¿Alguna vez les dijeron que no debían hacer algo? ¿Qué algo no era para ti? ¿Qué él era prohibido? pero ahí estabas tú, dándole la contra a todos, porque mientras más prohibido, los riesgos eran más, las aventuras no tenían límites, pero eso era lo...
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Nunca me había sentido tan pleno al sentir, las vibraciones en todo mi interior, aquellos espasmos, aquellos orgasmos, que solo él puede lograr en mí, así me siento ahora, pleno, aunque eso me aterre.
Después de una noche larga lleno de placer y deseo, cumpliendo mis fantasías, al lado de un hombre frio y cruel.
Aquel que se niega a sentir lo que yo siento, sus movimientos, su tacto, me elevan tan alto, que me da miedo despertar y pensar que todo es un sueño.
Aunque ayer todo fue diferente, sus ojos me dijeron miles de cosas, que no sabía cómo descifrarlas, pero que hace al mismo tiempo que mi corazón, se acelere sin parar, esas mariposas en mi estomago me están invadiendo, él está logrando lo que algún día dije que no volvería sentir.
Jure no amar a nadie más que no sea Kim Yesung, pero estoy aquí, sintiendo cosas por un hombre que no debo, alguien que no está a mi alcance, aquel que solo me ve como alguien sexual, me dejo las cosas en claro, regla numero 12 (El sumiso no puede generar ningún sentimiento por su amo, todo es solo sexual)
-Sonrió incrédulo- no debes amarlo Park Jimin -se repitió muchas veces en su cabeza, pero su corazón decía todo lo contrario-
-Me levante a como pude, ya era de noche y YG ya no estaba, se fue una vez más sin decir nada, no podía pedirle ninguna explicación, eso me recordaba a la regla número 11 (El sumiso jamás debe pedir explicaciones de lo que haga su amo, no tiene derecho a reclamos)
-Así que me di un baño caliente, el agua recorría mi cuerpo, podía sentir alivio, después de largas horas de sexo, donde por un instante, pude sentir algo real, con sentimiento, nuestro primer beso, aquel que marco a mi pobre corazón y que eso me aterra en lo más profundo de mi ser-
-Cuando salí de la habitación ya aseado y más relajado, me dirigí a la cocina, tenía mucha hambre, abrí la refrigeradora y no había nada de lo deseaba, suspiré cansado, al cerrar vi algunos folletos de comida rápida, así que pedí pollo picante y un par de sojus-
-En menos de una hora, mi pedido ya estaba listo, comí viendo una película (Los imprevistos del amor) aquella película favorita de Yesung -sonríe al recordar las muchas veces que lo vimos juntos, siendo abrazado por él, respetando cada parte de mi cuerpo, sabía que no estaba listo y siempre agradecí que jamás me insistiera con estar con él.
Pero es que tampoco sentía ese deseo con él, a diferencia de Min Yoongi, porque desde la primera vez que lo vi, supe que sería mi perdición y a quien miento se convirtió en mi mayor adicción, me encanta que me someta y aunque en parte me aterra, él llena ese vacío que se formó desde que era solo un crio.
Sus manos huesudas y largos falanges, son mi adicción, ohh esas venas que se hinchan cuando me azota, me éxito en solo pensarlo -suspiro- aquí estoy una vez más pensando en quien no debo pensar.
