🏷️ Cuatro

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Había pasado una semana desde la fiesta donde Jimin y todo el mundo se había enterado del embarazo de la esposa de Jungkook. Decir que había sido fácil para Jimin hacer como si no pasara nada, era poco.

Su madre estuvo preocupada por él, diario intentaba que saliera de su cuarto y fuera a la escuela, pero nada podía hacerlo salir de aquel cuarto donde se sentía seguro, donde no llegaban las noticias del mundo exterior y donde nada podía dañarlo.

El octavo día después de la fiesta, la madre de Jimin entro a su cuarto dispuesta a sacarlo, pero Jimin con lágrimas en los ojos le rogo que no.

—¡JIMIN SAL DE ESTA HABITACIÓN! — Grito la madre de Jimin mientras tomaba su mano intentando ojalarlo afuera de esta

—MAMÁ POR FAVOR, NO QUIERO SALIR... EL SALIR ME MATA POR DENTRO — Gritaba Jimin como si su corazón estuviera a punto de desgarrarse

—Bebé sal, sé el mismo que antes por favor— Rogaba su madre sin ejercer más fuerza en su brazo, simplemente lo tomo con toda la delicadeza del mundo, estirando esta para dar un delicado beso en el dorso de esta

—Mamá, la única manera en la que pueda salir de esta casa es para irnos de este país. No quiero seguir yendo a esa escuela, no quiero seguir viendo a mis amigos, solo quiero desaparecer mamá— lloro Jimin, sin poder ver a su mamá, simplemente dejando caer las lágrimas mientras veía el piso y los zapatos de su mamá

—Pero ¿qué te hicieron bebé? — Dijo en voz baja y atrapo el cuerpo de Jimin contra el suyo, dejando las lágrimas salir en cuanto escucho a Jimin llorar tan desconsoladamente, sintiendo como su corazón se estaba rompiendo con cada sollozo de su pequeño hijo. Porque para ella, no era menos que eso, su pequeño bebé que estaba sufriendo. —Empaca tus cosas necesarias amor, nos iremos mañana—

Jimin se separó sin poder creer que se irían y que podría olvidar todo esto que estaba pasando —¿En serio nos iremos? Pero tu trabajo mamá—

Su mamá negó y limpio el rostro de Jimin con una sonrisa a medias —En todo el mundo hay hospitales, iremos con tu tía y después veremos que hacemos. Solo me importa tu bienestar—

Y Jimin sintió un pequeño curita en su corazón, su mamá le estaba dando la oportunidad de seguir viviendo.

—Iré a hacer llamadas, por favor haz tu maleta y arregla lo que tengas que arreglar aquí— Dijo su mamá antes de darle un beso en su frente y poder salir de la habitación.

Hace 8 días -En casa de los Jeon, después de la fiesta-.

—Nunca te voy a perdonar esto Julen, no puede ser que no estes embarazada. ¿Qué le dirás a Azai? ¿Le mentiras y le dirás que lo perdiste? Julen no puedes estar tan enferma de poder— Jungkook intentaba no alzar la voz, se estaba conteniendo y mantenía su mano apretada a punto de dejarse caer sobre un pequeño mueble.

—Veré que le digo, pero sabía perfectamente que tu amante estaba en la fiesta y el poder hacer que se separaran me hace ser feliz. Porque si no somos felices juntos, no serás feliz con nadie más querido esposo— Sonrió mientras salía de aquella habitación que alguna vez compartieron, dejando a Jungkook completamente ido por la situación, no podía creer que acaba de arruinar su vida personal y sí, quizá él se lo tenía merecido por no hacer las cosas bien, divorciarse primero y después empezar una relación con Jimin.

Y justo cuando pensó eso, Jimin regreso a su mente, no podía ser. Ahora Jimin seguramente se había sentido como un juguete y aquel sentimiento hizo que el corazón le doliera, no pensó en ir en busca del menor en cuanto supo la noticia, pues necesitaba arreglar primero esta situación. Y como relativamente ya estaba aclarada, lo primero que hizo fue tomar su celular e intento marcar muchas veces, pero nadie respondía, pensó en ir a su casa, pero sería muy raro para su madre, así que pensó en esperar al día siguiente e ir a verlo a su escuela, sin embargo, no apareció. Ni ese día ni los siguientes.

Call me Daddy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora