𝐀𝐔𝐑𝐎𝐑𝐀 (𝐁𝐍𝐇𝐀 𝐗 𝐎𝐂)

𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐟𝐢𝐝𝐞𝐨𝐬.

Matsugo Ichigo caminaba por los pasillos de la academia con una gracia y serenidad que contrastaban con el bullicio típico de la hora del recreo. Su cabello rosado, largo y sedoso, ondeaba suavemente con cada paso que daba, mientras sus ojos plateados escaneaban el entorno con una mezcla de curiosidad y desdén. Alrededor de su cuello, un collar con un dije en forma de lazo centelleaba bajo las luces del pasillo, un regalo de su madre que siempre llevaba consigo como un talismán.

En la sección de Estudios Generales, no era común que los estudiantes se destacaran tanto, pero Ichigo no era una estudiante común. A pesar de su apariencia frágil y su voz suave, poseía una determinación férrea y un quirk que guardaba en secreto, conocido solo por aquellos muy cercanos a ella, o aquellos que se atrevían a desafiarla.

Ese día, durante la clase, tuvo un encuentro peculiar con Shinsou Hitoshi, un compañero cuyo quirk de control mental había causado cierto revuelo entre los estudiantes. Shinsou, con su cabello púrpura despeinado y ojos penetrantes, había intentado usar su habilidad en Ichigo, tal vez como un simple experimento o quizás como una broma. Sin embargo, su quirk no tuvo el efecto esperado en ella.

"Deberías trabajar más en tu quirk si esperas que sea efectivo," le había dicho Ichigo con una sonrisa burlona, no del todo malintencionada. A lo que Shinsou, lejos de ofenderse, respondió con una risa suave, aceptando el desafío implícito en sus palabras.

Desde ese momento, ambos habían comenzado a hablar más, encontrando en el otro una compañía inesperadamente agradable. Fue durante uno de estos encuentros que Shinsou le mostró a Ichigo las noticias sobre el ataque a la USJ, donde los villanos habían emboscado a la clase 1-A.

"¿Hubo algún herido?" preguntó Ichigo, frunciendo el ceño ligeramente al pensar en los peligros que enfrentaban incluso los estudiantes.

"Al parecer no, no como tal," respondió Shinsou, señalando que a pesar del peligro, los estudiantes se habían defendido bien.

"Bueno, no son unos héroes débiles," replicó Matsugo rápidamente, su tono era de aprobación, pero había una chispa de algo más, quizás competitividad o quizás desdén por la facilidad con que otros aceptaban el rol de héroe.

Shinsou, siempre curioso, le preguntó entonces cuál era su parámetro para juzgar eso, mencionando a All Might como el epítome del heroísmo. Ichigo giró los ojos, claramente harta de que todas las comparaciones terminaran con el Símbolo de la Paz.

"Yo soy el nivel de comparación," soltó con arrogancia, pasando una mano por su cabello de manera teatral. Shinsou, sorprendido por la declaración, no pareció entender completamente.

Sonriendo, Ichigo le prometió que le mostraría a qué se refería. "Te lo demostraré en el almuerzo, después de que me invites," dijo con una sonrisa que mezclaba desafío y diversión. Shinsou, intrigado y quizás un poco divertido, asintió, aceptando el reto tácito en su oferta.

Llegaba la hora del receso, y Matsugo se acercaba a su escritorio, preguntándole a Shinsou si seguía con la curiosidad de por qué es más genial que toda una clase de superhéroes. Shinsou, claramente intrigado pero actuando como si todo fuera una estupidez, se encogía de hombros con una sonrisa escéptica.

Ambos se dirigieron a la cafetería, donde Shinsou, manteniendo su palabra, compró un melonpan y regresó hacia donde estaba Matsugo. "Ten, aunque deberías saber que soy bastante tacaño," dijo, anticipando la reacción de la chica.

Matsugo tomó el pan, riendo entre dientes. "Lo noté," replicó, pero aceptó el gesto de buena gana. Mientras mordía el pan, Shinsou no pudo evitar comentar, "¿Por qué me pediste que te comprara la comida? Se nota que eres una niña rica."