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Zoe removía su pierna una y otra vez con nerviosismo, hace días que Enzo no la llamaba y ya comenzaba a impacientarse. Seguro estaba con Valentina otra vez, de tan solo pensarlo ya se ponía con un humor del orto.
— Basta córtala Zoe, para un poco — se quejó su amiga, siempre hacía lo mismo.
— No puedo Candela, ¿no entendes que se la debe estar garchando y yo acá como pelotuda esperando que me mande un mensaje?
— Vos ya sabes como es Enzo, Zoe.
— Fijate si subió algo Cande, metete al perfil — le pidió a su amiga, quién negó con la cabeza al instante, ya se le estaba haciendo costumbre esto de estar pendiente a la novia del chico y ya no era nada sano — Dale por favor, no seas así.
La rubia suspiro cansada ante su insistencia, por lo que finalmente desbloqueó el teléfono y se metió a su cuenta falsa para mirar el perfil de la novia del susodicho, y era de esperarse lo que se iban a encontrar.
— ¿Ves lo que te digo? no la va a dejar.La morocha empezó a moverse de un lado a otro desesperada, cansada de la misma situación que se repetía hace bastante tiempo y que por alguna razón no podía frenar, muchas veces había dicho que era la ultima vez pero nunca lo era — Listo lo llamo así la cornuda de la novia se entera, a mi no me va a joder.
Tomo el teléfono dispuesta a llamarlo, seguro atendía ella y se le armaba flor de quilombo. Enzo iba a ver que con ella no jodía más — ¿Qué sos? ¿estúpida? si ya sabe, nena — rápidamente su amiga le quito el teléfono de las manos — pero no le importa, siempre lo perdona.
Y Candela tenia razón, Valentina siempre supo como era Enzo, pero eso es una larga historia que no tenía ganas de recordar.
Pero le daba bronca, hace dos días que había estado con ella lo más bien y después subía foto con la novia como si fueran la pareja feliz, no sabía cuanto más iba a aguantar así.
Aún así, entro a WhatsApp dispuesta a escribirle a Enzo, pero se contuvo, seguro seguía con ella y tampoco quería ser tan arrastrada. Más de lo que ya se sentía.
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los infieles | enzo fernandez
Fanfictiontú y yo durmiendo con los enemigos, dos seres que jamás hemos querido