11. intentions

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Nuevamente lunes, el día menos favorito para Jade, pero dado a que iría a la ciudad prohibida lo veía con más entusiasmo.

La castaña se encontraba poniéndose el uniforme naranja con azul, cuando termino de ponérselo se miro al espejo y hizo una mueca de desagrado.

El naranja definitivamente no es mi color.

Jade tomó su mochila que no estaba tan pesada, ya que no tendrían todas las clases.
Bajo al comedor y desayuno mientras tenía una amena conversación con sus padres.

Su padre la llevaría a la escuela en auto así que ambos subieron y se dirigieron a ésta.
Al llegar Jade se despidió de su padre y se dirigió a su salón. Al entrar en el notó que Elodie apenas había llegado.

— Jade, ¿qué tal tu fin de semana?

— Estuvo bien, ¿qué tal el tuyo?

— Estuvo tranquilo, salí con mis padres.

— Qué bien.

— ¿Si te dejaron ir a la ciudad prohibida?

— Sí, ¿y a ti?

— También, nos iremos después del descanso. Estoy emocionada.

— Yo igual.

Sus clases comenzaron y se pasaron totalmente rápidas por su emoción. Se llegó la hora del descanso pero nuevamente Jade no iba comer.

— Sé que no te gusta la comida de aquí, así que te traje un sándwich. Espero te guste — dijo la pelirroja mientras le extendía una bolsa de papel a Jade.

— Ah, gracias — agradeció la castaña mientras le dedicaba una sonrisa.

— No hay de qué.

Jade sintió un poco de culpa por haberla tratado diferente cuando la vio hablando con Cheng, aún cuando no entendía los motivos.

— ¿Comemos aquí en el salón? — preguntó la pelirroja a lo que Jade solo asintió.

Jade estuvo a punto de preguntar sobre su conversación con Cheng, pero una parte de ella también prefería quedarse con la duda.

Hablaron sobre sus fines de semana y Jade le mencionó que su madre encontró un estudio de baile y nuevamente lo practicaria, a lo que Elodie emocionada le dijo que estaba muy feliz por ella.

Su descanso se dio por terminado y la maestra los llamo para que subieran a los autobuses que los llevarían. Jade y Elodie se sentaron juntas y notaron que Dre iba en el mismo autobús que ellas así que ambas lo saludaron.

El autobús se dirigió a su destino y todos se encontraban emocionados por lo cual había mucho ruido en el autobús.

Al llegar, todos bajaron y siguieron órdenes de su profesora por lo que ahora se encontraban frente a unas grandes puertas y cuando estás se abrieron, la mayoría de niños corrió hacia adentro del lugar.

Jade y Elodie caminaron lentamente para poder mirar detalladamente el lugar y se encontraron con una gran pared llena de bolas doradas.

Elodie se separó un poco de ella para ir a saludar a unas amigas de ella pero Jade se quedó viendo la pared.

— Tocalas para la buena suerte —  dijo alguien a sus espaldas haciendo que ambas chicas se volteara a verlo — Me llamo Qiang, un gusto.

— El gusto es mío, me llamo...

— Jade, lo sé — respondió el asiático a lo que la castaña se sorprendió — No me mal entiendas, todos conocen tu nombre.

— ¿Y eso por qué? — cuestionó la castaña.

¿𝐻𝑎𝑡𝑒 𝑜𝑟 𝐿𝑜𝑣𝑒? | cheng luDonde viven las historias. Descúbrelo ahora