Ciencia, amor y countrys (RusMex)

Capítulo 3

Al día siguiente de la fiesta, los countrys se reunieron en sus respectivos centros de investigación para explicar las reglas en cuanto a la distribución de tiempo de observación de los telescopios, el mantenimiento y operación de los mismos; las medidas de seguridad de los aceleradores, cámaras de vacío, los talleres de ingeniería, las llaves de los salones y los horarios de la biblioteca. Rusia prestaba suma atención a todas las indicaciones y horarios, ya que sería útil más tarde saber el completo funcionamiento del centro, él nunca asistió a una universidad o escuela tal cual, su gobierno contrató a los especialistas más reconocidos de cualquier área del conocimiento para que le cursara los niveles básicos de estudio, en cuanto a sus estudios especializados los realizó a distancia, claro que las cuestiones prácticas, inevitablemente tenía que asistir a los diferentes centros o laboratorios, pero nunca experimentó realmente un ambiente escolar como muchas veces había escuchado ese día, ya que algunos de los investigadores comparaban el proyecto con un campamento de verano científico o  una escuela de especialidades. 

La mayoría de los countrys a su alrededor no prestaba mucha atención a las cuestiones fuera de su área, se sintió cómodo al pensar en esa indiferencia a los asuntos ajenos, pero había algo que le causaba cierta curiosidad innecesaria, México se mantenía extrañamente atento a las indicaciones y reglas de todo el centro, tomaba nota y preguntaba activamente sus dudas en cada sección del edificio. Esto extrañó a Rusia ya que en más de una ocasión había tenido encuentros con el mexicano debido a cuestiones políticas, encuentros a los que el mexicano llegaba tarde, ponía excusas ridículas y se mantenía ajeno a cualquier discusión importante que tuvieran los dirigentes de ambos territorios. Básicamente, Rusia jamás había visto a México comportarse de manera tan profesional, era extraño, pero no realmente relevante.

-Finalmente...- Continuó CERN con su recorrido por las instalaciones -Espero que todos ustedes encuentren su estadía aquí placentera y que los anime a seguir contribuyendo al conocimiento humano, me retiro, pero si necesitan algo, saben que pueden llamarme en cualquier momento, buena suerte- Dicho esto, CERN tocó uno de los interruptores cercanos desmaterializando su forma humana para recorrer el centro a través de los cables de alta tensión. 

Ya que el tour había terminado, los countrys comenzaron a distribuirse en sus diferentes áreas de trabajo. México se apresuró a alcanzar a Francia ya que tenía algunos asuntos de suma importancia.

-¡Francia! ¡Francia!- Exclamó México acercándose al mencionado  para llamar su atención -¡Francia! ¿Tienes un nuevo corte de cabello? Se te ve hermoso, como siempre tu con todo el estilo...-

-México, sabes que no puedo hacer que te aprueben solo por que me digas unas palabras bonitas-

-¿Y si te preparo unos pancitos de esos que siempre te gusta pedir en mi ranchito?- México era una cabeza más alto que Francia, así que se inclinó de lado para verlo directamente a la cara, lo cual hizo que este se detuviera por la cercanía y se sonrojara un poco, el mexicano aquí y en china era un chico atractivo, imposible mantenerse indiferente -Por favor Francia, sabes que mi gobierno no me lo acepta si no tengo antes una invitación de fuera-

-Pe-pero yo no lo decido, hay todo un comité que se encarga de esas cosas-

-¡Lo sé lo sé lo sé lo sé!- Interrumpió México tomando ambas manos del francés -Solo pido que por favor hagas lo posible para que me dejen traerlos... Por favor Francia, sabes lo importante que es para mí- México puso la mejor cara de perrito que pudo, por otro lado el francés solo pudo soltar un suspiro.

-Veré que puedo hacer pero ahhh- Francia no pudo continuar porque México lo abrazó y lo levantó en el aire.

-GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS, vas a ver que no te vas a arrepentir-