Dejas de envejecer a cierta edad, hasta que conoces a tu alma gemela y envejecen juntos.
"I have died every day waiting for you
Darling, don't be afraid
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more
And all along I believed I would find you
Time has brought your heart to me
I have loved you for a thousand years
I'll love you for a thousand more"-A Thousand Years | Christina Perri
Cuando era un niño, le había preguntado a su madre, Olympias de Epirus, sobre las almas gemelas. ¿Cuándo llegará la suya? ¿Tomará mucho tiempo? ¿Se amarán tanto como sus padres se aman? ¿Por qué tenía que esperar por su alma gemela?
La hermosa madre había reído y acariciado los cabellos oscuros de su hijo, mirándolo con suavidad y amor.
—Mi pequeño Alexander, los dioses nos han bendecido otorgándonos la otra mitad de nuestra alma para no estar solos en el mundo.
—¿Pero cuando encontraré a la mía, madre? —preguntó el niño, mirándola con expectantes ojos miel.
—Eso está en las manos de los dioses, cariño. Pues si tu alma gemela aún no está entre nosotros, entonces los dioses harán tu cuerpo inmortal hasta que te reúnas con tu otra mitad con un beso, y solo así ambos seguirán el curso de la vida hasta que se encuentren juntos en el reino de Hades.
—No quiero esperar, madre. Quiero que mi alma gemela esté conmigo ya y me ame tanto como padre te ama a ti. —se quejó el niño con suavidad, ganándose una mirada amorosa.
—Oh, mi niño, estoy segura que los dioses no te desampararán y te entregarán a tu alma gemela en tiempos cercanos. Tú espera no será mucha. Y cuando encuentres a tu otra mitad, se amaran de una forma maravillosa. Mi amado hijo, los dioses están velando por tu felicidad.
Oh, dulce madre, como le has mentido a tu sol. Si supieras como tus dioses han abandonado a tu hijo, pues han pasado más de dos mil trescientos setenta años y tu niño aun no encuentra a su otra mitad. Ha dirigido imperios y ha puesto muchos nombres en la historia, mas aún no encuentra a ese ser que el destino había creado para el.
Skull de Mort deseaba poder guardarle rencor a aquella madre que le había asegurado que no tendría que esperar por su alma gemela. Aquella mujer que le había dicho a un pequeño Alexander III de Macedonia que los dioses no lo abandonarían. Y por mucho tiempo, pensó que era así, pues Alexander exapandio sus alas y fue a convertirse en Alexander el Grande, con un imperio considerado como uno de los más grandes de la historia. Alexander se convirtió en un invicto gobernante que se convertiría en uno de los comandantes militares más grandes de la historia.
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Soulmates: The Red String of Fate that Bind Us
FanfictionLas Almas Gemelas se complementan en su totalidad, y el destino los mantendrá unidos con un fino hilo rojo.