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En el mundo en donde estamos envueltos en el universo, entre ese número infinito de estrellas y multiversos que circulan a nuestro alrededor en el cual parecen estar perdidas en aquel cielo nocturno, pareciendo que es imposible llegar a habitar a fuera de esas estrellas o aquellos planetas a lo lejos de la tierra.
La existencia humana solo es una forma de vida, una parte de un grupo de varias formas de vida que aún no se han descubierto, que puede haber entre el mundo en dónde solemos habitar pero al parecer hay que tener una gran imaginación para pensar en aquellas posibilidades de cómo sería aquella línea de vida exterior, la línea de la fantasía.
Con solo imaginarse en la fantasía es como pensar en la mente de un niño pequeño que aún no sabe nada de la recta de la realidad, solo piensa en seres místicos como los extraterrestres, los alienígenas, los dinosaurios que tal vez existieron o que tal vez existan. Lo que estos no son los únicos seres que están presentes en Dream City, también llamada la ciudad el ensueño, un lugar perdido en una dimensión escondida lejos de la realidad.
Era un día sereno y tranquilo en aquella ciudad mientras existían todo tipo de criaturas fantásticas e increíbles que viven en armonía gracias a un pacto de paz que aquel reino había firmado para anular las peleas y las guerras que tenían antes las razas contrarias, tal vez era mejor que no hubiese ningún tipo de subversión. Todos los que habitaban estaban de acuerdo en seguir sus actividades en su rutina diaria mientras circulaban por la ciudad a diario, para próximamente ser mejores de lo que son en su especie y tener más consistencia a lo largo de su vida.
Entre aquellas criaturas se encontraba una de las principales patronas de la ciudad, estando sentada en su despacho como era de costumbre encargada de matricular a los nuevos individuos al instituto escolar de la línea inverosímil para que tuviesen más conocimiento y desarrollo de sus poderes, de tal forma que ellos lo puedan usar para su beneficio propio en el transcurso de su vida.
― Emily: Hm... -suspiraba levemente- Debería haber un nuevo alumno que se iría a matricular hoy, siempre hay un novato una vez a la semana. -pensaba mientras organizaba cuidadosamente entre los papeles desorganizados que tenía en la mesa de su escritorio-
Un ángel de un rango alto cuyo oficio es de directora de aquella escuela, al parecer eso apegaría mucho con sus inexplicables características, su destreza de tener una gran reminiscencia sobre las cosas y su indulgencia con la gente que la rodea serían de mucha importancia en su profesión.
― Emily: -después de acomodar un poco el papeleo que tenía, ella observó la hora que era por su reloj de bolsillo dándose cuenta que son las ocho y nueve de la mañana- Mm… ya es la hora… -susurró con un tono suave y firme mientras se levantaba de su asiento y salía de su oficina-
Tenía sus horarios calculados, sabía exactamente lo que tenía que hacer cada día de estos en tanto caminaba por los pasillos del instituto para encontrarse con ese nuevo estudiante que estaría esperándola desde las puertas de la entrada del lugar como en sus planes.
― Emily: Huh...? -expresó con un poco de sorpresa mientras llegaba para observar al nuevo matriculado que la estaría esperando-
Analizando detenidamente al nuevo alumno él es un chico de una estatura mediana y disimulaba tener entre unos veinte y unos veintiún años de edad, también tenía cuernos robustos en blanco y negro que salían de la cabeza del chico asimismo como sus raras alas que parecían las de un murciélago y su cola larga y flexible. Su ojo derecho estaba tapado con una especie de parche negro, dejando solamente expuesto su ojo izquierdo que es de un color negro azabache.
Rápidamente descubrió que él forma parte de la raza de los demonios, no obstante la mezcla de los colores blanco y negro que tenía el chico le resultaba algo rara y sorprendente a la vez.
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La Fantasía en una Realidad Perdida
Fantasy▵ ¿Alguna vez han tenido un fantástico sueño donde el ambiente parece ser de otro mundo? La fantasía es un lugar muy agradable hasta que abres los ojos y chocas con la dura realidad, puede ser tan hastiada que algunas veces te quita las ganas de vi...