𝐁𝐔𝐋𝐋𝐄𝐓 | ❝A mi me basta con que solo me mires a mi❞
──── 𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 Alisson y Brian se reencuentran
después de años en el lugar más
inesperado. A ambos los unía la pasión
...
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EL VIENTO CORRÍA desordenándole el cabello mientras ella estaba sentada con los pies en la arena disfrutando lo poco que le quedaba de su viaje. Disfrutaba estar en la playa solo viendo el panorama sin ninguna preocupación pero debía volver a lo que era su vida.
—¿Qué pasa mijita?.
—No es nada mita, simplemente me gustaría quedarme más tiempo acá.
—Pues quédate más tiempo— dijo la señora de cabellos blancos mientras le pasaba una cerveza a su nieta.
—No es tan fácil mita, tengo que volver, mis amigos me necesitan— dijo viendo a los ojos a su abuela mientras recibía la cerveza—. Vendré a visitarte pronto— aseguro sonriéndole a la señora que estaba sentada a su lado.
—Eso espero mi Liss querida.
—Tenlo por seguro. Estar acá significa estar sin preocupaciones,
La conversación dió por terminada y la chica realmente no quería irse de Cartagena, amaba esas playas en las que vivían sus abuelos maternos, sin contar que era una forma de estar cerca de su mamá, o al menos así lo veía ella.
Realmente no es que odiara su vida ni nada por el estilo, simplemente a veces se preguntaba como hubiera sido tener una vida normal, solo a veces. Los riesgos que corría en su vida ahuyentaría a cualquier persona, caer en la cárcel no sonaba para nada agradable pero algo que puedo asegurarles, a ella le encantaba esa adrenalina.
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LA CHICA BROWN iba entrando al Toretto's market & cafe, iba escuchando música cuando ingreso viendo a todos los chicos que discutían algo por lo que no la habían notado, de manera que decidió ir hacia la nevera buscando algo frío para tomar.
—¿Alisson?— la primera en notar la presencia de la de ojos miel fue la Toretto menor haciendo que todos la voltearan a ver.
—Hola familia.
Mia se acerco para abrazarla susurrándole al oído un "ya hacías falta". Luego de que la saludaran los presentes en el local se mantuvo al margen de la conversación puesto que no sabía quien era el tal Spilner del que hablaban.
Letty le dió un poco de contexto a la chica mencionando que hablaban de un chico rubio que trabajaba con Harry —si, trabajaba porque Dom lo echó— que había estado yendo al local para comer atún y que peleó con Vince porque... Bueno, es Vince. Para Alisson el tal Brian Spilner sonaba como alguien con estómago de acero, nadie en su sano juicio va a comer el atún de ese lugar.
Cuando anocheció todos tomaron camino hacía la carrera. Ella por su parte no quería correr, acababa de llegar y aunque es cierto que ama correr no lo iba a hacer esta noche.
Alisson tomó una ducha antes de irse y se cambio de ropa. Se puso un jean holgado tiro bajo azul oscuro, unos tenis blancos con detalles rojos y un top a juego con sus zapatos. Agarró su pequeño bolso que la acompañaba a cada carrera y corrió hasta su auto porque los demás la estaban esperando.
—Te tenemos tu supra bien cuidado— dijo Dom al verla bajar a lo que ella sonrió.
—Tenían que— mencionó con una sonrisa burlona hacia el mayor haciendo que todos rieran.
—Voy contigo— Mia le guiñó un ojo subiendo como copiloto en el Toyota Supra rojo de la chica.
—Uff, como extrañaba a mi bebé— dijo al cerrar la puerta y agarrar el volante a lo que la contraria soltó una risita.
El camino estuvo lleno de risas pues ambas eran muy unidas, las acompañaba la playlist de Alisson, una mezcla de reggaetón clásico y rap del que era tendencia en ese momento. Cuando llegaron al lugar como era costumbre vieron a toda la gente que solía ir a estas carreras, personas adineradas, chicas con poca ropa y corredores.
La gente dió espacio al Toyota Supra rojo que se robo varias de las miradas a lo que Alisson lo hizo rugir el motor haciendo que la gente gritara e hiciera bullicio a lo que ella sonrió, si que amaba este mundo. Ambas chicas se bajaron del auto y la mayor se recargo en el capo viendo como a lo lejos Letty peleaba con Dom por unas lagartonas como las llamaba la misma Letty a lo que soltó una risita.
Algunos chicos la saludaron al verla, nadie sabía que ella estaría ahí, recordemos que estaba de vacaciones, pero algo llamó la atención de la de ojos miel, una cabellera rubia que visualizo a lo lejos la llevo a sentir un pequeño déjà vu. El dueño de esa cabellera volteó haciendo que los ojos miel de la chica lo reconocieran por completo y al igual que ella unos minutos atrás, ahora él fue el que sintió un déjà vu.
—What's up, Lissie?— dijo el de ojos azules con una sonrisa, él era el único que la llamaba Lissie.
—What's up, bullet?— respondió sin esconder su emoción, extrañaba a el de cabellos rubios.
