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❝ 𝐒𝐡𝐚𝐭𝐭𝐞𝐫𝐞𝐝 𝐠𝐥𝐚𝐬𝐬 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐭,
𝐢𝐭'𝐬 𝐚 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐲 𝐧𝐨𝐰 ❞
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Inari observaba cómo su padre negaba repetidamente mientras se presionaba el puente de la nariz con los dedos, mientras que su madrastra asentía. Veía venir un regaño por parte de ella y no de él. Sabía que Hatsu era experta en eso, sobre todo en los castigos. Apenas tres semanas para salir del reformatorio y ya era la quinta pelea en la que se metía. Había hecho venir a sus padres desde Tokio, y eso no lo iban a pasar por alto, sobre todo porque ella sabía muy bien para qué habían ido.
Sabía que buscaba problemas, era rebelde, ella mejor que nadie consciente de eso.
La joven, que miraba disimuladamente a través de uno de los cristales de la oficina, volvió a sentarse en las sillas de la administración en cuanto vio que estrechaban manos. Sus padres salieron de la oficina y Hatsu movió la cabeza como señal de que la siguiera. Caminaba tras ella, caminaban con elegancia hasta la puerta donde tenía permitida llegar.
—Inari, ¿puedes dejar de ser tan problemática? ¿Sabes el esfuerzo que es venir hasta aquí? —El tono y las palabras hicieron que bajara la mirada a sus manos. Le molestaba esa actitud que tomaba esa mujer frente a su padre—. ¿Puedes parar al menos por estas tres semanas que faltan? —La miró con cierta molestia, aquella mujer que desde el primer día quiso tomar el rol de madre, estaba lejos de eso, solamente era una intrusa—. No es muy difícil, solo debes acatar lo que te dicen. Sé que seguir órdenes te molesta, pero un mínimo esfuerzo no hace daño —Al decir lo último, solo la miró con un notable disgusto.
—¿Has tenido otros problemas de los que no estemos enterados? —Negó rápidamente, dirigiendo su mirada a su padre.
—No, papá, solo han sido esas estúpidas peleas —Dicho eso, su padre asintió y se cruzó de brazos—. Apuesto a que ni les dijeron por qué pasó eso —Vio que su padre estuvo por preguntarle, pero fue interrumpido por la mayor.
—Creo que las explicaciones llegan tarde.
—Adentro no me dejaron hablar —La miró con odio.
—Tuviste tiempo para hacerlo y no lo hiciste —Inari bufó y miró a su padre, después le contaría solo a él.
