Chico zorro
La música retumbaba mientras que todas las personas gritaban y saltaban al ritmo de la música. No era una muy buena idea que lo hicieran, ya que en sus manos tenían vasos y copas que podrían llegar a volcarse, provocando un enchastre en todo el suelo. Aunque no parecía importarles, estaban demasiado inmersos en el show que estaba dando la banda, como para concentrarse en alguna otra cosa.
El escenario era lo suficientemente grande como para que entrara una batería. Además del teclado que estaba a su izquierda, y en el centro el cantante con la guitarra. La banda constaba de tres miembros y cada uno tenía su rol junto a su instrumento. Los outfits que usaban eran típicos de un grupo de rock, nada muy fuera de lo común. Unos jeans rotos, botas, camiseta sin mangas con algún estampado que no se lograba entender. Pero lo que era extraño de ver, y bastante llamativo, eran las máscaras que usaban. El baterista tenía una máscara de un lobo gris. El chico que estaba frente al teclado tenía una máscara de un gato blanco. Y por último el cantante, y guitarrista, llevaba puesta una de un zorro naranja. Era bastante peculiar que tuvieran esos looks, pero a la vez era demasiado llamativo, además de original.
El cantante tenía una voz grave y atractiva de escuchar, se complementaba demasiado bien con el sonido de los instrumentos, y realmente resultaba muy agradable de escuchar. Artemisa pensó que había juzgado demasiado rápido al pensar que la banda que iría sería puro ruido.
—Son atrapantes, ¿verdad?
La voz de Diana la sobresaltó y la hizo salir de sus pensamientos. Dirigió la mirada a la chica y luego volvió la vista al frente.
—Si, lo son.
—Lamento tener que ser la encargada molesta, pero debes continuar con tu trabajo.
Artemisa tomó los vasos que le entregó Diana y avanzó hacia la pareja que le había pedido las dos cervezas. Luego de entregarlas comenzó a avanzar entre la multitud de personas esperando que alguien le pidiera algo. No tuvo que avanzar ni dos pasos que en seguida un grupito de chicos ya le habían pedido.
La bebida más popular se podría decir que era la cerveza, ya que era lo que la mayoría le pedía todo el tiempo. Lo bueno es que las podía llevar rápido, ya que el bartender las servía en un segundo. A diferencia de los tragos, que llevaban unos minutos en que los prepararan, y eso retrasaba más.
Se escucharon aplausos y gritos cuando la canción que estaba sonando terminó.
—Espero que lo estén pasando bien, y si no es así no se preocupen, con la siguiente canción los haremos cambiar de opinión.
Se escucharon más gritos luego de las palabras del chico con máscara de zorro, pero aumentaron aún más cuando la siguiente canción comenzó a sonar.
Artemisa no conocía ninguna canción, por lo que supuso que eran originales de aquel grupo. Los temas que había escuchado hasta el momento le agradaban bastante.
La banda hizo una pausa de diez minutos, y ella decidió aprovechar ese tiempo también para ir al baño, ya que llevaba tres horas estando allí y su cuerpo le estaba pidiendo que vaciara el tanque.
Luego de hacer sus necesidades, salió del baño sacudiendo las manos para que terminaran de secarse. Hizo dos pasos cuando se chocó con un chico, que al alzar la vista comprobó que era el baterista de la banda que estaba tocando.
—Lo siento —se disculpó rápidamente.
Llevaba puesta la máscara. Parecía que no se la quitaban ni para ir al baño.
El chico la miró y sonrió de lado, luego continuó con su camino.
La chica se apresuró en volver para continuar con su trabajo. No quería tardar más de lo necesario.
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A escondidas de las estrellas
RomanceSami solo quería conseguir trabajo para poder pagar su alquiler, y quedarse en la ciudad en la que siempre quiso vivir. Matteo solo quiere cumplir su sueños de ser cantante, pero es difícil hacerlo sin que sus padres lo sepan. Por una bebida, o tal...