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Ivan se abalanzó al cuello descubierto del castaño, chupando y succionado.
— ¿No hay nadie aquí, verdad? — paró unos instantes para preguntar, mantienendo su cabeza en el lugar.
— N-no — dijo algo nervioso — fueron a unos quince años.
— Mejor aún — siguió haciendo lo que inicialmente empezó, ahora mordiendo y lamiendo a su vez, buscando dejar marcas.
El azabache sostenía al ajeno de la cintura, quedando entre medio de sus piernas. Carre envolvió sus brazos en la nuca de Iván, haciendo que este intensifique su agarre.
el menor pasó las manos por debajo de la camisa del otro, generando escalofríos y jadeos bajos por parte del ojiverde. Pasó su cabeza por abajo de la misma y empezó a besar y chupar el abdomen y pezones de Rodrigo.
— No m-me dejes m-muchas marcas — tartamudeo el bajito.
— Lo hubieras pensado antes de tentarme — lo agarró de la cadera y atrajo la misma contra su pelvis, haciendo movimiento circulares y fricción contra los dos miembros — te voy a destrozar.
El castaño trago saliva y dejó que el otro continuara con su trabajo. Iván mordió la punta de los pezones de su amigo, sacandole gemidos agudos por toda la acción que surgía sobre su cuerpo.
El azabache le quitó la camisa al otro y se quitó sus pantalones, quedando en bóxer. Miró fijo a Rodrigo unos segundos hasta unir sus belfos en un caliente y brusco beso.
Sus bocas trabajaban muy bien juntas, intercambiando saliva y pasando sus lenguas por toda la cavidad del otro. Rodrigo mordió con extasis el labio inferior de spreen, sacandole un quejido combinado con placer. Las manos del castaño pasaron por la espalda, clavando sus uñas largas en él, hasta que se separaron por falta de oxígeno.
— rompeme todo, por favor — dijo Rodrigo entre gemidos, admirando como Iván apretaba su culo y le besaba nuevamente el cuello.
El alto paso sus manos por debajo del bóxer del ajeno, acariciando sus muslos y rozando su pene erecto, haciendo que Rodrigo tiemble.
le quitó al bajito la única prenda que le quedaba, separando sus piernas y agachandose para besar y morder la carne de sus muslos internos, haciendolo lento para escuchar un poco más los sonidos obscenos que salían de la boca de su amante.
— date la vuelta — ordenó, el contrario cedió al instante.
apoyó su pecho y cabeza contra el colchón, dejando su entrada al aire y descubierta. Ivan mojó en saliva su dedo y lo insertó de una sola en el culo de rodrigo.
— ¡Ah! — gritó el nombrado, agarrándose del borde del colchón.
La cara de ivan escurría placer por donde lo miraras. Insertó otro y los gemidos impacientes de rodrigo le endulzaron los oídos, al punto que quería meterle toda su longitud de una estocada.
Se sacó su propio bóxer y empezó a meter la punta de su pija, escuchando como el otro se retorcía del dolor.
— tranquilo, ¿Si?, dentro de un momento te vas a sentir mucho mejor — se agachó para proporcionar besos y consuelo sobre la espalda del otro.
Esperó un momento hasta que el ajeno le dio una señal para que metiera más de él dentro suyo. El azabache no aguantó más, metiendo todo de una estocada.
— ¡AAAHH!, ¡HIJO DE PUTA! — gimió agudo, soltando algunas lágrimas de placer y dolor.
— Perdón, no me aguantaba más — dio una risa socarrona y empezó a moverse lentamente.
Rodrigo gemia desesperadamente, sintiendo como se desgarraba dentro de él, pero a su vez sintiendo la descarga de placer más grande de su vida.
— más, Iván, por favor — pegó más su culo contra la pelvis de este, en busca de más contacto.
— como gustes, hermoso.
la sacó toda y la metió nuevamente de una fuerte estocada, haciendo que el bajito soltara un grito de placer que retumbó en toda la casa. Definitivamente los vecinos lo odiaban ahora mismo.
siguió con ese ritmo brusco, agarrando las muñecas de rodrigo y manteniendolas con su mano en la espalda de este, la otra poniendola en su cintura, dejándolo sin ninguna chance de sostenerse de algo, haciendolo temblar y gritar del placer.
lo único que se escuchaba en la sala eran las pieles chocando con brusquedad y los gritos desesperados de rodrigo.
Ivan se acercó al oído de Rodrigo para susurrarle algo.
— sos tan hermoso en esta posición.
dijo para besar y marcar su nuca con chupones y mordidas.
Rodrigo gemia y pedía por más, cada estocada que daba el más alto pegaba contra su punto dulce. volteó a ver a Iván a la cara, y lo vio mordiendo su labio inferior y frunciendo su seño, mirando muy frustrado a su culo.
— marcame entero, rompeme el culo a nalgadas — soltó en un gemido.
El rosto del otro pareció iluminarse con las palabras del ajeno, sacando la mano de la cintura del contrario y empezando a estamparla contra su glúteo derecho.
Rodrigo acabó a los pocos minutos de que el alto enpezara a morder sus muslos y nalgas, dejándolo adolorido y ahogando un grito de placer en la superficie suave en la que se encontraba. Ivan haciendolo unos segundos después, acabando en el recto de su amigo.
ambos se tiraron al colchón agotados, acercándose para besarse nuevamente y reírse por lo que acababan de hacer.
— ¿Segundo round, ro?
— Segundo round, ivi.
seguramente mañana se levantaría adolorido.
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mi jermu pidió que lo narrara así, échenle la culpa a ella JAJAJAJ
