Capítulo 1. Acantilado

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Estoy desesperada creo que no puedo más con la vida, pesa demasiado. E intentado tanto ser feliz, pero no lo logro. Desde niña nunca he sido feliz, ser la hija perfecta, la estudiante ideal y la novia que él esperaba que fuese, todo aquello era agotador. Con él conocí el amor y lo feliz que podía llegar a ser, pero también me destrozaba con cada vez que quería dejarme y hoy finalmente lo hizo, se ha ido y yo ya no le importo.
Escribo en las notas de mi teléfono todo lo que he querido decirle y no me lo ha permitido, porque yo soy la culpable de que lo nuestro no haya funcionado, como siempre él debe tener la razón.

2:20 pm
Sabes, te amé con todo lo que tuve, dí todo lo que pude, pero no era suficiente. Me da pena que se haya acabado, pero sé que es para bien, porque yo te amé y llegué aceptar incluso tus defectos, entonces no puedo arrepentirme de nada. Me pides que no te culpe, pero para mí seguirás siendo mi primer amor y el hombre que me rompió el corazón, no importa cómo terminé esto yo no creo poder perdonarte por esto... simplemente no puedo. No quiero que me pidas nada, no que hagamos promesas porque una vez que se terminé seremos desconocidos... Mi corazón no tiene la fuerza para hacerlo de una forma distinta. Te agradezco por haberme hecho tan feliz aunque solo fuese un engaño porque no me decías lo que sentías... fuí muy feliz,que pena que ese no haya sido tú caso. Espero que encuentres la felicidad y lo que quieres en tu próxima pareja, te deseo la mayor de las suertes.

9:59 pm
Llamé al teléfono de emergencia antisuicidio me siento mejor él me preguntó si luego te esto hablaríamos por teléfono pero yo sé que a tí no importo y se que estás cansado de mí, por eso no te llamaré. Intentaré salir de esto, intentaré no hacer ninguna tontería, pero sé que necesito ayuda y apoyo que no tengo,  de todas formas quería decirte que si no lo logro no te culpes porque fuí muy feliz a tu lado y entiendo porqué quieres dejarlo. Desearía ser más fuerte y hacerle frente a todas las situaciones, eras lo único que tenía es por eso que te lo digo a tí, nadie lo sabe. No puedo decirlo, ni mis padres ni mis compañeros ni siquiera al doctor que ví hoy pude decirle lo que estoy pensando hacer, pero al menos quiero fingir que pude decírtelo, lo siento mucho. Siento no ser lo que esperas, siento haberte lastimado, siento que me ames como tú dices que lo haces...pero no tengas esperanzas de mí, y no me desees un futuro que ni siquiera sé si logré verlo. No te digo esto para que te quedes, solo no tengo a nadie más para decírselo. Gracias por haber sido lo mejor que me ha pasado en este infierno de vida, por darme esperanzas de que puedo ser feliz, aunque fuera sólo por mi parte. No leerás esto porque no quiero que le digas a mis padres, me siento muy mal por ellos, por tener una hija como yo, tal vez por eso soporto todo lo que me dicen. Hablando con ese hombre descubrí lo triste que es mi vida, con padres que no entienden mi dolor y un novio que no me permite decirle lo mal que estoy porque generaliza todo. De todas formas el termino de todo es el comienzo de otra cosa, y espero que sea algo bueno para tí, siento mucho el dolor que te causé y el que te causare si no logro encontrarle una solución a la vida. De todas formas fui muy feliz y me enamoré gracias a tí, así que no te culpes y se muy feliz. Aunque no leerás esto... tenía que decirlo.

Me queda un 19% de batería, y desde este acantilado todo se siente en calma, la brisa fría que toca mis mejillas, el sonido de las ramas meterse e incluso la noche me parece perfecta. Es el momento que tanto esperé y nunca me atreví a hacer, me tiraría de aquí y todo el dolor habría acabado, me siento mal por mis padres y por él, pero sé que el tiempo podrá hacer lo suyo, sé que soy egoísta, pero tampoco para mí fue una decisión fácil.

Dejé mi mochila al lado de un árbol con mi teléfono, mis libros y muchos papeles de cosas que tenía que estudiar y miro al horizonte por última vez, mientras caigo siento el fuerte golpe contra el mar y como la marea me lleva al fondo y me doy cuenta que aunque quisiera no podría salir del agua, rápidamente el aire abandona mis pulmones y mi corazón late desenfrenado a la espera de mi muerte inminente, y es ahí cuando ya no siento el ardor del agua salada y cae mi mente inconsciente.

No sé cómo salí del agua, pero tenía a un desconocido hombre sobre mí dándome respiración boca a boca y cuando logré abrir los ojos, los suyos me miraban con suma preocupación como si hubiese perdido su alma por lo que hice, esos profundos ojos brillaban con la luz de la luna, ni siquiera pude hablar solo ví como mi cuerpo se desvanecía en esa perfecta noche.

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⏰ Última actualización: Jun 01 ⏰

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