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—¿Por qué está así? —Preguntó Taehyung, una vez estuvo frente a Min YoonGi?

—¿Así como?

—No te hagas el idiota ¡Tu sabes bien de lo que estoy hablando!

—¿Cariño?

Preguntó una tercera voz detrás de ellos. Taehyung quedó estático por unos momentos antes de darse la vuelta y derramar un par de lagrimas mientras cubría su boca con sus manos en señal de sorpresa.
Corrió en dirección a su esposa, quien ya se veía totalmente recuperada y la abrazó con fuerza.

—Ji... Estas bien. Estas con vida, amor.

—De nada. —Dijo YoonGi con sarcasmo, cruzandose de brazos.

—Taehyung, ¿en dónde estamos? —Dijo Ji Eun, mostrándose confundida.

—Eso no es relevante, cielo. Lo importante es que estas bien y pronto podremos irnos de este sitio.

—¿Irse?

Taehyung se giró en dirección a YoonGi, quien los veía con su rostro inexpresivo.

—Pues a continuar nuestro camino por supuesto.

—¿Quién dijo que podían irse?

—No podemos quedarnos en este lugar. Nosotros tenemos que seguir nuestro camino.

—No me digas, ¿Tienen un lugar al cuál ir, acaso?

—Todavía no. Pero...

—Tu prometida casi muere. Tuvo heridas que de no ser por mi, no habría sobrevivido siquiera un par de horas. Use tenconologia naval y de otras organizaciones que la sociedad no tiene permitido tener conocimiento para salvarla.

—Ya te agradeci por ello.

—Corrección: Casi te obligue a decirlo. Y es lo mínimo que merezco. Literalmente me debes la vida de ella.

—Bueno, gracias. Ya te agradeci, ¿qué quieres que haga ahora para que me vaya?

—Taehyung, ¿quién es ese hombre?

—No te preocupes. Déjame arreglar esto, y pronto podremos irnos.

—Ustedes no irán a ningún sitio. Saben demasiado, y nadie que entra aquí tiene permitido irse de nuevo. —Dijo YoonGi,  al mismo tiempo que aparecían detras de él, todos los que se encontraban  en el lugar cuando recobro la consciencia.

Entonces Taehyung comprendió el porqué de toda la gente que se encontraba en ese sitio. Estaban siendo obligados a permanecer ahí, en contra de su voluntad.

YoonGi se retiró, dejando a toda la gente ahí, como si se tratasen de alguna clase de escolta o soldados preparados para atacar en cualquier momento. Máx se acercó a ambos y con una sonrisa en el rostro le dijo a Taehyung:

—No se preocupen demasiado. Esté es el mejor lugar al que pudieron haber llegado. No importa a donde vayan o quieran ir. Además de aquí, no hay un futuro en otro lado, mucho menos una esperanza. Los cubos llegaron aquí para quedarse y nosotros debemos aprender a vivir con ellos.

—Sobrevivir, querrás decir. —Le corrigió Taehyung.

—De igual manera. —Habló Max de nuevo, ignorando el comentario —. Si ustedes salen de aquí, estarán muertos en poco tiempo. Ya no se trata solo de esos seres. Si no es por ellos, morirán debido a la histeria colectiva de la gente.

—¿Cuál gente?, todos han muerto.

—Hay más gente viva de la que creen. Se los digo yo que hago recorridos para traer suministros de consumo, tanto de comida como productos de higiene.

—¿No has pensado en huir? —Preguntó Taehyung.

—Parece que aún no lo comprendes.

—Taehyung, tengo miedo.

—Espera, Ji.

—Y ella tampoco. Mucho menos ella. Aún confía en ti ciegamente como si ti pudieras hacer algo al respecto. Nadie puede.

—¿Y según tu, que es lo que no comprendemos?

—Qué no hay escapatoria.

¡HUYE! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora