Prólogo

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Narro yo:

Era una noche tranquila, no había puelche y las olas golpeaban con suavidad el barco. Desmon, el personaje principal, tenía a penas 10 añitos, estaba en la cabina en la cual había una cama doble, una mesa con algunos mapas, y una sillita de madera junto a esta. Nuestro pequeño estaba sentado en la cama, y al frente de él estaba su madre, era una loba (igual monstruo marino) color fresa con la punta de la cola color blanco y vestía la típica ropa de capitana, estaba contándole una leyenda la cual trataba de una mamá leona y sus cachorros (por cierto, el nombre de la mamá va a ser Elena). El pequeño Desmon escuchaba atentamente cada palabra de su mamá.

Elena: en tiempos en que los indígenas habitaban la zona de San Felipe, los pumas abundaban en los alrededores. Y por ahí se encuentra la piedra del león, más precisamente un cerro llamado Yevide. Desde que existe memoria se sabe que estos felinos han sido perseguidos y que están en riesgo de exterminio. Cuenta la leyenda que en Yevide vivía una hermosa leona con sus dos cachorros. Un día la hembra tuvo que dejar a sus hijos para salir a buscar comida, y dejó a los cachorros durmiendo junto a una enorme piedra. Cuando la leona regresó los pequeños no estaban. En su ausencia, unos arrieros se los habían llevado. La madre, desesperada, los buscó incesantemente sin resultados. Al llegar la noche se echó desconsolada junto a la piedra e hizo escuchar sus gruñidos de lamento. Se dice que desde todas partes se escuchaban los rugidos del animal, que no eran otra cosa que el llanto de una fiera herida. A partir del amanecer siguiente nunca más se volvió a ver a un solo puma. Todos se fueron del cerro Yevide. Y en las noches de invierno, la gente suele escuchar el gemido de la leona. Es el alma de ella, dicen, que aún reclama a sus hijos que dejó en la piedra -dijo para terminar la leyenda- muy bien Des, a dormir

Desmon: ooooowww… pero no tengo sueño -se talla los ojos-

Elena: hijo, ya es tarde, hay que dormir, a no ser de que te quieras perder la aventura de mañana, tú eliges, ¿Te la quieres perder?

Desmon: no

Elena: ok, entonces duerme

Desmon: ok -se mete a la cama-

Elena: -lo arropa- buenas noches hijo

Desmon: buenas noches mamá -se queda dormido-

Elena: -va hacia la mesa de madera y se sienta- ok, manos a la obra -se pone a trazar algunas rutas-

Y así pasa 30 minutos trazando las rutas hacia su siguiente destino: Laguna Verde, en Valparaíso.

Elena: -termina de trazar las rutas- ok, eso es todo -se para de la silla para ir hacia su cama y acostarse a dormir-

[🌊🌊🌊]


Al día siguiente, a tan solo unos kilómetros del barco pirata, se encontraba otro barco, pero era tripulado por unos muy despiadados cazadores de monstruos marinos, los cuales estaban buscando precisamente dichas criaturas, su capitán era un zorro culpeo de ojos color rojo fuego que vestía un chaleco de caza color marrón, unos pantalones color negro los cuales le llegaban hasta la rodilla y botas del mismo color.


???: ¿Lograste hallar algún monstruo? -pregunta de forma seria-

###: -buscando con el telescopio- no -dijo un zorro chilote de ojos azules que vestía una camisa blanca, unos jeans marrones y una chaqueta de cuero rojiza que tenía entreabierta-

⛈️𝑨𝒓𝒄𝒐𝒊𝒓𝒊𝒔 𝑬𝒏 𝑴𝒊 𝑻𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora