¿Destino, Casualidad o Amor real?

Capitulo #8

Disclaimer Naruto no me pertenece le pertenece a Masashi Kishimoto. La historia si es de mi completa autoría.

Capitulo #8

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Eso parecía cosa de otro mundo.

No podía estar más emocionado que nunca.

Desde el instante que sus ojos se habían posado sobre esa mujer y conversaron amenamente, supo que la deseaba con todas sus ansías. Y no podía estar más que contento de cómo se estaba dando la situación.

Besos suaves y húmedos.

Lenguas sin tregua.

Una mano extraviada entre las ropas.

Sus dedos se enterraron en la intimidad de la fémina con demasiada euforia. Quería sentirla cuanto antes y no podía esperar más que para llenarla una y otra vez con su semilla, a tal punto que no pudiera levantarse de la cama. Podía sentir como su otra parte pulsaba por salir, por someterla bajo sus garras y llenarla con su ser hasta que se entrelazaran completamente.

Su miembro dolía, pero tan solo ver las expresiones de placer de esa mujer, lo estaba calentando más y más. El largo cabello se extendía por la cama como una bella cortina que no deseaba dejar de admirar. Con una fuerte aspiración, sintió el dulce aroma que desprendía su cuerpo por la clara muestra de excitación que tenía.

—Eres tan bella que si pudiera no dejaría de admirarte jamás en todos mis años de vida.—los ojos de esta calaron su interior de tan perfecta forma que no pudo evitar disfrutar de los graciles dedos que tocaron las hebras de su cabello mientras una bella sonrisa se extendía en sus labios.

—Tu también....jajajaja....—una risa tonta brillaba en los labios de Sakura. Realmente no sabía cómo había acabado en esta situación. Sus últimos recuerdos más claros, habían sido estar hablando con las chicas. Las amigas de Ino habían sido increíbles, y más que cuando se reencontró con Tenten. La chica parecía feliz de volver a verla y ver que aún respiraba y no había sido dejada en los huesos por los hombres que la habían secuestrado.

Y que decir cuando sus ojos se posaron sobre cierta fémina que ya conocía de antes.

Izumi.

La joven se había aparecido, pero lejos de intimidarla, le había dado una bienvenida en todos los términos mientras se emborrachaba como ninguna maldiciendo a su propio linaje y también a su bello y sensual prometido al cual deseaba asesinar por hacerle sufrir semejantes transpies.

Según lo que había entendido de la conversación, Izumi era la prometida oficial de Itachi, pero al ser del linaje del Rey Demonio, ella utilizó eso a su favor escapando de la responsabilidad unitaria que compartía cada clan.

Esa ley era por el bien de la herencia de sangre. Una forma de perpetuar el linaje. Pero la joven, no deseaba ser compartida entre todos los Uchiha, así que, obligó a su padre a dejarla libre de ello, pero, no podría tener descendencia hasta que todos los Uchiha tuvieran su propia cría.

Y hasta ahora no había logrado su familia a causa de ello.

Su cabeza regresó al instante en que un par de labios volvieron a robar su fuente de vida. La necesidad imperiosa de hacer que la fémina le atendiera quemaba en su sangre como nada en toda su existencia. Era una necesidad demasiado grande que no la estaba dejando respirar y sostenía sus cabellos con una fuerza un poco mayor solo por el placer de disfrutar de su cuerpo curvilíneo más cerca del suyo.