Capítulo 3

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💫☁️💕🍵

La siguiente semana, mientras John salía a buscar empleo, tenía la mente muy positiva y, gracias a eso, consiguió un trabajo como maestro sustituto de ciencias. Entusiasmado por esta oportunidad, decidió pasar de nuevo por aquel vecindario, donde se encontró de nuevo a la niña.

— Hola, pequeña — saludó John con una sonrisa.

— Hola — respondió la niña, jugando sin tomar mucha importancia a su presencia.

— ¿Acaso pasas todo el tiempo afuera de tu casa? — preguntó curioso.

La niña estaba a punto de responder, pero fue interrumpida por una joven muy atractiva; su madre.

— Eva, es hora de comer — anunció la madre con una sonrisa mientras se acercaba.

John quedó cautivado por la belleza de la mujer y trató de recuperar la compostura.

— Oh, es usted. Creo que se lleva muy bien con mi hija — comentó la madre, notando la interacción entre John y Eva.

— Sí, sí, claro. Es una niña muy inteligente. Apuesto a que le ha de ir muy bien en la escuela — respondió John, tratando de bajar un poco el tono de sus nervios.

— Yo no voy a la escuela — interrumpió la niña, desviando la conversación hacia una revelación inesperada.

La declaración de la niña sorprendió a John, quien no pudo evitar sentir una punzada de preocupación por su futuro. Decidió entonces hablar con la madre de Eva, tratando de convencerla de la importancia de la educación y ofreciendo su ayuda para inscribirla en la escuela donde él comenzaría a dar clases.

Después de una conversación amistosa y persuasiva, la madre accedió a considerar la idea y prometió hablarlo con su hija. John se despidió con una sonrisa, sintiendo la satisfacción de haber dado un paso importante para el futuro de la niña.

— Gracias por considerarlo, señora. Creo que Eva tiene un gran potencial y estoy seguro de que se adaptará fácilmente a la escuela — dijo John con gratitud.

— De nada, John. Realmente apreciamos tu interés en el bienestar de Eva. Espero que podamos tomar una decisión que sea lo mejor para ella — respondió la madre con una sonrisa cálida.

John asintió con agradecimiento y se dirigió hacia la puerta, listo para seguir adelante con su día. Sin embargo, antes de irse, la madre de Eva lo detuvo con una invitación inesperada.

— Por cierto, John, ¿te gustaría quedarte a comer con nosotros? Sería un placer tenerte como nuestro invitado — ofreció la madre, mirando a John con una expresión amistosa.

John se sintió sorprendido y agradecido por la invitación, pero aceptó con una sonrisa.

— ¡Claro! Me encantaría quedarme a comer. Gracias por la hospitalidad — respondió John con sinceridad, sintiéndose emocionado por la oportunidad de conocer más a esta familia tan especial.

Al entrar a la casa John observo cosas muy curiosas, cosas antiguas, periódicos viejos, muchos gatos, montañas de trastes y una pareja de abuelitos. era extraño, pero se sentía muy cómodo en ese ambiente.

...

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