron de haber acabado con vidas enemigas e inocentes con tal de sobrevivir y poder regresar a casa con el peso de la vida de muchos en sus hombros.

Por eso, tiene un odio a la guerra. Si no fuera por ella, todo sería distinto, más pacífico y colorido para los demás. Pero los más grandes no escuchan o simplemente no son capaces de olvidar.

- ¿Recuerda que le había dicho sobre las flores que estaba cuidando? - La pregunta de Kiyoko dejó salir a Tsuki de sus pensamientos. Afirmando con un movimiento de cabeza, la anciana continúo - Creo que pronto las flores saldrán de sus capullos, es un milagro cuándo todavía no es su temporada. -

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 09 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑌𝑂 𝑄𝑈𝐼𝐸𝑅𝑂 𝑆𝐸𝑅 𝐶Ó𝑀𝑂 𝑇Ú - NARUTO SHIPPUDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora