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Después de unos cuantos besos que lo abrumaron rápidamente, cuando menos se dio cuenta, ya estaba desnudo, recostado en la cama con Doyoung entre sus piernas, igualmente desnudo, el alfa acariciaba sus muslos con deseo,  por un momento estuvo a punto de entrar en pánico, pero quería intentar algo primero.

—Doyoung, déjame ir.

El alfa se le quedó mirando—¿Seguro?—Dijo con diversión, sin dejar de sonreír, Doyoung bajó y con sus dedos abrió sus nalgas, revelando su rosada entrada, se rió entre dientes antes de dar una larga lamida en ella, los ojos de Ten se pusieron en blanco.

—Uhm—el alfa hizo un sonido de satisfacción, lamió de nuevo.

Ten se retorció gimiendo, tomó entre sus dedos algunos mechones de cabello del alfa. Doyoung adentró su lengua en su entrada haciendo que más lubricante saliera de ella, él siguió lamiéndolo con hambre, cómiendolo, Ten sollozó de placer, se sentía en la gloria... Es todo, no había nada que pudiera hacer, simplemente se dejó sumergir en las garras del alfa.

Después del increíble placer de la boca de su alfa, quería ser follado, pero su alfa solo estaba jugando con él, chupando su polla, mordiendo sus pezones, con desesperación jaló de los cabellos de Doyoung y lo acercó a él para besarse de nuevo, el alfa rió en su boca.

—Tranquilo, lo haré, lo haré, yo tampoco puedo aguantar mucho.

El alfa dejó un beso en su nariz, se acercó a su cuello y lamió un camino hacia su glándula de olor, dónde chupó, se alejó para separar sus piernas, sacó un condón de no sabe dónde, Ten no prestó atención, solo quería sentirlo dentro. El alfa rozó la punta de su polla en su entrada, Ten levantó sus caderas para penetrarse, pero Doyoung le dio una nalgada, el Omega gimió.

—Por favor, por favor, vamos, hazlo ya, maldita sea.

Doyoung gruñó.

—Hazlo otra vez, maldice, se oye tan sexy en ti, jamás maldices, vamos, una vez más.

—¡Ya métela, idiota provocador!—Doyoung gimió de nuevo.

—Tus deseos son órdenes, amor.

Con eso dicho adentró su polla en él, el alfa gimió y el Omega sollozó de placer.

—¡Doyoungie!—el Omega soltó en un sollozo.

El alfa comenzó con embestidas lentas solo para molestarlo, porque el Omega ya estaba lo suficientemente suelto y listo para hacérselo duro, pero quería seguir jugando con él un poco más, siguió con su ritmo lento, pero Ten le rasguñó los muslos para que se moviera, sus ojos cristalizados fulminándolo, Doyoung sonrió coqueto.

—Enseguida amorcito—Entonces el alfa comenzó a follarlo más duro, sus embestidas más fuertes, dando justo donde Ten tenía esa comezón.

El Omega tenía la boca abierta en una pequeña 'o' en un gemido silencioso mientras el alfa lo embestía repetidamente, Doyoung bajó sobre él para besar sus labios, sus mejillas, apretar sus pezones, tomó uno de sus muslos y lo subió un poco más, ante el cambio de ángulo Doyoung aumentó la velocidad de sus embistes, Ten sollozó más alto y desvergonzado, gimiendo palabras incoherentes y maldiciones, haciendo al alfa excitarse más.

Sus olores en la habitación estaban mezclados, pino con tierra mojada, gardenias y manzanilla, Ten se sentía embriagado, el calor de Doyoung, sus manos calientes en todas partes, sus palabras, elogiándolo por lo bien que recibía su polla, su hermosa piel blanca, sus ojos brillantes y hermosos. Lo hacían sentir tan amado, tan... deseado.

si decido quedarme...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora