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Mientras Jiwon termina de firmar los documentos necesarios para el próximo evento en la escuela, se quita los anteojos recetados y se pellizca el puente de la nariz, masajeándolo un poco. Deja escapar un suspiro de agotamiento, sabiendo que su trabajo aún no está terminado y aun así tiene que hacer una visita rápida a la biblioteca para investigar un poco sobre un libro de texto que está buscando, pero que desafortunadamente no está disponible en las tiendas locales.
Si lo fuera, no se habría conformado con visitar la biblioteca con frecuencia durante casi un mes solo por esas razones específicas. De cualquier manera, tiene una imagen y una reputación que mantener, por lo que tal vez ser visto en bibliotecas estudiando un poco ayude un poco.
Comienza a empacar sus cosas, antes de colgárselas al hombro y comenzar a dirigirse a la biblioteca después de cerrar con llave la oficina del Consejo Estudiantil.
Luego, mientras se da vuelta para caminar hacia su destino, se asusta repentinamente cuando ve a un niño parado justo frente a él. Examina el rostro del hombre por un momento y se da cuenta de que solo eras tú, L/N M/N. El chico raro que siempre aparece de la nada y asusta a todo el mundo.
- "Oh, tú, otra vez. ¿Qué quieres?"
Simplemente lo miras fijamente a los ojos y señalas la puerta detrás de él.
- "Dejé mi bolso adentro. En caso de que lo hayas olvidado, al igual que tú y los demás, como de costumbre, soy el vicepresidente de SC".
Le dijiste y Jiwon abre la boca para decir algo, pero se niega a decir nada y solo te dio la llave de la oficina y suspiró.
- "Gracias. No te preocupes. La llave está a salvo conmigo y cerraré la puerta justo después de que tenga mi bolso. Puedes seguir adelante a donde quiera que vayas".
Dijiste mientras despejabas la puerta de la oficina y entraba mientras se abre, dejando a Jiwon un poco escéptico. No obstante, chasquea la lengua y sigue moviéndose hacia la biblioteca.
Al llegar, se alegra de que la biblioteca esté casi vacía, no eran para la bibliotecaria que había mantenido sus ojos en Jiwon, con suspicacia.
Solo tomó una sonrisa del hombre y la mujer se tranquiliza de su presencia y sabe que no es una amenaza, dejándolo continuar adentro. Se inclina un poco por cortesía y se dirige a una de las computadoras que se encuentra en el corazón de la biblioteca.
