A ESCONDIDAS ✓ |WONTON| RIIZE

12

Wonbin bajó del auto y no pudo evitar retirar sus lentes un momento para observar el mar a sus espaldas, el hotel frente a sus ojos estaba a solo unas dos cuadras de Yuta's Palace por lo que ya lo conocía, sin embargo nunca había estado dentro del establecimiento, se veía muy hermoso.

— Disculpe, tengo una reservación. — Dijo cuando al fin pudo entrar al hotel, llendo directamente a administración —

— ¿A nombre de quien? —

— Ammm, Johns Anderson. — Leyó la letra algo chueca del papel, definitivamente shotaro debía trabajar más en el kanji —

— Oh sí, habitación 13, aquí esta su llave. — wonbin la tomo y fue directo al elevador, no sin antes agradecer a la joven—

La subida del elevador no demoro nada, era el tercer piso, camino a través del largo pasillo quedando frente a frente a la habitación 13.

El cosquilleo en su interior creció, lleno de espectativas, se detuvo frente a la puerta y acomodo un par de mechones traviesos antes de abrirla.

Su vista vago por el lugar, un camino de pétalos que llevaban a la gran cama, globos en el techo con colores rojos y blancos y una curiosa caja negra al lado de la mesita de noche, también estaba Anton echado en el piso con sus audífonos puestos y unos deliciosos... Espera.

¿Antón en el piso?

No pudo evitar soltar una risita ante lo distraído que era el menor, se agachó un momento para soltar las agujetas de sus zapatos y dejarlos acomodados a un lado de la puerta, se quitó los pantalones con rapidez y desabotono su camisa listo para quitársela de un solo tirón, le echo una mirada más al menor que seguía completamente en su mundo y la quito, acomodando un poco las tiras elásticas que se cerraban al rededor de sus muslos, despeinó un poco su cabello y se dispuso a por fin ir por el menor.

— Anton — Llamo suavemente pero el menor no se movió ni un poco, se acercó a el a paso firme y le tocó el hombro intentando aguantarse la risa al notar el pequeño brinco de temor que dió.

— Wonbin, tú, dios.... — El menor se recuperó del susto a una velocidad impresionante cuando noto la "ropa" que traía el mayor.

Dios mío, seguro que me porte demasiado bien en mi vida pasada para estar mereciendo todo esto.

Sus manos fueron directo a la cintura del mayor, sintiéndose morir cuando esté tomo asiento en su regazo aún en el piso, aferrándose a sus hombros.

— ¿Que es todo esto, cielo, quería darte una sorpresa pero el sorprendido terminé siendo yo — Dijo mientras fingía "acomodarse" en su regazo, nublando sus pensamientos y atorando sus palabras.

— Yo quería pasar un tiempo contigo, la verdad es que nos dieron este fin de semana libre y ya sabes, te he frenado mucho estos días — Dijo acariciando con cariño el rostro del mayor.

Wonbin sonrió y se levantó dando oportunidad a Anton de echar un vistazo a la apretada lencería sobre su cuerpo.

Dios mio, ¿Todo esto es mío?

Gracias dios por los alimentos de hoy, pensó mientras tomaba bruscamente al menor de la espalda y lo lanzaba a la cama, wonbin casi gimió de satisfacción al ver que por fin podrían tener sexo después de tanto tiempo

Anton no estaba muy diferente, cambiando los roles y dejando al mayor debajo de el, tomando con mucho cuidado la parte baja de la lencería

— Me encanta, se te ve preciosa, You look so delicious, honey — Dijo y empezó a bajar la lencería de una forma tan lenta que wonbin empezó a desesperarse. — Relax, honey, I'm gonna fuck you well, until you lost your mind — Dijo y abrió bruscamente las piernas del mayor, tomando entre sus labios la polla que estaba dura como una roca, dió una suave lamida desde el glande hacia toda la extensión y escucho los gemidos quebradizos de Wonbin, apretó más los muslos del contrario y empezó a masturbar con más fuerza pero el mayor se separó de el mientras se movía más hacia el centro de la cama, acercándolo a el, empezaron un beso en el que sus lenguas danzaban feroces buscando dominar a la contraria, Anton rompió el beso para retirar su camisa y pantalones, quedando solo en ropa interior, ganándose una mirada lasciva del mayor.